En la Escuela Secundaria Técnica de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), ubicada en el Barrio Azul, lanzaron oficialmente las primeras pruebas de elaboración de almuerzos sustentados en guisos deshidratados, para afrontar la crisis alimentaria profundizada como consecuencia de las políticas nacionales. Estas preparaciones son producidas por especialistas de la Universidad Nacional de La Pata (UNLP), a través de la Planta de Alimentos para la Integración Social (PAIS) en la localidad de Los Hornos.

La iniciativa surgió del rector de la Undav, Jorge Calzoni, para avanzar en el desarrollo en materia de alimentos junto a la UNLP, como muestra del trabajo mancomunado entre las universidades públicas para un bien común en tiempos de cuestionamientos y motosierra social.

Calzoni inició los primeros contactos con el vicepresidente de la UNLP, Fernando Tauber y y rápidamente se activaron los contactos entre el área de producción de la universidad platense y la Subsecretaría de Planeamiento y Vinculación de la casa de altos estudios del conurbano para llevar adelante la firma del convenio.

“En la escuela damos desayuno, almuerzo y merienda, y por supuesto estamos muy complicados ahora con la actual situación, entonces hicimos un acuerdo con la UNLP y también estamos haciendo acuerdos con proveedores, con el mercado de aquí de Avellaneda, para poder continuar esta iniciativa”, asegura Calzoni, en diálogo con Buenos Aires/12.

El objetivo del convenio es poder mejorar la alimentación de los chicos y las chicas, que en su mayoría provienen del barrio Azul de Avellaneda, que tienen dificultades debido a la situación socioeconómica. Todo en un contexto en el que los comedores y merenderos de los barrios habían puesto el grito en el cielo por la falta de entrega de alimentos, que dejaron de ser enviados durante los primeros meses del año por una decisión de la gestión nacional. 

“Muchos de ellos provienen de barrios vulnerables donde tienen complicaciones y en algunos casos solo comen en la escuela, por lo tanto, es uno de los problemas en los que estamos trabajando”, explica Calzoni que agrega que uno de los grandes objetivos del convenio garantizar que los alumnos tengan una alimentación nutritiva, balanceada y completar su dieta diaria.

Rubricado el acuerdo, el director de la Planta de Alimentos de la institución platense, Juan Manuel Santillán, asistió a la institución de Avellaneda y llevó raciones de comida para cubrir aproximadamente un mes de abastecimiento de alimentos, y luego se irá reponiendo según se necesite, de acuerdo a lo señalado desde la Undav a este medio.

Posteriormente, las autoridades dieron paso a la primera de las pruebas de elaboración de los almuerzos compuestos de guisos deshidratados. Allí, Santillán supervisó el proceso de preparación y asistió al personal de la escuela técnica de la Undav.

Cómo es la producción y elaboración de alimentos

El proceso de producción de la planta está organizado en dos etapas: la de deshidratado y la de mezclado. En la primera, se toman los vegetales o frutas frescas y se procesan hasta obtener el material deshidratado.

En la planta de deshidratación se realizan los procesos de lavado, pelado, cortado, cubeteado, secado y deshidratado de hortalizas frescas dividas en distintas líneas de producción: tomate; zanahoria; cebolla; ajíes; puerro; zapallo; papa y batata.

Luego, en la sección de formulado y envasado se efectúan las premezclas de hortalizas deshidratadas y las legumbres para formular y envasar las mezclas de guisos deshidratados. Se condimentan con ajo, perejil, pimentón y aceite de girasol.

Para la elaboración de los guisos deshidratados, los especialistas trabajan con cuatro recetas: guiso de arroz y vegetales; guiso de lentejas y vegetales; guiso de arvejas y vegetales; guiso de lentejas con arroz y vegetales.

La formulación de los alimentos incluye carbohidratos, proteínas, lípidos (aceite vegetal), vitaminas y minerales, en proporciones recomendadas por médicos nutricionistas de la universidad.

Incorporar la producción y asistir a la región

“En primer lugar, los beneficiados fueron los estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica de la UNDAV. Seguidamente se propone expandir la producción para brindar el servicio alimentario de la población vulnerable de Avellaneda y la región”, asegura a este medio Ricardo Herrera, subsecretario de Planeamiento y Vinculación de la Undav.

En ese contexto, Herrera sostuvo que como objetivo a corto plazo planean continuar trabajando (como lo vienen haciendo desde hace un año) con la UNLP hasta lograr que la producción de los alimentos para los guisos deshidratados pueda hacerse directamente en la Undav y ampliar la red de cobertura alimentaria en la región.

“Se propone realizar desarrollos científicos en conjunto con la UNLP, con otras universidades nacionales y con centros de investigación, estatales y privados, en función de líneas de investigación que puedan mejorar el producto y llevar mejores soluciones a las necesidades de las personas de menores recursos”, argumenta el subsecretario.

Cabe mencionar que, una vez sellado el acuerdo, las autoridades de la Undav mantuvieron una reunión con productores del Mercado Central para avanzar en acuerdos comerciales beneficiosos. “Se conversó sobre la posibilidad de desarrollar la línea de la materia prima para la producción, incorporando ingeniería y logística que permita minimizar los costos y mejorar el aprovechamiento de los vegetales de producción local y regional”, cuenta Herrera.

Al servicio de la comunidad

El trabajo mancomunado entre las dos universidades forma parte de una alianza estratégica que fomenta el intercambio académico y la cooperación en docencia e investigación, dentro de un escenario complejo frente al conflicto por el recorte del presupuesto anual por parte del Gobierno nacional de Javier Milei.

“Los desarrollos conjuntos entre las universidades públicas nacionales potencian las posibilidades de alcanzar los objetivos de manera más integral, rápida y con la posibilidad de generar procesos virtuosos", destaca Herrera que observa que ese empuje en equipo no se restringe al ámbito universitario. "Se potencia y enriquece con el aporte de los sectores de la industria privada y de la producción toda, llámese grandes empresas, PyMEs y cooperativas de trabajo, entre otras”, afirma. 

A su vez, el subsecretario resaltó que también cuentan con el apoyo constante del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. “Nos encontramos precisamente tratando de encontrar formas de articular entre Estado, empresa y sector Científico-Tecnológico para poder expandir esta iniciativa de producción de alimentos y ponerla en valor”.