La jueza federal de Garantías de Tartagal, Ivana Soledad Hernández, hizo lugar ayer a la imputación y a la prisión preventiva de un camionero acusado por el delito de transporte de estupefacientes, por el transporte de 431 kilos de cocaína. La acusación fue presentada por el fiscal federal de aquella ciudad, Marcos Romero.

Walter Ever Passarino fue detenido en la tarde del domingo último, luego de que una patrulla de personal de la sección Embarcación de la Gendarmería Nacional fuera alertada por una automovilista sobre un camión con acoplado, cuyo conductor podría estar ebrio, ya que había realizado una maniobra peligrosa en la ruta nacional 34, en el tramo entre Embarcación y Pichanal.

Tras esto, los gendarmes encontraron en la ruta, a la altura del paraje La Quena, el camión descripto por la automovilista y lo sometieron a una requisa. De acuerdo a lo manifestado por los agentes, el conductor se mostraba nervioso y sostuvo que no llevaba carga pues estaba a la espera precisamente para hacer una carga y trasladarse a Salvador Mazza.

En la revisación de los papeles del camión y del acoplado, los gendarmes verificaron también la identidad del camionero y se dieron con que tenía antecedentes por hurto calificado y defraudación reiteradas, causas en las que interviene el Juzgado en lo Penal de Instrucción de Quinta Nominación de Santa Fe. Además, no tenía en su poder la cédula verde del camión.

Ante esta situación, ya con anuencia de la fiscalía, inspeccionaron el chasis y el acoplado, en esas circunstancias percibieron un fuerte olor a pintura procedente del sector de la baranda del chasis, que da con la cabina del camión, donde también se advirtieron tres tornillos y un chapón que no se correspondían con la fabricación original del chasis.

Al aflojar un tornillo y levantar levemente el chapón vieron varios paquetes en forma de ladrillos con envolturas de color amarillo, apilados en una especie de compartimento doble fondo.

En ese marco, se ordenó a trasladar el camión hasta la sección de Embarcación, donde se extrajeron 270 paquetes del chasis y 152 paquetes del acoplado. Los 422 paquetes equivalían a 431 kilos de cocaína, lo que derivó en la detención de Passarino.

En la audiencia de formalización de la acusación, una vez expuestos los detalles del hecho, el fiscal Romero resaltó la gravedad del hecho, la logística utilizada para ocultar la droga y la inversión que esta maniobra demandó, circunstancia en la que solicitó la prisión preventiva del conductor, teniendo en cuenta el riesgo de fuga y la posibilidad de que se entorpezca la investigación penal.