La humedad extrema es apenas un elemento que el escenógrafo dispuso para la puesta, a los pies de un vallado metálico −que mañana será edificio propiedad de los dueños del río− duerme una familia tipo con dos perros, corpus christi no es aquí, la inmisericordia se ensaña con un niño que mira la vidriera de una panadería y las auras, pulverizadas con odex anti-contemplación, se desintegran entre moléculas de vacío de concreto; a la intemperie cuaja el presente, los atardeceres danzan el vals de la irrealidad

somos la fealdad que irradiamos, figuras espejadas en el deforme reflejo de la plenitud, golems signados por la baja calidad de los elementos usados en la confección; rosarios destruyéndose en pos de algo peor

¿en qué momento contemplar extinguió sus implicancias? ¿qué tan habitual es para usted ver gente dentro de los contenedores de basura? ¿cuándo el monstruo ganadero dispuso que las islas sean su hábitat? ¿qué grado de impudicia habilita tantas torpezas? ¿qué siente la realeza municipal ungida por el pueblo al pasar frente al Cine Imperial? ¿habrán visto alguna vez una película ahí? yo recuerdo Metrópolis con música de Giorgio Mororder, El cavernícola con Barbara Bach y Ringo Starr, y la versión de Joe Dante de Viaje insólito, apenas tres que vienen a la memoria

El fin dentro de poco le llegará a la eternidad; rosarios de intenciones aberrantes que muelen esos cuerpos divinos del friso frontal del Cine Imperial de Corrientes y Tucumán. La ciudad es un haz de polvo elevándose entre escombros, parnaso decó cremado en un volquete que humea ignorancia.

Autoridades competentes: avalar tanta destrucción no condice con ninguna forma de identidad.

Los fantasmas resisten la vulgaridad. Los fantasmas se visten con ropas del más allá.

cine arte presenta chocolate García

y si te asusta este canto final, o no le encuentras sentido…

@dr.homs