Pasan las horas y la salud del lonko de la comunidad mapuche en Resistencia de Cushamen, Facundo Jones Huala, se debilita cada vez más. Tomó la decisión de endurecer la medida de fuerza que viene realizando desde hace más de dos semanas y comenzó una huelga de hambre seca. El líder político y espiritual de la Lof chubutense donde apareció muerto Santiago Maldonado dejó de consumir líquidos pero siguió haciendo declaraciones, y ayer acusó al gobierno de Mauricio Macri de “ejercer el terrorismo de Estado” contra las comunidades indígenas y “otros pueblos oprimidos”. Durante la jornada estuvo a punto de ser trasladado desde la Unidad 14 de Esquel porque comenzó a fallarle el riñón, en el que tiene un tumor. En ese momento su madre Isabel Huala informó que habían cesado los vómitos pero padecía fuertes dolores de cabeza y mareos. “A la espera de una respuesta de los jueces, mantiene su Newen (fuerza), su estado es de ansiedad”, respondió cuando le preguntaron por la presentación del habeas corpus para que pueda realizar la ceremonia del año nuevo según la tradición mapuche.
“Acá estoy, aguantando y un poco enfermo”, subrayó el referente que también pretende despertar la atención de los organismos internacionales. Los representantes comunitarios que reclaman su liberación en la ciudad de Esquel responsabilizaron a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al presidente Macri por “la vida y la integridad física del lonko, su familia y su comunidad”. Por la tarde, el juez federal Gustavo Lleral rechazó el habeas corpus y hoy la defensa de Jones Huala acudirá a la Cámara de Apelaciones. “No se quieren hacer cargo, nadie nos da respuesta, entre todos tenemos que encontrarla”, dijo su tío, Martiniano Jones Huala.
En tanto, la Asociación Madres de Plaza de Mayo se solidarizó con Jones Huala y convocó a las 10 de hoy en la Casa de las Madres para exigir su liberación y la de todos los presos políticos.
El lonko de Cushamen –que también espera si la Corte Suprema confirma su extradición a Chile por la causa de un incendio en el que todos los acusados fueran absueltos– había iniciado la huelga de hambre pero mantenía la ingesta de líquidos luego de que el Servicio Penitenciario le negara la realización de la ceremonia del Wiñoy Tripantu (año nuevo indígena) dentro del penal. Para que esto pueda realizarse de acuerdo a la práctica ancestral es necesaria una cantidad de personas superior a la que las autoridades penitenciarias le aprobaron el ingreso, según explicaron sus allegados. “Le dije al juez que lo que había resuelto era una falta de respeto a nuestra cultura y espiritualidad, no me pudo responder sobre el significado de nuestra ceremonia, lo mismo hizo Lleral”, dijo a PáginaI12 Andrea Millañanco. “Es como si ellos hicieran una misa y se la corten por la mitad, sin dar las bendiciones, es necesario discutir el protocolo carcelario para un preso político mapuche, desconocen a un pueblo preexistente y eso indigna y nos llena de bronca”, agregó.
El otro reclamo de Jones Huala es contra el juez Gustavo Villanueva, quien ordenó la detención de Lautaro González y Fausto Jones Huala, los jóvenes que bajaron herido a Rafael Nahuel del cerro poco antes de morir por una bala de la Prefectura, el 25 de noviembre. “Es alentador ver que la gente está luchando por sus derechos y se abre el camino a una lucha más grande. Entre ellos hay maestros de origen mapuche”, destacó el dirigente.