En medio de polémicas, como siempre ocurrió, el Censo 2022 es el número once de la historia argentina. El dato estrella es la cantidad de habitantes que conforman nuestra comunidad, pero los censos son también una gran fuente para conocer cómo somos, y como fuimos. Un recorrido por la historia de nuestros censos, atendiendo a lo que se indagaba, es también una forma de conocer las mentalidades del pasado.

Desde que comenzó nuestra historia como Nación el primer censo fue en 1869, bajo la presidencia de Domingo F. Sarmiento, y hasta el último realizado en 2010, se desarrollaron en el país diez censos nacionales (1869, 1895, 1914, 1947, 1960, 1970, 1980, 1991, 2001 y 2010). Lo cual es muy poco.

En aquel primer censo la población nacional era de 1.830.214 habitantes. Pero la mentalidad de la época brota en las preguntas: la población originaria no fue censada, se la estimó en 93.138 habitantes. El 77% de los habitantes nacionales eran analfabetos. Llevó dos días su realización. El censo de 1869 relevó la cantidad de hijos “ilegítimos”, eran 153.882, es decir, el 20% del total de niños censados. Dentro de la categoría “condiciones especiales”, distinguió entre: dementes, sordomudos, ciegos, cretinos, imbéciles, estúpidos, opas, con bocio o coto, inválidos y huérfanos. Los habitantes argentinos con cien o más años eran 234: 87 varones y 147 mujeres. La ciudad de Buenos Aires tenía 200 mil habitantes. La provincia de Buenos Aires, que incluía a la ciudad, 495 mil.

Tras unos largos veintiséis años, en 1895, se hizo el segundo censo nacional. Allí se incorporó el llamado "desierto" (La Patagonia) y la región chaqueña. La población total fue de 4.044.911 habitantes, más del doble que durante el primer registro.

En 1914, se realizó el tercer censo nacional. La población creció a pasos agigantados por la llegada masiva de los inmigrantes europeos, fue la etapa de mayor crecimiento demográfico de nuestra historia, la población alcanzó los 7.885.237 habitantes. La publicación de los 10 voluminosos tomos de información se realizó rápidamente para que su aparición coincidiese con los festejos del Centenario de la Independencia Argentina en 1916. Ese fue el año en que la población de la ciudad de Buenos Aires y la de la provincia de Buenos Aires estuvieron empatadas

Recién en 1947 se desarrolló el cuarto censo, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón: “Llevamos más de 30 años sin censos, no sabemos lo que tenemos” dijo en su presentación. El relevamiento se realizó en dos días: el 19 de abril y el 10 de mayo de 1947, con la participación de 300.000 censistas. La población total fue de 15.893.827 habitantes. Este censo introdujo la consideración de la familia y el hogar como unidades de análisis, a la vez que por primera vez se incluyó a la población de las Islas Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur. También es la primera aparición de la figura del “desocupado”.

El censo de población, vivienda y agropecuario de 1960 fue realizado durante la presidencia de Arturo Frondizi. En materia de familia, se destacó por incorporar las “uniones de hecho”, ya que anteriormente solo se consideraba al “estado civil”. El censo determinó una población de 20.013.793 habitantes.

En 1970 se cumplió por primera vez con la periodicidad de 10 años para los censos establecida en la Constitución Nacional, fue el primero realizado por el Indec. Su novedad fue la introducción de computadoras y lectoras de caracteres manuscritos para el procesamiento de los datos. En esta ocasión, las cédulas censales fueron provistas por una empresa y las máquinas lectoras por otra compañía, resultaron incompatibles y los resultados terminaron estimándose años después a partir de una proyección en base al 10% de las planillas confeccionadas. La población nacional resultante fue calculada en 23.364.431 habitantes. Hasta 1970 sólo se les consultaba a las mujeres viudas o casadas sobre la cantidad de hijos que tenían, sin contemplar la posibilidad de madres solteras. Los censos no dan solo números estadísticos, muestran las limitaciones de cada época.

El 22 de octubre de 1980, durante el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla, se realizó el séptimo Censo Nacional: “Súmese al Censo 80, necesitamos contar con usted” fue la consigna de la muy eficaz publicidad de la dictadura. El total de la población que resultó fue de 27.949.480 habitantes.

El censo del año 1991 se realizó un año después de lo pautado, ya que la crisis económica que experimentaba el país obligó a postergar la fecha de realización, durante la presidencia de Carlos Menem. Reveló una población de 32.615.528 habitantes.

El censo de 2001, realizado los días sábado 17 y domingo 18 de noviembre durante la presidencia de Fernando de la Rúa, también fue postergado un año por la emergencia económica nacional. Fue realizado en el mes de noviembre, pocas semanas antes de la caída del presidente Fernando de la Rúa. Estuvo a punto de suspenderse apenas diez días antes de su realización. Se había decidido que la metodología de la entrevista directa estaría a cargo de docentes de los niveles primario y secundario, pero un congreso extraordinario de la Federación de Trabajadores de la Educación (CTERA) votó que los maestros no participasen en el censo en protesta por la falta de pago del incentivo salarial docente. La población nacional que surgió del relevamiento fue de 36.260.130 habitantes. Durante este censo se examinó sobre discapacidad, descendencia o pertenencia a los pueblos originarios y equipamiento tecnológico del hogar.

El último censo, el del 27 de octubre de 2010, estuvo signado por la muerte de Néstor Kirchner y el llamado de la oposición política a boicotearlo: “No recibas al censista, viene a controlarte”. El resultado marcó 40.091.359 habitantes.

La ley electoral que nos rige establece que después de cada censo debe actualizarse la cantidad de diputados que le corresponden a cada distrito. Fue hecha en 1983, “Ley Bignone”. En ese momento la ciudad de Buenos Aires tenía tres millones de habitantes y le correspondieron 25 diputados. Desde entonces, la población de CABA está estancada en el mismo número. Desde 1983, la provincia de Buenos Aires aumentó su población en un 70 por ciento y la Argentina un 50%. Pasaron tres censos y nunca se actualizaron esos datos. Por consiguiente, la ciudad está sobrerrepresentada en diputados y provincias como la de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe tienen menos diputados de los que les correspondería. Los datos de los censos son muy útiles si los datos recogidos se plasman en políticas concretas.