Desde Posadas

Misiones vive un escenario de tensión inédito para la provincia, al menos desde que es dominada por el Frente Renovador de la Concordia que en 2003 fundó el dos veces gobernador y actual legislador Carlos Rovira. En una escalada que recuerda los inicios del conflicto que tuvo en vilo a Jujuy durante varios meses del año pasado, distintos sectores comenzaron a manifestarse desde hace una semana contra el congelamiento salarial dispuesto por Hugo Passalacqua, primer mandatario provincial y cuñado de Rovira, ya que es esposo su hermana Viviana, exministra de Ecología y actual presidenta del Instituto Misionero de Biodiversidad. El reclamo salarial de un grupo de policías y la toma del Comando Eléctrico terminó de encender la mecha.

Los primeros reclamos en Misiones por la readecuación de haberes pulverizados por la inflación surgieron de parte de distintos sindicatos docentes, los cuales --en un hecho poco frecuente-- unieron sus fuerzas, incluso a pesar de sus notorias diferencias, para llevar adelante acciones de protesta. Así, a lo largo de la semana se sucedieron cortes de calles, movilizaciones y hasta el acercamiento a la entrada de la legislatura provincial, donde el jueves se produjeron enfrentamientos con efectivos policiales mientras adentro se celebraba una sesión. El parlamento de Misiones es encabezado por Oscar Herrera Ahuad, otro exgobernador de la Renovación, y presidido por el propio Rovira. Acaso presuponiendo el volumen de la protesta, ambos habían solicitado un vallado que terminó arremetido por los docentes.

Un día antes de esta manifestación, se había producido otro hecho que puso en alerta al núcleo del Frente de la Concordia: el vicegobernador Lucas Romero Spinelli debió retirarse a toda velocidad de uno de los edificios de Canal Doce, el principal multimedio de la provincia, luego de que fuera descubierto concediendo una entrevista. En un video que se hizo viral, se observa cómo la camioneta que conducía a Romero casi embiste a una moto en su desesperación por abandonar el lugar. Para colmo, esa misma mañana un gendarme había amedrentado a maestros y profesores que cortaban la Ruta Nacional 14, a la altura de la ciudad de San Vicente, con una advertencia escalofriante: “Lo que yo no quiero es sacar mi escopeta y tirarle a un docente”. 

Una nueva dimensión de la protesta

Sin embargo, los reclamos adquirieron una dimensión desconocida el viernes, cuando la ciudad de Posadas amaneció con la noticia de que el Comando Radioeléctrico había sido tomado por centenas de policías. Hasta entonces distintos efectivos en ejercicio y retirados habían acampado en los alrededores de la esquina entre Uruguay y Félix Bogado por reclamos similares a los que estaban haciendo docentes y también, personal de salud. Pero esta nueva medida dotó a la batería de protestas de otro volumen y volvió inocultable el humor social contra la logia política que administra Misiones desde hace más de dos décadas, la cual se ha jactado de conceder empleo y salarios por encima de la media de otros gobiernos provinciales.

El gobernador solicitó expresamente la ayuda de la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich. Esto muestra el nivel de alarma generada en el gobierno por la presencia de gazebos, móviles policiales y gomas incinerándose sobre el barrio posadeño El Palomar. La consecuencia de esto fue la creación de un Comité de Crisis integrado también por fuerzas federales. Además, Bullrich decidió enviar 200 gendarmes. Estas decisiones cayeron bastante mal entre los efectivos protestantes, pues denuncian que a partir de entonces fue desactivada la mesa de negociación abierta por la administración del Frente Renovador. A la vez circuló la noticia de que un cuerpo de Gendarmería de Rosario estaba presto para recortar los 900 kilómetros de distancia hasta Posadas e intervenir en la disuasión del conflicto una vez que Bullrich diera la señal de largada.

Las negociaciones públicas entre Passalacqua y Bullrich también ponen evidencia lo que hasta entonces era un secreto a voces: la alianza estratégica que el gobierno de Misiones estableció con el de Javier Milei, lo cual le granjeó al Presidente los votos de los diputados nacionales de la Renovación para la media sanción de la Ley de Bases a cambio del giro a la provincia de fondos que le son retaceados a otras provincias. El pacto, aseguran, se extiende por lo menos hasta el 2025, año en el que cual el Frente de la Concordia y La Libertad Avanza planean jugar de manera coordinada en las elecciones de medio término. Sin embargo, este flirteo entre el rovirismo y el mileísmo no encuentra correlato en la vida cotidiana de los misioneros, castigados como los habitantes del resto del país por la inflación descontrolada y la pauperización de la calidad de vida. 


Más leña al fuego

En ese nuevo contexto, el gobierno misionero redobló la ofensiva con el anuncio que el sábado por la tarde hizo el ministro Marcelo Pérez en un mensaje grabado: “Hemos realizado las denuncias penales pertinentes contra aquellas personas con estado policial que han cometido, entre otros delitos, robos y hurtos calificados, sedición, incitación a la violencia, interrupción de comunicaciones y transporte”. Pérez ninguneó el reclamo policial al adjudicárselo a un “pequeño grupo”, pese a que para ese entonces los manifestantes superaban el millar y seguían sumándose otros tantos.

“Vamos a seguir acá hasta las últimas consecuencias”, expresó Ramón Amarilla, policía retirado y portavoz del enclave que al cierre de esta edición ocupaba al menos cuatro cuadras alrededor del Comando Radioeléctrico de Posadas. Las consecuencias de un enfrentamiento entre la Gendarmería Nacional y la Policía de Misiones aterran de solo imaginarlo y fueron tomados como una provocación en los distintos puntos de cortes y reclamos, quienes observan con angustia que la única reacción del gobierno provincial es la amenaza de represión.

A una cuadra del acampe policial hacen lo propio los docentes, ubicados en la esquina de Uruguay y Trinchera de San José, con idéntica modalidad de protesta. Todos los focos de manifestación se mecen entre la amenaza de la intervención de Fuerzas Federales para desalojar los cortes a como dé lugar y la promesa de aumentos salariales que el gobernador Passalacqua anunciará el lunes, aunque presumiblemente con valores por debajo del 100 por ciento que piden los distintos sectores en pugna. 

Mientras tanto la zozobra invade la hasta inalterable tranquilidad misionera,  alterada por la resistencia que distintos frentes deciden oponerle al Frente Renovador de la Concordia por primera vez en su historia.