Un recorte en términos reales del salario de docentes y no docentes deteriora el poder adquisitivo de los trabajadores, impactando sobre la calidad universitaria.
Aun cuando el año paritario de los universitarios va de marzo a marzo, los docentes recibieron un primer adelanto del 5 por ciento a cuenta de futuros aumentos recién en el mes de mayo. El segundo aumento del 5,8 por ciento fue pagado en agosto, cuando la inflación acumulada entre marzo y junio promediaba el 14,7 por ciento. Esto indica que sus salarios, a la fecha, se encuentran 3,9 por ciento debajo de la inflación. El 27 de agosto, el Gobierno hizo una nueva oferta con un anticipo del 4,8 por ciento para septiembre, la que también fue rechazada. Cabe recordar que en 2016 los salarios docentes cerraron un 7 por ciento abajo de la inflación registrada.
En el caso de los salarios no docentes, y ante el pedido de reapertura de paritarias que habían cerrado en torno al 15 por ciento, la respuesta del gobierno fue adelantar a septiembre la última cuota de aumento salarial prevista para noviembre, para volver a reunirse en el mes de octubre. Aunque la parte sindical aceptó esta propuesta, es evidente que se está lejos todavía de resolver el problema de fondo, más aún cuando la inflación proyectada para todo el año se espera que sea superior al 32 por ciento.
Dado que conforman entre el 85 y el 90 por ciento del presupuesto total, los salarios de los trabajadores docentes y no docentes son medulares para el sistema universitario nacional. Y lo son también porque en base a dichas partidas se estiman los gastos de funcionamiento de las universidades.
Un incremento en los costos de funcionamiento de las universidades como producto de los aumentos de las tarifas de los servicios públicos, de los efectos de la devaluación y de la inflación, combinado con un atraso y subejecución del presupuesto aprobado.
Es evidente que las metas de inflación (15,7 por ciento) y el valor del dólar (19,3 pesos) calculados en la ley de Presupuesto 2018 quedaron muy lejos de la realidad, arrastrando consigo la capacidad adquisitiva de los presupuestos universitarios. Desde mediados de diciembre a la actualidad la devaluación del peso supera el 50 por ciento y la inflación desde enero a julio acumula un 19,6 por ciento. Dado que estas diferencias no fueron compensadas, esto no puede sino generar serias dificultades para el funcionamiento de las universidades.
El impacto del traslado a precio de la inflación y de la casi permanente devaluación en la que vivimos se ven agravados, además, por el retraso en el envío de distintas partidas presupuestarias. Este retraso desactualiza aún más la capacidad de adquisición de los recursos necesarios para la vida universitaria. En este punto nos estamos refiriendo no sólo a la compra de bienes requeridos para el funcionamiento cotidiano, sino al impacto derivado del aumento de las tarifas de servicios, de los alquileres, de los combustibles y de diversos insumos con componentes importados, en general equipamientos y elementos tecnológicos y de laboratorios para distintos campos de las ciencias.
A esto debe sumarse la subejecución de fondos destinados a las obras de infraestructura universitaria. El recorte de estos fondos genera un perjuicio presente y futuro que nos obliga a funcionar en forma inadecuada, a pagar alquileres onerosos, muchas veces significa la imposibilidad del dictado de carreras o su desarrollo en condiciones de gran precariedad, el hacinamiento de estudiantes o la obsolescencia de aulas y equipamientos.
Existe así un problema real con la ejecución del presupuesto universitario vigente, agravado por las condiciones que mencionamos anteriormente. Según consta en la última actualización del Presupuesto Abierto del Ministerio de Economía (22/8/18), cuya página web es de acceso público (www.presupuestoabierto.gob.ar/sici/), del presupuesto que se debía de haber ejecutado a esa fecha, o sea $74.976 millones, se ejecutó efectivamente sólo el 83 por ciento. Como resultado de esa ejecución parcial, hay una deuda para con las universidades de $12.667 millones.
Esa deuda, que explica la demora en el envío de fondos comprometidos con las consecuencias a la que nos referimos antes, está compuesta por $2005 millones en programas de becas, $1796 millones en gastos de funcionamiento de universidades, $415 millones en programas de investigación científica, $2.261 millones en infraestructura universitaria, $1973 millones del programa FUNDAR. El resto de la deuda se compone de demoras en asistencia a Educación y Cultura ($2552 millones), asistencia financiera a hospitales universitarios ($288 millones), salarios docentes, no docentes y de autoridades ($1114 millones), y otros gastos ($273 millones).
Estas condiciones, que afectan el funcionamiento normal de nuestras instituciones y ponen en riesgo su desarrollo y crecimiento, se dan acompañadas por acciones de judicialización y de desprestigio que operan sobre la imagen social de las universidades públicas con el objetivo de legitimar lo que está aconteciendo. Ello ocurre además, en un contexto en el cual los pagos por los servicios de la deuda compiten con otras inversiones estratégicas del sector público. Así es que en términos de la relación deuda-presupuesto universitario, en 2016 se pagaron en servicios de deuda, el equivalente a 4.8 presupuestos universitarios, 3,6 en 2017 y probablemente sean 4 en 2018.
Por estos motivos, en el año del Centenario de la Reforma Universitaria, quienes estamos al frente del gobierno de las universidades nos oponemos al ajuste que se lleva adelante sobre el sector educativo y, en particular, sobre las Universidades Públicas. Sostenemos con convicción que la Educación Superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber indelegable del Estado.
* Rectores de UNGS, UNA, UNQ, UNER y el Comahue, respectivamente. También firman los rectores Luis Negretti (UNVM), Ana Jaramillo (UNLa), Roberto Rovere (UNRC), Fabián Calderón (UNLaR), Carlos De Marziani (UNPSJB), Aníbal Sattler (UADER), Hugo Rojas (UNPA), Juan Castelucci (UNTF) y Adrián Cannellotto (UniPe).
También firman:
Vicerrectorxs
Pablo Bonaldi, (vicerrector Universidad Nacional de General Sarmiento)
Diana Piazza (vicerrectora Universidad Nacional de las Artes)
Alfredo Alfonso (vicerrector Universidad Nacional de Quilmes)
Carlos Rodríguez (vicerrector Universidad Pedagógica Nacional)
Adriana Caballero (vicerrectora Universidad Nacional del Comahue)
Aldo Paredes (vicerrector Universidad Nacional de Villa María)
Nerio Neirotti (vicerrector Universidad Nacional de Lanús)
Jorge González (vicerrector Universidad Nacional de Río Cuarto)
José Gaspanello (vicerrector Universidad Nacional de La Rioja)
Juan Bozzolo (vicerrector Universidad Autónoma de Entre Ríos)
Adriana Urciuolo (vicerrectora Universidad Nacional de Tierra del Fuego)
Decanxs:
Carolina Mera (Decana Faculta de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires)
Graciela Morgade (Decana Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires)
Alejandro Ruidrejo (Decano Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta)
Juan Pablo Abratte (Decano Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba)
Mirta Iriondo (Decana Facultad de de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la Universidad Nacional de Córdoba)
Maria Gracia Benedetti (Decana Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales Universidad Autónoma Entre Ríos)
Jorge Noriega (Decano Facultad de Ciencia y Tecnología Universidad Autónoma Entre Ríos)
Estela Gross (Decana Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud Universidad Autónoma Entre Ríos)
Gabriel Koremblit (Decano IDEI Universidad Nacional de Tierra del Fuego)
Luis De Lasa Director (Decano ICSE Universidad Nacional de Tierra del Fuego)
Daniel Fernández (Decano ICPA Universidad Nacional de Tierra del Fuego)
Daniela Staganaro (Decana IEC Universidad Nacional de Tierra del Fuego)
Andrea Catenazzi (Decana Instituto del Conurbano Universidad Nacional de Gral. Sarmiento)
Flavia Terigi (Decana Instituto del Desarrollo Humano Universidad Nacional de Gral. Sarmiento)
Patricia Dip (Decana Instituto de Ciencias Universidad Nacional de Gral. Sarmiento)
Néstor Braidot (Decano Instituto de Industria de la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento)
María Inés Peralta (Decana Facultad de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Córdoba)
Marcelo Mariscal (Vicedecano Facultad de Ciencias Químicas Universidad Nacional de Córdoba)
Viviana Reta (Decana Facultad de ciencias Humanas Universidad Nacional de San Luis)
Gloria Vadori (Decana de Ciencias Humanas Universidad Nacional de Villa María)
Germán Cassetta (Decano Ciencias Básicas y Aplicadas Universidad Nacional de Villa María)
Elizabeth Theiler (Decana Ciencias Sociales Universidad Nacional de Villa María)
Raúl Federico Lacabanne (decano director Artes Multimediales Universidad Nacional de las Artes)
Marita Soto (decana directora Crítica de Artes Universidad Nacional de las Artes)
Victor Giusto (decano director Folklore Universidad Nacional de las Artes)
Susana Pires Matheus (decana directora Formación Docente Universidad Nacional de las Artes)
Marcelo Martínez (Decano Ciencias Exactas, físicas y Naturales Universidad Nacional de La Rioja)
Juan Chade (Decano Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas Universidad Nacional de La Rioja)
Marta Patane (Decana sede Chepes Universidad Nacional de La Rioja)
Luis Luna Mercado (Decano sede Aimogasta Universidad Nacional de La Rioja)
Gustavo Kofman (Decano Ciencias Humanas y de la Educación Universidad Nacional de La Rioja)
Cesar Tadeo Carrizo (Decano sede Catuna Universidad Nacional de La Rioja)
Silvina Schab (Decana Ciencias de la Salud Universidad Nacional de La Rioja)
Alicia Leiva (Decana Ciencias Aplicadas a la Producción, al Ambiente y al Urbanismo Universidad Nacional de La Rioja)
Marcelo Magnasco (decano director Artes Audiovisuales Universidad Nacional de las Artes)
Gerardo Camilletti (decano director Artes Dramáticas Universidad Nacional de las Artes)
María Martha Gigena (decana directora Artes del Movimiento Universidad Nacional de las Artes)
Cristina Vázquez (decana directora Artes Musicales y Sonoras Universidad Nacional de las Artes)
Rodolfo Agüero (decano director – Artes Visuales Universidad Nacional de las Artes)
Directorxs y secretarixs:
Ramón Álvarez (Director Departamento Salud Comunitaria Universidad Nacional de Lanús)
Daniel Bozzani (Director Depto. Humanidades y Artes Universidad Nacional de Lanús)
Pablo Narvaja (Director Depto. Desarrollo Productivo y Tecnológico Universidad Nacional de anús)
Francisco Pestana (Director Departamento Planificación y Políticas Públicas Universidad Nacional e Lanús)
Valeria Suárez (Secretaria Académica Universidad Nacional de Lanús)
Roberto De Rose (Secretario de Ciencia y Técnica Universidad Nacional de Lanús)
Georgina Hernández (Secretaria de Cooperación Universidad Nacional de Lanús)
Santiago Hernández (Secretario de Bienestar Universitario Universidad Nacional de Lanús)
Edgardo Guevara (Secretario de Asuntos Jurídicos e Institucionales Universidad Nacional de Lanús)
Indalecio González (Secretario General Universidad Nacional de Lanús)