La industria cayó un 21,2% interanual en marzo, el peor registro desde la paralización de actividades por la pandemia, según publicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Desde la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) vienen advirtiendo la fuerte retracción en el sector y sostienen que los indicadores confirman una tendencia que es palpable desde el año pasado, pero que se profundizó con la devaluación de diciembre. A eso le suman la preocupación por la posible aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que podría agravar la situación de las pymes nacionales en general, y las santafesinas en particular. Previo al tratamiento en Diputados, propusieron modificaciones que finalmente no fueron incorporadas y ahora darán la pelea nuevamente en el Senado. “Nos sorprendió realmente que la mayoría de los legisladores de la provincia de Santa Fe votaran a favor del proyecto sin ningún tipo de cambio”, reconoció Javier Martín, presidente de Fisfe, en diálogo con Rosario/12.

Este miércoles el Indec publicó el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI Manufacturero) y arrojó en marzo una caída interanual del 21,2%. En relación a febrero la caída es del 6,3%, mientras que en el primer trimestre del año la industria acumula una baja del 14,8% en relación a los primeros tres meses del 2023. Se trata del peor dato mensual desde mayo de 2020, cuando la industria cayó un 26,2% en medio del parate por las medidas sanitarias adoptadas en pandemia. La caída es tan abrupta que las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron bajas interanuales.

De menor a mayor, se registraron caídas en Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear (4,0%); Sustancias y productos químicos (4,8%); Alimentos y bebidas (14,2%); Madera, papel, edición e impresión (19,3%); Otro equipo de transporte (19,8%); Productos de tabaco (20,2%); Prendas de vestir, cuero y calzado (21,3%); Productos de caucho y plástico (23,3%); Productos de metal (24,6%); Productos textiles (25,1%); Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes (25,2%); Industrias metálicas básicas (34,0%); Productos minerales no metálicos (35,8%); Maquinaria y equipo (37,9%); Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras (40,4%); y Otros equipos, aparatos e instrumentos (42,8%).

El impacto se siente en el entramado productivo santafesino. “Es muy preocupante”, sostuvo Javier Martín, titular de Fisfe, en declaraciones a Rosario/12. “Los números confirman una tendencia negativa que, si bien el año pasado ya estaba presente, se agravó muchísimo a partir del mes de diciembre. Y sobre todo el impacto en el mercado interno, con baja en los niveles de ventas de prácticamente todos los rubros industriales a partir de lo que fue la caída en la construcción”, añadió.

El referente industrial sostuvo que en los rubros más complicados las caídas rondan el 40%, pero que en algunos sectores la baja llega al 60%. Mientras todas las ramas vinculadas al mercado interno están con caídas en la producción y ventas, los sectores vinculados a la exportación se mantienen con buenos niveles de actividad, como el gas, el petróleo, la minería, el campo o la industria del conocimiento. La caída en la industria también se reflejan en las decisiones adoptadas por muchas de las empresas que van desde el adelanto de vacaciones, hasta el congelamiento de horas extras. En el sector tienen claro que la situación no puede extenderse en el tiempo, sin embargo todavía no se ve luz al final del túnel.

“Hasta que el mercado interno no cobre mayor vigor no estamos viendo una recuperación. En el corto plazo no se avizora una rápida recomposición de la demanda, por eso no estamos viendo un rebote en ‘ve corta’ como algunos economistas mencionan. Y entendemos que esta recesión puede llevar varios meses”, evaluó Martín. “Nos preocupa, y sobre todo para las pymes es una situación muy difícil de afrontar. Si la salida a esta situación se demora mucho tiempo, las suspensiones se van a transformar en despidos. Es lo que queremos evitar, pero si seguimos con estos niveles de producción se hace muy difícil”, añadió.

Sin perjudicar lo local

En el sector industrial también preocupa la posible aprobación del RIGI dentro de la Ley Bases, que ya cuenta con media sanción en Diputados y se encuentra en debate dentro del Senado. El programa ofrece incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios para grandes proyectos de inversión que superen los 200 millones de dólares. Desde Fisfe se mostraron a favor de promover nuevas inversiones en el país, pero presentaron observaciones al programa, entendiendo que pone en una situación de ventaja a los nuevos inversores en relación a los productores existentes en la Argentina. “Un inversor nuevo va a estar tributariamente con un 30% de diferencia con respecto del productor nacional y la pone en una situación completamente desventajosa”, explicó Martin.

En ese marco, el organismo propuso que a los beneficios del programa se acceda a través de una ponderación en función de variables como las perspectivas de futuras exportaciones, la generación de empleo, o el desarrollo de cadenas locales. Es decir, que no sea solo el monto de la inversión lo que defina el ingreso al régimen, porque eso excluiría desde el vamos a un gran número de pymes. Asimismo, desde Fisfe cuestionaron que en el articulado de la ley no existe algún requisito que vincule a las nuevas inversiones con el entramado productivo local, que incentive el desarrollo del país.

Hoy la provincia de Santa Fe tiene 230 empresas que son proveedoras del sector del gas, el petróleo y la minería, los sectores que el gobierno nacional busca explotar. Muchas de ellas vienen trabajando en la Mesa del Gas, Petróleo y Minería de Santa Fe, que actualmente conduce el ministro de Desarrollo Productivo provincial, Gustavo Puccini. “Si las nuevas inversiones no se vinculan con el entramado productivo local, todas esas empresas no van a tener la posibilidad de continuar proveyendo a esos sectores”, expresó Martin. Y agregó: “A la Argentina no le sirve una inversión si se importa hasta el último de los bulones del proyecto. Necesitamos que se vinculen con la industria local”.

 

Estas inquietudes fueron transmitidas a los diputados nacionales por la provincia de Santa Fe, a través de una carta pública. Sin embargo, en la Cámara baja del Congreso el RIGI se aprobó sin modificaciones. Ahora esperan que los tres senadores santafesinos puedan hacerse eco de las modificaciones que proponen desde el sector. “Le explicamos el problema al gobernador, que lo comprendió y generó una comisión de trabajo, donde elaboramos un documento con las principales propuestas de mejora”, aseguró el dirigente industrial. Pero el trabajo en conjunto finalmente no se tradujo en la votación del proyecto. “Nos sorprendió realmente que la mayoría de los legisladores de la provincia de Santa Fe votaran a favor del proyecto sin ningún tipo de cambio”, finalizó.