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POR INTERNET, DESDE CUALQUIER PARTE DEL MUNDO

VIVIR NO ES PRECISO; NAVEGAR SÍ

Las estadísticas extraoficiales marcan que más de veinticinco mil personas pasaron por la Feria entre el viernes y anoche. De lo que no hay datos es de cuántas personas están comunicándose, desde distintos lugares de Argentina y el mundo, con su versión en la red de redes.

 

En la dirección en la red (http://www.el-libro.com.ar) espera un viaje interactivo por 2500 páginas.


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Una de las páginas de Internet de la Feria registra el homenaje del año pasado a Osvaldo Soriano.

POR VERÓNICA ABDALA

t.gif (67 bytes)  Hay una manera de enterarse de todo lo que ocurre en la 24ª Feria del Libro de Buenos Aires, a toda hora y desde cualquier lugar del mundo, sin concurrir al Predio Municipal de Exposiciones, ubicado en Av. Pueyrredón y Figueroa Alcorta. ¿Cómo? A través de Internet, que posibilita además y entre muchas otras cosas, la compra en las "librerías virtuales" de los libros expuestos en el espacio físico de la Feria, con sólo un movimiento del mouse. Ingresar en el site de la Feria en la red (http://www.el-libro.com.ar) es emprender un viaje interactivo por las 2500 páginas que ofrecen la nutrida información sobre todo lo que usted desea saber de la Feria y no se anima a preguntar.

Lo más novedoso es que, a través de las pages, es posible "presenciar" -–virtualmente, a través de la lectura, las imágenes y el audio-— la totalidad de las actividades que se realizan, aunque con una diferencia de 72 horas. Es decir que conferencias, charlas y jornadas que se concretaron durante estos tres primeros días --de las que hay tres testimonios en esta doble página-- serán transcriptas en el site entre hoy y mañana. Esta es una experiencia única en el nivel mundial, ya que si bien a esta altura buena parte de las ferias internacionales cuentan con sus respectivas direcciones, ninguna ha implementado un sistema mediante el cual se pueda acceder a la cobertura de las actividades en un lapso tan acotado.

Además, es posible encontrar en la dirección una guía interactiva que contiene información referente al programa general del evento, el listado de los expositores que participan este año, las fechas en las que los autores firman ejemplares de sus libros y a aquellas en las que se realizarán las actividades culturales previstas, entre las que se incluyen espectáculos musicales, conferencias, cursos, encuentros de lectores, presentaciones de libros y mesas redondas. Como también acceder a las cifras oficiales que dan cuenta de la cantidad de público que anualmente concurre al predio o a estadísticas sobre el porcentaje en el que se incrementó la cantidad de actividades culturales durante los últimos doce años, enviar mensajes escritos a los organizadores del evento, y hasta "publicar" opiniones personales en el "Libro de visitas informático".

La Feria del Libro de Buenos Aires fue pionera en implementar el servicio interactivo a través de la red, en 1996. "Comenzamos a trabajar en esto hace dos años, pero entonces la guía de Internet era puramente institucional y aportaba escasa información sobre las actividades", puntualiza a Página/12 el encargado del Departamento de Sistemas de la Fundación El Libro, y único responsable a cargo del servicio, Víctor Antoniazi. "Actualmente reproducimos de inmediato en la red todo lo que ocurre en el predio, y seguimos engrosando la información a lo largo del año", se ufana.

Una de las opciones más atrayentes del site es la del apartado "Archivo". El visitante se encuentra allí con setenta y cinco artículos escritos sobre la base de las actividades realizadas durante el año pasado y los primeros días de este año. Así, entre las "Conferencias on-line" (es decir, a través de la red), a las que fueron convocados para la 23º edición de la Feria escritores nacionales e internacionales, se transcriben las que mantuvieron con sus interlocutores virtuales Ray Bradbury, Adolfo Bioy Casares, María Esther de Miguel, Eric MacLuhan, Antonio Skármeta, José Pablo Feinmann, Jean Cormier, Abel Posse, Gioconda Belli, Juan Sasturain y Rep. En 1997, las experiencias fueron disímiles: mientras que Bioy Casares se sentía a gusto intercambiando opiniones con sus lectores en la red, paradójicamente Bradbury, fue protagonista de un intento que resultó desde todo punto de vista frustrado. El escritor, que fue literalmente bombardeado por las preguntas de una docena de irrefrenables "entrevistadores", escribió en su computadora, que la experiencia de la que había participado le parecía "ridícula". Y que "conversar por fax, por televisión e incluso por teléfono hubiera sido más rápido y eficaz". Otras de las opciones interesantes del "Archivo", la mayoría de las cuales cuentan con la opción del audio grabado, son las entrevistas al escritor peruano Mario Vargas Llosa, a Juan José Sebreli y a Mempo Giardinelli. Y aquella en la que se detallan los pormenores del "Homenaje al escritor y periodista Osvaldo Soriano", que se realizó el 29 de abril del año pasado, cuya portada ilustra esta nota. Participaron del homenaje en aquella oportunidad, en calidad de expositores, José María Pasquini Durán, Eduardo Van der Koy y Rodrigo Fresán.

PARA    IR

15.30: Mesa Redonda "La biblioteca escolar y el impacto de las nuevas tecnologías de la información". Sala José Hernández.
18: Entrega de premios del "Concurso Premio Fundación El Libro 1998, para el mejor libro sobre Religión y Espiritualidad". Sala Rosario Vera Peñaloza.
18.30: Presentación del libro La ocupación, de Michele Ramond. Participarán Ana María Lorandi, Michele Ramond, Noemí Ulla y Paul Verdeboye. Sala Julio Cortázar.
19: Presentación del libro del humorista Enrique Pinti, Palabra de Pinti. Sala Unificada.
20: Diálogo abierto con la escritora panameña Rosa María Britton y María Esther Vázquez. Sala Julio Cortázar.
21: Mesa redonda "Los límites morales para la libertad de prensa", con la participación de Luis Majul, Silvina Walger, Carlos Ulanovsky. Coordina: Mona Moncalvillo. Sala Victoria Ocampo.
21: Mesa redonda "El libro y el pasado", con la participación de Liliana Heker y Luis Alberto Romero, entre otros. Coordina: Patricia Sagastizábal. Sala Ricardo Rojas.
21.30: Mesa redonda "Los jóvenes autores del teatro", con la participación de Javier Daulte, Rafael Spregelburd, Daniel Veronese, Patricia Zangaro. Coordina Jorge Dubatti. Sala Julio Cortázar.
21:30: Mesa redonda "Condenados a la eternidad: Picasso, Borges, Sarmiento, Segundo Sombra y Martín Fierro", con diversos expositores. Sala Ricardo Rojas.

ENRIQUE VILA-MATAS Y HORACIO VAZQUEZ RIAL

EL MISTERIO DEL TRAGO DE PESSOA

POR JUAN FORN

t.gif (67 bytes) La Casa de América en Madrid (el equivalente del ICI en esa ciudad) está construida sobre un viejo palacio que estuvo mucho tiempo abandonado. La leyenda dice que desde entonces vive un fantasma allí. De hecho, dos periodistas de una revista de esoterismo pasaron una noche en el palacio y obtuvieron una grabación donde se oye nítidamente al fantasma gemir: "Raimunda, Raimunda..." con una voz angostita y escalofriante. El viernes a la noche, cuando estaba todo listo para que empezara el acto por el Día de España en la Feria, se apagaron todas las luces de la sala Leopoldo Lugones (salvo dos focos espectrales sobre las banderas española y argentina) y por un instante pareció que se corporizaría el fantasma de la Casa de América, buscando a su Raimunda en Buenos Aires.

No pasó nada de eso, afortunada o desafortunadamente. Las luces iluminaron el escenario donde estaban Enrique Vila-Matas y Horacio Vázquez Rial y se dio inicio al acto. Un funcionario de la Feria agradeció pomposamente a la Madre Patria (qué cosa esta costumbre protocolar de llamar así a la pobre España), el embajador agradeció con la misma pompa y presentó a los autores (al catalán como Vilas-Matas y a Vázquez Rial como español, seguramente porque temía volver a meter la pata como minutos antes, cuando le preguntó a Vila-Matas si él era el argentino y éste le contestó: "¿Me ve cara de loco?"). Vázquez Rial endilgó a la audiencia un didáctico discurso acerca de las bondades del desembarco de los grandes grupos editoriales españoles en estas costas y se preguntó retóricamente si los espectadores preferirían oír hablar de literatura.

Preferían, sí. Para eso estaba Vila-Matas, que leyó una de sus espléndidas crónicas (o cuentos de la vida real) acerca de un supuesto trago que se sirve en un supuesto bar secreto que mira al Tajo, en los fondos del Museo de Arte Antiguo de Lisboa. Tabucchi, que según los portugueses se había convertido en la sombra de Pessoa al llegar a Lisboa, menciona en su novela Requiem este trago y este bar, y Vila-Matas decide convertirse en la sombra de Tabucchi para probar el elixir llamado Janelas Verdes Dream. Por supuesto, el trago no existe. Lo que sí existe es el bar, y el Tajo, y el infinitamente serio crepúsculo lisboeta. Por si eso fuera poco, hay en el bar dos camareras angoleñas que al ver a Vila-Matas le dicen: "Eres Enrique, claro. Te estaban buscando. Pero todo sucedió esta mañana".

Vila-Matas está un poco cansado de que lo vean como un raro, o que sólo vean el aspecto lúdico de su rareza. Pero, ante el público que asistió a sus charlas públicas en el ICI y en la Feria (damas y ancianos españoles nostálgicos por oír acento castizo), lo primero que viene a la memoria es el trato que siempre ha dado Buenos Aires a los raros geniales que la visitan. Duchamp y Gombrowicz, por ejemplo, ignorados por la misma intelligentzia que se desvivía por el falso conde Keyserling o Rabindranath Tagore. O, para citar un ejemplo mucho más actual, el cineasta Wong Kar Wai, que estuvo filmando casi anónimamente su Happy together en esta ciudad y hoy, un año después, consagrado por el circuito de festivales internacionales, es objeto de culto con la misma película. Ese parece ser el destino de Vila-Matas: cuando cumpla su más secreta aspiración (ser el barman de los fantasmas del Museo de Janelas Verdes), los argentinos comenzarán a ir en peregrinación a Lisboa. Y, al verlo preparar tragos perfectos para el atardecer frente al Tajo, se dirán unos a otros: "He ahí un grande".

EL ROCK Y LA LITERATURA NO SE DIERON LAS MANOS

Los músicos Richard Coleman y Ciro Pertusi participaron de una mesa redonda en la que en vano se esperó la asistencia de Charly.

 

Lo más divertido fue cuando Coleman habló sobre las técnicas de escritura de William Burroughs.

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Arrinconados, a la derecha de su pantalla, señora, los líderes de Los Siete Delfines y Attaque 77.

POR DOLORES GRAÑA

t.gif (67 bytes) Los periodistas Alfredo Rosso, Claudio Kleinman y Sergio Marchi, junto al músico Richard Coleman (Los Siete Delfines) eran los invitados a la mesa redonda sobre Rock Internacional: Historia del género y su vinculación con la literatura, realizada el sábado en la Feria del Libro. El programa prometía "un invitado sorpresa", supuestamente un eufemismo por Charly García. Marchi (sus amigos le dicen Nito Mestre), en la puerta de la Feria con signos de preocupación parecía confirmar el rumor. Pero la mesa comenzó y todavía nada se sabía de García. Quince minutos después, lo mismo. A la media hora, Ciro Pertusi de Attaque 77 ingresó en la Sala Sarmiento disculpándose con público y panelistas por su demora. (Nunca se sabrá si él era el enigmático "invitado sorpresa" o su reemplazo de último minuto.) Marchi, en su rol de coordinador "verborrágico" --como se quejaba Coleman, competidor-- describió a los panelistas como "hombres de letras del rock y músicos".

Rosso abrió el diálogo sobre rock y literatura con un panorama histórico de las influencias literarias en el género. "En su origen, la música rock carecía de contenido literario. Luego de Bob Dylan y el segundo período de Los Beatles, los músicos se dieron cuenta de que era posible que las letras de las canciones tuvieran valor literario." "El rock era, en sus comienzos, descubrimiento sensual", coincidía Kleinman. Llegó el turno de la pregunta de manual, "¿Cuáles son tus influencias literarias?" Marchi apuntó a Coleman: "Bécquer, ¿no?" "Ma, que Bécquer, ¡Bieckert!", respondió, levantando el vaso, para luego arriesgar una teoría sobre las letras de rock: "La poesía no dice. Oculta." Caras de desconcierto entre los panelistas. "Pero claro: en el rock es mucho más lo que no contás, y esta magia permite que el que la escucha pueda apropiársela." Ah. Luego habló Pertusi: "Mi mayor influencia es Legión Urbana, Renato Russo. Pero creo que las letras de Los Redondos son las mejores. Aunque personalmente no las cazo todavía."

Marchi volvió a las marquesinas al preguntar "¿De qué hablamos cuando hablamos de rock?" Coleman lo calló. "El problema es que en el rock hay panfletarios y hay poetas. Y nosotros los poetas no queremos tener nada que ver con ellos", se despachó el guitarrista, compositor y líder de L7D. Sonrisas socarronas. Pertusi, un poco más cerca de la superficie del planeta, acotó: "Creo que existen los músicos que abren el diario y esto les genera ideas, pero también hay otros que lucran." Nadie respondió a la pregunta de Marchi. ¿Qué hacer? Repetirla. Y, entonces sí, obtener respuesta. "El rock es una manera de hacer música", definió Pertusi. Coleman elaboró más: "El rock es un sistema para relacionarse con el público y meterse en los medios. El músico es un comunicador. El rock son los rieles de mi tren."

Tema inevitable: la industria del rock. "Hay un movimiento incorporado al sistema y otro que sigue despertando conciencias", definió Kleinman. A su lado, sucedía un episodio en clave muda, pero clarificador: Ciro Pertusi jugaba con el teléfono celular de Coleman, quien, también en lenguaje de señas, pareció sentir la necesidad de explicarse. Fue algo así como "Y, bué." Al final se llegó al tema de la mesa. J. G. Ballard y William Burroughs fueron los más citados. Coleman explicó, para el deleite del público presente, algunas de las técnicas de escritura del autor de Almuerzo desnudo. Con la recomendación de un asistente --que aclaró que no tenía interés comercial en el consejo--, de que en un stand de la Feria se podían encontrar "biografías de Rick Wakeman o Bob Dylan a muy buen precio", terminó el encuentro. Extremadamente esclarecedor.

UN DEBATE SOBRE EL PAPEL DE LOS MEDIOS

DE ESTRATEGIAS Y MERCADOS

t.gif (67 bytes) Los medios de comunicación tienen una indudable influencia en el proceso de formación de la opinión pública, pero tampoco pueden elaborar su estrategia periodística en función de un rating de temas como suele ocurrir con los partidos políticos, según analizaron varios profesionales durante un debate en la Feria del Libro. Así también, es falso que desde los medios exista una manipulación de la opinión pública, como sostienen los gobiernos cuando son golpeados desde la prensa. Simultáneamente, sería erróneo defender a ultranza la supuesta "inocencia angelical" de los medios cuando elaboran su agenda de prioridades informativas.

El debate sobre "La agenda de los diarios y las preocupaciones de la sociedad" fue organizado por la Asociación de Diarios del Interior y contó con la participación de Miguel Fernández (director del diario Norte de Resistencia), Martín Granovsky (subdirector de Página/12), Clara Murga (prosecretaria de redacción de La Gaceta de Tucumán), Enrique Zuleta Puceiro (consultor, docente e investigador sobre medios y audiencia) y Fernando Cuello (secretario de Adira). "La agenda de los diarios tiene connotaciones éticas por el papel que cumplen los medios en el proceso de formación de la opinión pública", sostuvo Zuleta Puceiro, quien recordó que si bien en la Argentina los medios "siguen entronizados", en Estados Unidos han perdido credibilidad luego del reciente escándalo del "sexgate". Para Zuleta Puceiro, el nivel de credibilidad periodística en la Argentina es encabezado por la radio, escoltada por los diarios y con la televisión de cola. La radio ofrece el testimonio directo, los diarios la elaboración intelectual y la televisión es aún sinónimo de show en el público. Pero además, "en televisión el mercado se come la agenda social"

Granovsky remarcó que "no es igual agenda que mercado", al establecer una línea divisoria entre la prioridad informativa de un medio y la venta de ejemplares. "Agenda y mercado no son lo mismo aunque hay temas ineludibles para los medios, como Bussi o las inundaciones en el Litoral que además pegan bien en el público", dijo el subdirector de Página/12. Tampoco los diarios pueden elaborar su agenda "buscando temas según el rating en la sociedad como si fueran partidos políticos", agregó. Murga admitió por su parte que "es honesto reconocer que las presiones son muchas" cuando los diarios del interior elaboran sus agendas de temas políticos o económicos, debido al entorno acotado en que se desenvuelve su labor profesional y propuso como tema de debate "la estrategia del poder en el manejo de la información".

Fernández habló de la "deformación mediática" como una consecuencia del bombardeo de los medios audiovisuales y propuso que "todo tema nacional se debe traducir al ámbito regional". "Hay que aclimatar a la vida de cada provincia los temas nacionales, como la desocupación o el problema de la educación" propuso Fernández, para quien "todos los esfuerzos de modernización que realicen los diarios para retener sus lectores, ya es una victoria". Cuello remarcó que "la libertad de prensa es fundamental para mantener el sistema democrático". En tal sentido, aseveró que "se ha instalado en la sociedad la idea de que todos debemos sostener esa libertad de prensa". A la hora de las conclusiones, existió coincidencia en que la desocupación, la educación y los servicios públicos siguen siendo los temas deficitarios en la agenda de los medios de comunicación.

 

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