Está agrandado Boca, confiado y lleno de fe en si mismo. Las victorias ante Racing y San Lorenzo y el empate copero que sacó en la semana en la altura insoportable de Potosí parecen haber fortalecido la autoestima y el juego del equipo. Era clave ganarle a Newell's en Rosario para afirmar las chances de clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional. Y Boca ganó 3 a 1. Sin Edinson Cavani entre los titulares (ni siquiera fue al banco) y con una solidez que le posibilitó no correr riesgos casi en ningun momento del partido.
Con este nuevo triunfo, el conjunto de Diego Martínez acumula cinco partidos sin derrotas entre los torneos locales y la Copa Sudamericana y todavía tiene pendiente la continuidad del encuentro suspendido ante Estudiantes que iría el próximo viernes o sábado por la noche en La Plata. Boca suma 22 puntos y está cuarto en el grupo B. Y todo el ambiente del fútbol sabe que si mantiene esta onda ganadora, será difícil poder bajarlo.
Boca fue esencialmente práctico y contudente. No había pasado gran cosa en el primer tiempo y le faltaba explosión cuando a los 28 minutos, aceleró Luca Langoni, sacó un derechazo cruzado que el arquero Ramiro Macagno desvió a un costado y Cristian Medina, de arremetida y de cabeza, transformó en el 1 a 0. Y estaba complicado en el arranque del segundo tiempo cuando a los 9 minutos, los delanteros xeneizes ganaron tres veces la pelota en el área rosarina y Langoni con un derechazo desde afuera, convirtió el 2 a 0.
Newell's es la contrapartida del estado de ánimo boquense. Nunca pudo construir una localía potente y en el estadio Marcelo Bielsa, perdió tres choques decisivos ante Racing, Central y ahora Boca. Ever Banega jugó 75 minutos. Pero no logró ser determinante, A Newell's le faltaron ideas para atacar y aunque los cambios del entretiempo (Cacciabúe por Esteban Fernández y Chiaverano por Jaime) lo mejoraron en algo, jamás estuvo en el partido con presencia ganadora.
Con mucho esfuerzo, Newell's logró descontar a los 43 minutos del complemento con un gran derechazo de Julián Fernández. Pero Boca resolvió todo de contraataque un minuto después con una gran corrida del reaparecido Frank Fabra bien definida por Kevin Zenón. Después de un comienzo con muchas dudas, Boca parece haber encontrado su juego y una base de jugadores que resultará esencial para Diego Martínez si, como parece, se logra la clasificación (con cuatro puntos de seis le alcanza).
La prioridad ahora pasa por la Copa de la Liga. Si esa apuesta llegara a ser así, Boca será candidato al título por una razón muy sencilla: gana los partidos que tiene que ganar. Y cree en sí mismo, lo que no es un buena noticia para nadie, más bien todo lo contrario.