Este lunes será un día clave para la Casa Rosada. Después de entender que el camino era la negociación, y tras semanas y semanas de reuniones y acuerdos "con la casta" —la misma que el presidente Javier Milei dice detestar—, finalmente llegarán al recinto de la Cámara de Diputados la Ley Bases y el Pacto Fiscal. Con ambos proyectos de ley, La Libertad Avanza pretenderá darle al Presidente facultades delegadas, desregular la economía, privatizar empresas públicas, llevar adelante una reforma laboral que fomenta la precarización, restituir el impuesto a las ganancias y también la extranjerización de las tierras, entre otras cuestiones.
Todo ello solo se podrá lograr con la ayuda de los gobernadores y de la oposición amigable que, a esta altura, se puede decir que terminaron siendo coautores de ambos proyectos. En la previa de la votación, la expresidenta Cristina Kirchner recordó que la Ley Bases también "autorizará al Poder Ejecutivo, 'por razones de emergencia', a rescindir o modificar los contratos de obra pública que hayan sido celebrados con anterioridad al 10 de diciembre del 2023".
La sesión comenzará este lunes al mediodía y se calcula que se extenderá, posiblemente, hasta el miércoles a la madrugada. El domingo, los opositores que ya adelantaron que votarán a favor del gobierno salieron, sin embargo, a pedir que "el poder Ejecutivo baje los decibeles". El encargado de transmitir el mensaje por los medios de comunicación fue el presidente del bloque Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto. Lo hizo tras una entrevista que dio el Presidente en la que volvió a cuestionar a los legisladores: "El Congreso fue una máquina de impedir hasta este momento", provocó.
“Para construir la unidad nacional hay que bajar los decibeles desde el Poder Ejecutivo”, dijo el diputado y agregó que “si no estás de acuerdo con algo sos una casta que no sirve. Yo entiendo el juego, pero lo que sirve para ganar no sirve para gobernar”. Más allá de la advertencia, Pichetto volvió a dejar en claro que él y su bloque acompañarán a LLA cuando sostuvo que cree “que el Gobierno debe tener los elementos para gobernar”, y añadió, incluso, que “si el Gobierno hubiera hecho una ley más acotada en diciembre ya la hubiera tenido”.
El que salió a responderle a Pichetto fue el diputado de Unión por la Patria, Leopoldo Moreau: "Los opositores 'dialoguistas' o 'dadores de gobernabilidad' acaban de organizar una cadena de oración rogando que hoy Milei no siga haciendo declaraciones. Los deja muy expuestos cuando mañana tengan que levantar la mano para darle poderes extraordinarios a este Presidente", criticó.
En el oficialismo consideran que tendrán los 140 votos necesarios para la aprobación de la Ley Bases en general, pero aún resta saber qué pasará a último momento con la votación en particular. Si bien hubo un trabajo previo de la Casa Rosada con gobernadores y jefes de bloque —cosa que no había ocurrido en el fallido intento anterior— hay algunos puntos que todavía están en duda y, además, es posible que la oposición, incluso amigable, quiera introducir modificaciones de último momento.
Antes de que comience el debate en la Cámara Baja, en la calle Azopardo, donde se encuentra la sede de la CGT, habrá una reunión importante. Allí se reunirá la mesa chica de la central obrera y van a terminar de analizar el articulado de la reforma laboral. El proyecto original de la nueva reforma lo hizo el bloque de la UCR y se introdujo a último momento en la Ley Bases. En la versión final, sin embargo, se eliminaron capítulos que iban a complejizar su aprobación, como el que proponía quitar la obligatoriedad de pagar las cuotas solidarias, que perjudicaba a los sindicatos. Si bien la reforma cuenta con el apoyo de la UCR, el PRO y HCF, es posible que los radicales que responden a Rodrigo De Loredo quieran volver a introducir las partes complejas y antisindicales una vez que el proyecto se trate en el recinto.
En la CGT adelantaron a este diario que en la reunión del lunes la mesa chica va a analizar "dos o tres artículos que quedan por revisar", de la reforma laboral, pero aclaran que "gran parte ya se superó". Es decir, el Gobierno no solo contaría con el apoyo de los bloques amigables y de un grupo significativo de gobernadores, sino también de la CGT en ese aspecto. El ministro del Interior, Guillermo Francos, fue el que durante las últimas semanas se reunió con todos ellos para consensuar y llegar a los acuerdos necesarios. También estuvo encargado de esa tarea el asesor del presidente, Santiago Caputo —garantía de que Milei estaba al tanto de todo lo que ocurría— y en la mayoría de las reuniones también participó el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Este lunes Francos viajará a Santa Fe, donde participará de un evento en Rosario con intendentes de esa provincia.
En Diputados hicieron el cálculo y llegaron a la conclusión de que la votación podría llegar a tener lugar el miércoles. Por ese motivo, el oficialismo intentará acelerar el proceso lo más que pueda —incluso eliminando los cuartos intermedios—, para que los diputados puedan levantar la mano antes de la marcha que la CGT, la CTA y los movimientos sociales anunciaron que harán el miércoles por el día del trabajador.
Una vez que se traten ambas leyes en la Cámara de Diputados, si los resultados son los que la Libertad Avanza espera, el debate seguirá en el Senado de la Nación. Si bien Francos tuvo algunas reuniones con senadores durante los últimos días —en las que también estuvo presente la vicepresidenta, Victoria Villarruel— el escenario es más incierto. Los senadores no estuvieron en las reuniones previas que sí se hicieron desde el Ejecutivo con los diputados durante las últimas semanas y eso puede llegar a empantanar el tratamiento en la Cámara Alta. En Casa Rosada, de todas formas, son optimistas y esperan tener la aprobación de los proyectos en las dos cámaras antes del 25 de Mayo. Ese día Milei convocará a los gobernadores —solo a aquellos cuyos legisladores hayan acompañado la Ley Bases— a firmar el famoso "Pacto de Mayo".