El multiasesino Roberto "La Hiena Humana" Carmona fue sentenciado esta tarde a prisión perpetua por el asesinato del taxista Javier Bocalón en 2022 en Córdoba.

Carmona fue condenado por el homicidio criminis causa calificado por alevosía de Bocalón cuando pretendía escapar en una visita a su ex pareja en esta provincia mediterránea.

La sentencia fue dispuesta por la Cámara en lo Criminal y Correccional de 8ª Nominación de la ciudad de Córdoba, integrada por los jueces Marcelo Nicolás Jaime --presidente del tribunal--, Juan Manuel Ugarte y Eugenio Pérez Moreno y por decisión de un jurado popular, según reportó Cadena 3.

Carmona ya estaba en prisión por otros tres asesinatos cuando durante una visita a su ex pareja en Córdoba mató al taxista.

De este modo, llegó al final el juicio que se le seguía en Córdoba. Más temprano, el fiscal Hugo Almirón había pedido que "La Hiena Humana" sea condenado efectivamente a perpetua por el crimen de Bocalón en diciembre de 2022. La querella también solicitó que el acusado reciba la pena máxima.

Almirón describió a Carmona como un hombre "perverso" y "sin remordimientos". Además, pidió que la Justicia no le conceda un tratamiento terapéutico, ya que las pruebas aportadas demuestran, según dijo, que es consciente de los asesinatos que cometió.

En tanto, la querella, representada por Carlos Nayy, pidió que el acusado sea encontrado culpable y condenado a la pena máxima y lo describió como una "máquina de matar, sin cura ni remordimientos".

En una de las últimas audiencias declaratorias, en las que siempre estuvo encerrado en una cabina de vidrio por precaución, Carmona confesó el asesinato y describió con crueldad cómo cometió el crimen de Bocalón.

Fue el 13 de diciembre de 2022 cuando el acusado se fugaba de la Policía, por lo que se subió a un taxi, conducido por Bocalón: "Me dio un vaso con agua y ahí le mentí diciendo que había que buscar a una prima. Era mentira, no existía".

Mientras esperaban a la supuesta pasajera, atacó por detrás a la víctima: "Lo abracé, le puse la cuchilla en el cogote. Le entré un poco y le dije: ´bajate porque te mato´. Él me dijo: 'No me robes la herramienta de trabajo' y yo le empecé a dar no sé cuántas puñaladas".

Esta explosiva descripción provocó una crisis nerviosa a la familia, motivo por el cual la audiencia debió ser suspendida unos minutos.

En este caso habrá un segundo juicio. Será contra seis guardiacárceles y la esposa de Carmona por facilitar su fuga, que desencadenó en el brutal crimen de Bocalón.

En ese momento, Carmona estaba cumpliendo su condena por matar a Ceppi, de 16 años. Bolea junto a otros reclusos había intentado atacarlo días antes al grito de "violador".

Durante la noche del 14 de enero de 1986, Carmona conducía su Ford Taunus por Villa Carlos Paz cuando divisó a un lado de la ruta 20 a tres jóvenes. Se trataban de Gabriela Ceppi, de 16 años, y sus amigos, Guillermo Elena y Alejandro del Campillo, quienes venían de bailar y cuyo auto había pinchado un neumático. Carmona se detuvo para ayudarlos. Una vez cambiaron el neumático pinchado, les apuntó con una pistola y les robó las pertenencias. Una vez completado el crimen decidió fugarse con Gabriela, a quien obligó a subirse a su auto. Tras viajar varios kilómetros con la chica como rehén, ingresó en un camino de tierra y la violó.​

Siguió camino con la chica hasta Toledo, y allí decidió volver a abusar de ella. Una vez hecho esto, la obligó a bajarse del auto y la asesinó de un disparo en la cabeza. Una vez cometido el asesinato, condujo con dirección a Villa María, donde recogió a Norberto Ortiz y Sergio Pieroni, dos jóvenes que hacían autoestop, a quienes les dijo que era un cabo del ejército y los obligó a robar con él.​

Cuando fue denunciada la desaparición de Gabriela, Carmona fue apresado el 11 de febrero de 1986 en General Pacheco tras haber secuestrado a un taxista y a una familia para robarles.​ Fue condenado el agosto de 1986 por la Cámara 5ª del Crimen de la ciudad de Córdoba a la pena de reclusión perpetua por asesinato, robos calificados reiterados y privación ilegítima de la libertad calificada.

Ante esto y sus reiterados conflictos con otros internos, se decidió trasladarlo a otra provincia y fue alojado en el complejo penitenciario de Resistencia, en Chaco, donde en 1997 mató, con un filoso palo de escoba a otro detenido, Demetrio Pérez Araujo.

"Carmona es un psicópata que disfruta del dolor ajeno", aseguró la psicóloga criminológica Judith Biodo en diálogo con Cadena 3.

La especialista lo describió como un "psicópata en todos los términos que implica la palabra: insensible, cruel y disfruta del dolor ajeno". Y afirmó: "Estamos ante una psicopatía con todas las letras".