Días atrás tuvo lugar el II Encuentro de Negritudes del PSOL en Salvador de Bahía (Brasil). Del evento participaron autoridades partidarias, militantes e intelectuales de todo Brasil. Renata Souza fue una de las personalidades que expusieron en las extensas jornadas, y tras su alocución se tomó unos minutos para conversar en exclusiva con Negrx.
Originaria y criada en la Favela da Maré de Rio de Janeiro, Renata Souza se erige como un símbolo de resistencia y lucha. Como mujer negra, feminista y defensora de los derechos humanos, su voz resuena con fuerza en los pasillos del poder. En 2018 fue elegida diputada estadual con un impresionante respaldo de 63,937 votos, lo que la convirtió en la política más votada entre los partidos de izquierda de Río de Janeiro.
Su trayectoria está entrelazada con la de Marielle Franco, con quien colaboró durante 12 años, desempeñando un papel crucial como su jefa de gabinete. Renata siguió el legado de Marielle al convertirse en la cuarta mujer negra en presidir la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de Estado de Río de Janeiro. Además, su vínculo con la familia de Marielle es profundo, ya que la hija de esta última forma parte de su equipo de trabajo en la actualidad.
Renata desafió las adversidades para convertirse en la primera universitaria de su familia, obteniendo una Licenciatura en Periodismo y un Doctorado en Comunicación y Cultura. Su investigación doctoral arrojó luz sobre el impacto de la militarización en la vida cotidiana de los jóvenes de las favelas, y ahora, en su proyecto postdoctoral, se centra en la participación política de las mujeres negras. Su compromiso va más allá de la academia y la política. Renata ha acuñado el término "feminicidios políticos", destacando la brutal ejecución de Marielle Franco como un símbolo de la violencia dirigida a las mujeres en el ámbito político.
¿Cuál es la importancia y el objetivo principal del II Encuentro de Negritudes del PSOL? ¿Cuál es la génesis de estos encuentros dentro de la rama negra del partido?
Este encuentro es fundamental para nuestro partido, que siempre ha sido protagonista en Brasil en relación a la lucha antirracista. Es necesario construir una alternativa, para que la gente pueda superar la desigualdad de clase, de género y de raza, pero con una perspectiva, con una estrategia y con una metodología que tenga como protagonista de su propia historia a la población negra. Este Encuentro tiene como responsabilidad construir espacios de poder en el país.
El primer Encuentro no fue masivo como este. No tuvo tanta adherencia de la gente del partido. En cambio en este caso, vinieron representantes de todo el país. Además, al hacerlo en Salvador de Bahía vinieron los representantes del partido de los sectores más empobrecidos. Donde la desigualdad es un abismo, en educación, en salud, en todo. En este sentido, es importante que estas personas sean parte de la reconstrucción de un nuevo programa político que encare todos estos desafíos.
Una porción significativa de los sectores populares eligen las opciones de la ultraderecha, vos como una representante de la negritud de izquierda, ¿Qué mensaje tenés para esos sectores?
La opción está de este lado, porque nosotros no negociamos con la vida del pueblo negro, no mercantilizamos nuestras luchas, y es fundamental que en esa perspectiva no queremos representaciones vacías y vaciadas por la lógica del poder, donde algunas personas negras son integradas a una estructura de poder, pero no consiguen en esa estructura llevar adelante las luchas importantes para el pueblo negro. Un mensaje que no podemos eludir es que la representación de un rostro negro debe ser para erosionar el sistema desde las pautas del pueblo negro, no para acomodarse ante las políticas de muerte que se le propuso siempre al pueblo negro. Esto sirve para Brasil, pero también para el resto de América y el Caribe. Para superar el capitalismo necesitamos racializar el debate desde una perspectiva latinoamericana, y eso incluye sin dudas a las personas afrodescendientes.
En Brasil cada 23 minutos dan muerte a un joven negro. O el Estado mata o deja morir. Es la necropolítica. A vos te toca de cerca este tema porque fuiste compañera de camino de Marielle Franco. ¿Cómo impactó su crimen en vos particularmente y en el partido?
El feminicidio político de Marielle Franco fue un antes y un después. Su papel en la política era importantísimo, por su perspectiva, porque era una mujer negra, favelada, lgbt, significaba un desafío incómodo para el poder instituido. Un poder instituido en manos de hombres blancos. Marielle era ese símbolo que desafiaba al poder.
¿Cómo se conocieron?
Ambas nos criamos en la Favela de Maré, que es una de las favelas más grandes del Estado de Río de Janeiro, con unos 140 mil habitantes, es una ciudad dentro de Río. Ahí construíamos juntas desde una perspectiva de defensa intransigente de los derechos humanos, de la vida de las personas que estaban y están en condiciones de desigualdad extrema.
Brasil enfrentará elecciones en octubre, ¿Cómo evalúas el panorama en Río de Janeiro?
El bolsonarismo está fuerte, pero no tengo dudas que somos la esperanza. Es necesario que los movimientos sociales estén activos, y la sociedad civil organizada participe. Nosotros somos la alternativa al neofasismo que propone el bolsonarismo, eso representan nuestros candidatos. Tenemos un programa con la radicalidad necesaria para enfrentar al capitalismo y por la defensa de los derechos.