El líder de la extrema derecha neerlandesa, Geert Wilders, alcanzó este miércoles un acuerdo provisional con tres partidos de centroderecha para formar un nuevo gobierno en Países Bajos. Sin embargo, los cuatro partidos aún no decidieron el candidato a primer ministro y quedan otros puntos clave por tratar más adelante, como las pensiones.
El acuerdo fue realizado entre el Partido de la Libertad (PVV) de Wilders, que había ganado las elecciones de noviembre, y los partidos de centroderecha: el Liberal VVD, el democristiano Nuevo Contrato Social (NSC) y el partido de los granjeros BBB. Todavía no se sabe prácticamente nada sobre el contenido del acuerdo, más allá de que está previsto que recoja una política de asilo más estricta, mejoras en la seguridad social, la construcción de más viviendas y acuerdos importantes sobre el futuro de la agricultura y la pesca.
Los grupos parlamentarios de los cuatro partidos analizarán ahora lo acordado, antes de que se envíe el acuerdo al resto de la Cámara, un análisis que podría llevar tiempo en el caso de algunos partidos, como el VVD, según adelantó su líder, Dilan Yeşilgöz, quien celebró que se hayan dado pasos finales importantes y aseguró que las recientes conversaciones se realizaron en un buen ambiente. Si los grupos parlamentarios no tienen objeciones sobre el acuerdo, entonces habrá una presentación pública del texto, pero no está claro cuándo se producirá eso.
El nuevo premier
Aún no está claro quién dirigirá el gobierno de coalición de derechas y sustituirá a Mark Rutte, candidato al puesto de secretario general de la OTAN. El líder de NSC, Pieter Omtzigt, señaló a la prensa local que se baraja un nombre. "Se propuso un candidato, pero dejo que el señor Wilders se encargue de hablar sobre eso. No voy a responder sobre un nombre que no se hizo público", dijo el democristiano.
Wilders tampoco quiso hacer más comentarios en este sentido. “Tenemos un acuerdo, así que eso es una buena noticia”, celebró el ultraderechista, quien el día anterior había declarado que si su partido formaba parte por primera vez de un gobierno
neerlandés sería un día histórico.
El nuevo primer ministro tendrá un rol clave en la composición de su equipo, el cual se espera que sea un gobierno parcialmente tecnócrata, es decir, más independiente de los grupos parlamentarios de los cuatro partidos. Los ministros podrán ser miembros de los partidos socios de gobierno, de otros partidos o expertos externos a la política. La última vez que el gobierno neerlandés estuvo compuesto de esta manera fue en 1918, subrayó la agencia de noticias AFP.
Entre los nombres que más circulan en la prensa local para este cargo está el socialdemócrata Ronald Plasterk, ministro de Educación entre 2007 y 2010, y de Interior y Relaciones del Reino entre 2012 y 2017. En 2018, fundó Frame Therapeutics, empresa que desarrolla su enfoque patentado para la inmunoterapia contra el cáncer basado en un análisis de ADN y ARN del tumor. También trabaja como profesor en la Universidad de Ámsterdam y es columnista en el diario local De Telegraaf.
El camino hacia el nuevo gobierno
Las negociaciones entre los partidos de derecha se produjo tras la victoria de Wilders en las elecciones generales del pasado 22 de noviembre. Este alcanzó el poder con un discurso antiislámico en un país que había hecho de la tolerancia una de sus banderas, pero tuvo que renunciar a su aspiración a dirigir la quinta economía europea para desbloquear el diálogo con los otros partidos. "No lo olviden: algún día seré primer ministro de Países Bajos. Con el apoyo de aún más neerlandeses", afirmó Wilders tras retirarse. "Si no es mañana, será pasado mañana, porque las voces de millones de neerlandeses serán escuchadas", agregó.
El ultraderechista logró 37 de los 150 escaños del Parlamento, donde están representados 15 partidos, por lo cual necesita el apoyo de otros 39 escaños para alcanzar una mayoría de 76. Como parte de las negociaciones, los otros tres líderes de partidos también tomaron la misma decisión que Wilders y no son candidatos al cargo de primer ministro.
Las elecciones habían sido convocadas anticipadamente después de que Rutte anunciara la disolución del Ejecutivo el pasado julio debido a discrepancias en la política migratoria del país. “No es ningún secreto que los socios de la coalición tienen opiniones muy diferentes sobre la política migratoria”, declaró Rutte en una rueda de prensa. "Desgraciadamente, tenemos que concluir que aquellas diferencias son irreconciliables. Es por eso que inmediatamente entregaré al rey la renuncia de todo el gabinete por escrito”, añadió Rutte, tras 13 años de gestión en el país europeo.
Durante meses la coalición, integrada por cuatro partidos de centro derecha, intentaba llegar a un acuerdo para aplicar cambios sobre la migración. Una de las propuestas incluía crear dos clases de asilo: temporal para quienes huyen de los conflictos armados y permanente para los que huyen por persecución (por motivos políticos, religiosos o de orientación sexual).
Además, se proponía reducir a 200 la cantidad de familiares a los que se les permite reunirse con los solicitantes de asilo en el territorio nacional y un periodo de espera de dos años antes de que puedan viajar a Países Bajos. Sin embargo, los debates pusieron de manifiesto las diferencias ideológicas entre los miembros de los partidos, porque unos no apoyaban en ese momento la política de mano dura contra los migrantes y otros abogaban por medidas más contundentes.