La actividad de la construcción se contrajo 42,2 por ciento en marzo en comparación con igual mes del año pasado, con lo que cerró el primer trimestre con una fuerte baja del 30,3 por ciento. Así lo informó el Indec. En paralelo, el organismo comunicó que se desplomó 11,6 por ciento la mano de obra formal del sector y se redujo 12,1 por ciento la superficie autorizada para nuevas obras. Estas últimas cifras corresponden al mes de febrero.

El ajuste que lleva adelante el gobierno de Milei provocó un desplome de la economía y en particular de la construcción, que tiene un alto efecto multiplicador y tracciona sobre el empleo.

Los datos del consumo aparente de los insumos para la construcción registraron bajas de 69,2 por ciento en asfalto; 54,3 por ciento en hierro redondo y en aceros para la construcción. En esa línea, también se ubicó la caída en placas de yeso, hormigón elaborado, ladrillos huecos, cemento portland, mosaicos graníticos y calcáreos, cales, pisos y revestimientos cerámicos y artículos sanitarios de cerámica.

Los resultados obtenidos por la encuesta cualitativa de la construcción, realizada a grandes empresas del sector, muestran expectativas desfavorables con respecto al nivel de actividad esperado para el período abril-junio de 2024. El 53,3 por ciento de las empresas que realizan principalmente obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará durante los próximos tres meses, mientras que 39 por ciento estima que disminuirá y 7,7 por ciento que aumentará.

La construcción es un sector mano de obra intensivo y además sensible a los cambios de ciclo: ante señales de crecimiento responde rápidamente al alza, y viceversa. Además de esta condición estructural, el sector viene siendo uno de los más castigados por la política económica oficial de paralización de las erogaciones del Estado nacional. En particular, la obra pública financiada por Nación presenta un grado ínfimo de ejecución. También impacta en el rubro la caída estrepitosa de las transferencias a las provincias, que también son fuente de financiamiento de proyectos.

El impacto a nivel laboral del derrape de la construcción viene siendo preocupante. El secretario de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, advirtió que en el último mes se perdieron "casi 100 mil puestos de trabajo" en el sector. "Hay una situación social donde todo el ajuste y la recesión tienen que ir acompañado con una política de ingresos”, pidió Martínez.