UN BRINDIS POR CARLOS
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POR ERNESTO TENEMBAUM "Nos sentamos juntos en su cama, en la residencia de Olivos, y yo le dije que no aguantaba más, que dejaba la política", fue la manera en que contó hace unos años el empresario Carlos Spadone su alejamiento del gobierno. Spadone había renunciado a su cargo de asesor presidencial luego del escándalo desatado por la investigación de este diario sobre la venta de leche podrida al Estado por parte de una empresa suya. Debe ser el único funcionario que presentó su renuncia sobre el lecho presidencial. La historia que cuenta esta nota revela que, pese a que Spadone aún tiene dictada la prisión preventiva por aquella causa, la intimidad con el presidente Carlos Menem no dejó de profundizarse, a punto tal que ahora son socios. Spadone acaba de comprar, según fuentes calificadísimas, prácticamente toda la mítica bodega Saúl Menem e hijos, con la única excepción de la parte que pertenece al primer mandatario. La operación fue realizada hace un mes en una de las escribanías más poderosas de La Rioja. Las fuentes coinciden en que Amado Menem, el hermano mayor y administrador de la bodega, recibió junto con sus hijos 350 mil dólares, y que al ex embajador en Siria y actual secretario privado Munir Menem le habría correspondido la mitad de esa suma, porque su parte era menor. De acuerdo con un miembro del entorno presidencial, Menem pidió a sus hermanos en enero que vendieran su parte de la bodega familiar. El Presidente estaba cansado "de poner dinero en una empresa que no daba mucha ganancia y que nadie atendía demasiado", confió el asesor. La idea habría sido aceptada rápidamente por Eduardo y Munir, quienes ya no tienen demasiado interés en la producción vitivinícola, pero resistida por Amado, el hermano mayor y administrador, junto con sus hijos, de la bodega. Un riojano que se autodefine como menemólogo explicó a este diario que Amado no está en condiciones de oponerse a una orden de Carlos Saúl, quien es el jefe no sólo porque es el Presidente, sino porque es el primogénito del matrimonio entre Saúl y Mohibe: Amado es hijo de otra madre y por lo tanto tendría un rol subordinado. De todos modos, a Amado le quedó el casco viejo de la empresa, su domicilio en Anillaco y el depósito que queda en la calle Bazán y Bustos, a una cuadra de la plaza principal de La Rioja capital. Más allá de las leyendas sobre la dinámica interna de la familia presidencial, lo cierto es que la venta de la bodega a Spadone es un tema políticamente delicado, no sólo porque el nuevo socio del Presidente todavía tiene que responder ante la Justicia por el famoso caso de la leche, sino porque roza una vez más el misterioso asunto de los bienes del Presidente (ver aparte). La actividad bodeguera de los Menem ha servido varias veces en los últimos años para que distintos funcionarios expliquen que el Presidente tiene una fuente de ingresos alternativa a su salario como jefe de Estado. Los números Según el único balance que se conoce, de 1989, el capital de la bodega sería de apenas 71.932 pesos. El responsable de planta de la empresa, Daniel Folgiatti, informó en 1992 que la bodega facturaba 2 millones de pesos anuales. Un bodeguero riojano sostuvo ante este diario que la empresa nunca ganó más de 25 mil dólares anuales. En 1992, el diario brasileño O Globo publicó que desde 1989 la empresa había más que duplicado su producción. "En la residencia de Olivos el vino Menem preside la mayoría de los almuerzos y cenas oficiales", informaba la nota, que había sido ilustrada con una caricatura del presidente argentino, en mangas de camisa y descalzo, saltando sobre una tinaja de uvas. En cualquier caso, lo cierto es que se trató históricamente de una bodega muy pequeña, fundada en 1932 por don Saúl, y célebre en La Rioja porque producía la grapa El Velazco. Recién en 1989 la firma comienza a crecer y lanza al mercado nacional los vinos finos Menem. Una prolija investigación sobre los balances ocultos de la empresa permitiría saber si su crecimiento se debió simplemente a una buena conducción o a las facilidades originadas en la llegada a la Casa Rosada de uno de los hermanos. En 1989, Carlos Saúl llegó a la presidencia de la Nación y designó a su medio hermano Amado al frente del Instituto Nacional de Vitivinicultura. El precio de compra de la bodega fue incrementado, por ejemplo, gracias al decreto provincial número 1774, que concedió a la bodega un diferimiento impositivo de 1.646.551 pesos. El decreto fue firmado por el ex gobernador ultramenemista Bernabé Arnaudo. La relación entre Menem y Spadone nunca fue un secreto, ni antes ni después del escándalo por la leche podrida. Spadone ha contado en varias notas que se conocieron en 1971, durante la primera campaña de Menem para la gobernación de La Rioja. Los unía su pasión común por la política y por el mundo del espectáculo. Spadone era uno de los puentes que acercaron al entonces gobernador y algunos miembros de la farándula. En 1973, Spadone pasó la Navidad en La Rioja, en la casa del matrimonio Menem-Yoma. El discurso de despedida a Juan Domingo Perón, que Menem pronunció en representación de todos los gobernadores, fue redactado en la casa de Spadone, en Lanús. Cuando Menem llegó al poder, Spadone le pidió la Secretaría de Comercio Exterior. No pudo ser. Fue designado asesor presidencial, cargo al que renunció cuando se conoció que una empresa suya vendía leche, descompuesta y con sobreprecio, al Estado. Spadone sólo reconoció que estaba mal que un asesor presidencial realizara negocios con el Gobierno, pero siempre negó que la leche estuviera podrida y que el precio fuera alto. Tanto en primera como en segunda instancia, la Justicia consideró que merecía la prisión preventiva. Menem nunca lo abandonó. A fines de 1994, por ejemplo, participó en el acto de inauguración de la sucursal de La Razón, el diario de Spadone, en Punta del Este. "Es un genio, va a gobernar hasta el 2500", dijo entonces. El 26 de octubre, fue uno de los pocos que se atrevió a hablar en la puerta de la residencia presidencial. "Acá es necesario que haya cambios", dijo. Desde siempre, presumió: "Por orden del Presidente, cuando yo llego a Olivos o a la Casa Rosada me abren la puerta y nadie me pregunta adónde voy". Desde hace un mes, tampoco se lo preguntan en La Rioja.
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