Contra todos los argumentos que plantearon diferentes áreas de trabajo de la ONU y de la OEA para exigir al Gobierno argentino que libere a la dirigente social Milagro Sala por considerar que su detención es arbitraria y violatoria de los derechos humanos, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, volvió a justificar su prisión preventiva, a quien acusó de corrupta y de tener “experiencia en amenazar personas”. Como es habitual en su discurso, vinculó a la dirigente social y a su organización con el Frente para la Victoria, al apuntar que “detrás de esta trama cae un modelo de corrupción, por eso el Frente para la Victoria está detrás” y opinó que “Cristina (Fernández de Kirchner) también tendría que estar presa”.
Hace más de dos meses que el grupo de trabajo sobre la detención arbitraria de Naciones Unidas determinó, en base a una denuncia que elevaron organismos de derechos humanos nacionales, que Milagro Sala debe ser puesta en libertad ya que su detención no está debidamente justificada y genera una violación a los derechos humanos de la dirigente. Tras esa resolución, que el gobierno nacional decidió no acatar, llegaron otras del mismo organismo y de otros, como la OEA y su corte interamericana. No obstante, Morales continúa planteando la situación de Sala en clave de enfrentamiento y en tono de “liberación” de la provincia que gobierna desde diciembre de 2015. “No dábamos más con la violencia, con las amenazas y con todo lo que se robaron, gozamos de la paz que vamos a cuidar y defender”, manifestó sin ofrecer argumentos.
De todos modos, el libreto de la construcción de paz con el que viene esquivando las críticas que por mantener presa a Sala recibió su gestión y el gobierno nacional de organizaciones argentinas y de organismos internacionales quedó a un lado al ser entrevistado ayer por Radio Mitre. “Milagro Sala se robó todo. Está en prisión por la causa de los 29 millones de pesos, por una causa de corrupción, no está presa por el acampe”, opinó el gobernador jujeño quien comenzó a levantar temperatura a medida que avanzaba la charla. Morales hizo referencia a la sentencia que la semana pasada proscribió a Sala y la condenó a tres años de prisión en suspenso por considerarla instigadora de un escrache del que fue víctima años atrás. “La sentencia de la semana pasada confirma que la matriz no sólo era de corrupción, sino también de violencia y amenazas. Si hay un caso en la Argentina donde está bien planteada la prisión preventiva, es el caso de Milagro Sala”, señaló.
El gobernador tomó por probadas las acusaciones que recaen sobre Sala y otros miembros de la Tupac y afirmó que “se robaron los fondos de 1835 viviendas y hay más 500 viviendas que están a medio construir. Esto está en una mega causa por la que ya ha sido imputado y llamado a declarar (el ex secretario de Obras Públicas) José López y que también va a tener como involucrado a (el ex ministro de Planificación Federal) Julio De Vido”. De allí, saltó directo al Frente para la Victoria y a la ex presidenta Cristina Fernández. “Detrás de esta trama cae todo un modelo de corrupción, por eso el Frente para la Victoria está detrás. También es un tema que puede tocar a Cristina, que desde mi punto de vista tendría que estar presa”, disparó.
Luego aseguró que el presidente Mauricio Macri “conoce lo que ha ocurrido en el país y particularmente con la matriz de corrupción”, cuando lo consultaron sobre su dialoga con el primer mandatario acerca de la situación de Sala. Continuó con evasivas: “Jujuy es la punta del iceberg de una matriz de corrupción con un componente de violencia extrema. Acá está funcionando el Poder Judicial independientemente, están dadas las garantías”.
Sobre el contenido de las resoluciones y advertencias que la ONU y la OEA realizaron al Gobierno nacional sobre el carácter arbitrario del encierro de Sala y la necesidad de liberarla para que el país no incurra en violaciones a normativas regionales de rango constitucional fronteras adentro, Morales tampoco dio crédito. “Les falta información”, espetó.
Al secretario general de la OEA, Luis Almagro, volvió a acusarlo de “kirchnerismo explícito” y de “dar opiniones escuchando una sola campana”. A la Corte Interamericana de Derechos Humanos la atacó por su integrante argentino, el ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni: “Los organismos internacionales tienen que intervenir pero no en términos de opinión”. Contrario a lo que plantean los procedimientos a nivel internacional, Morales sigue encaprichado en no obedecer a las exigencias basadas en derechos humanos universales. “Las decisiones de la OEA se aceptan, si la CIDH resuelve una cautelar y dice que tal persona tiene que quedar libre”, concluyó el mandatario.