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LA RE-POSGUERRA

EL PERONISMO HACE EL BALANCE DEL CONGRESO DE PARQUE NORTE DEL VIERNES

Pelean Menem y Duhalde; gana Reutemann

Alberto Kohan dijo que el congreso fue un éxito, pero el menemismo sabe que apenas consiguió la mayoría necesaria. Duhalde no fue derrotado pero tampoco ganó terreno. Avanzaron los que proponen una "tercera posición" contra la pelea a muerte, empezando por Reutemann.

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La mesa de conducción del congreso peronista de Parque Norte con Rubén Marín y César Arias a la cabeza.

Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) El menemismo hizo ayer todo lo posible para dejar constancia del éxito del congreso nacional del PJ que se pronunció a favor de la re-reelección de Carlos Menem. "Fue un éxito", dijo el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. Aunque no estuvo en la deliberaciones de Parque Norte, ya que por esas horas se encontraba arriba de un bote acompañando al Presidente en su jornada de pesca en la provincia de Corrientes, Kohan aseguró que "la política se hace con presencia, no por ausencia", en clara referencia al faltazo de Eduardo Duhalde, Néstor Kirschner y Carlos Reutemann. Justamente fueron los hombres de Reutemann quienes pusieron en riesgo la realización del congreso que debió esforzarse para lograr quórum después de que los congresales santafesinos abandonaron Parque Norte. El ex piloto de Fórmula Uno fue sin duda quien salió mejor parado de este nuevo round en la interna peronista, ya que se instaló como un referente sólido de la denominada "tercera" posición, que integran aquellos que observan con ojos críticos la encarnizada batalla desatada entre Menem y Duhalde.

"Esto nos devuelve la pelota a nosotros, hacia abajo", afirmó ayer un legislador y congresal bonaerense. "Ni Duhalde ni Menem ganaron con este congreso", refiriéndose al cónclave del viernes en Parque Norte, al que asistió apenas un poco más del 50 por ciento de los convocados. "Ahora van a tener que hablar con los dirigentes, ya que tanto a uno como al otro les cuesta sumar gente para seguir con su pelea", agregó. El diputado, al igual que otros dirigentes justicialistas, cree que el encuentro divide la historia del menemismo en dos, en un antes y un después, ya que "nadie imaginó que les iba a costar tanto sacar la re-re entre los provinciales, que están apretados por los aportes del Tesoro nacional que les mandan desde el Ministerio del Interior", le dijo a Página/12 otro legislador peronista.

En general, los dirigentes de uno y otro sector coinciden en la pobre respuesta del congreso que fue imaginado por Juan Carlos Mazzón, Carlos Corach y Eduardo Bauzá, entre otros bastoneros re-reeleccionistas, como una respuesta contundente a la amenazas de consulta popular lanzada por Duhalde en la provincia de Buenos Aires. Señalaron la prudencia de los discursos que evitaron profundizar la confrontación --pese al fervor de las barras--y las puertas que se dejaron abiertas para la negociación, tal como la fecha para elección de autoridades partidarias y la ausencia de pronunciamientos directos referidos al gobernador bonaerense.

Si el menemismo esperaba una fervorosa y multitudinaria expresión re- reeleccionista, no lo logró. Apenas arrancaron un limitado apoyo partidario a las aspiraciones del Presidente. Si Duhalde esperaba ser testigo televisivo de un fracaso presidencial en Parque Norte, tampoco se pudo dar el gusto. "Esto es lo más parecido a un empate", comentaban ayer operadores del orteguismo que no ven la hora de que el tema se resuelva para dar rienda suelta a la campaña presidencial del tucumano, todavía en las gateras. En este sentido, Ramón Ortega se mostró partidario de convocar a una consulta popular a nivel nacional para que la gente se pronuncie sobre la reelección presidencial. "Para tener una real dimensión de la opinión de la gente", dijo el precandidato que debe estar al tanto de las posibilidades poco favorables para Menem que muestran las encuestas. "La mejor respuesta es contar los votos" respondió Alberto Kohan cuando se le mencionaron los números obtenidos por las consultoras, y volvió a insistir con la necesidad de llamar a un plebiscito nacional para resolver el tema.

Mientras desde La Plata anunciaron que apelarán a la Justicia para impugnar el congreso que consideran viciado de irregularidades, pese a que el apoderado del justicialismo, César Arias, dijo sobre él que era "el más transparente en la historia del peronismo", desde el gobierno nacional enviaron señales para despejar sospechas y descartar la ruptura del PJ. "El congreso fue absolutamente legítimo y realizado dentro de los términos de la carta orgánica del partido y las normas vigentes", aseguró el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, quien no negó "que va a haber fuertes debates dentro del partido", pero que "la madurez de los dirigentes va a determinar que el justicialismo siga unido".

Fuentes oficiales también intentaron desestimar las versiones que giraban en torno de las fallas en la convocatoria del encuentro del viernes: "El Presidente está muy satisfecho" dijeron escuetamente, sin explicar las razones por las cuales Menem prefirió quedarse pescando en Corrientes cuando en Buenos Aires se definía una etapa clave para su futuro político.



Un bloque con Kirchner


Por F.A.

t.gif (862 bytes) Eduardo Duhalde se trasladó ayer por la tarde hasta el departamento que el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, tiene en la Capital Federal para sellar con él un acuerdo político que, en lo inmediato, se pondrá de manifiesto con la formación de un sub-bloque de diputados justicialistas que funcionarán en el Congreso nacional bajo el nombre de "Federal". Duhalde responde de esta manera a la ofensiva política menemista en el Congreso que ya le arrebató al bonaerense unos cuantos diputados nacionales en lo que va del año.

"El sentido de este sub-bloque será la defensa de la Constitución", le dijeron ayer a Página/12 los voceros del gobernador para que no queden dudas sobre el objetivo de la nueva formación. En otras palabras, que la unidad del bloque de diputados justicialistas dejará de existir apenas se intente instalar en el Parlamento algún proyecto relacionado con las aspiraciones re-reeleccionistas del presidente Carlos Menem. El sub-bloque "Federal" estará integrado por legisladores de Santa Cruz, Buenos Aires, Entre Ríos, Misiones y Formosa. "No serán menos de 45 diputados que responderán a las directivas de Duhalde", aseguran en La Plata. "No se pondrán palos en la rueda para dificultar la gestión del gobierno nacional --advierten--, su sentido pasa por la defensa de la Constitución." Los gestores de la propuesta creen que el acuerdo se pondrá en marcha en "una o dos semanas", una vez que pasen los recesos invernales en la Justicia y en el Congreso nacional. "Aún no está decidido quiénes serán las autoridades de este nuevo sub-bloque", aunque no se descarta que, junto a un duhaldista, se instale la esposa del gobernador santacruceño, Cristina Kirchner, quien ya tuvo más de un enfrentamiento con sus pares menemistas.


OPINAN DIRIGENTES QUE PASARON POR EL PERONISMO

Los que lo vieron de adentro


Por Eduardo Tagliaferro

t.gif (862 bytes) "Cuando nosotros nos fuimos del PJ, Menem ni se calentó, ya que tenía un 80 por ciento de opinión favorable en la sociedad", de esta manera Juan Pablo Cafiero recordaba el momento en el que el "grupo de los ocho" se fue del justicialismo y resaltaba que "una posible fractura va a canalizar la bronca que la base peronista tiene contra Menem". Los diputados frepasistas Rodolfo Rodil y Cafiero, ex peronistas, analizaron con Página/12 las posibles consecuencias del congreso peronista de Parque Norte, y recurriendo a su experiencia militante analizaron, más como "peronólogos" que como actuales opositores, las posibles divisiones en el justicialismo y señalaron diferencias con otros momentos de la interna del peronismo.

Para Rodil "en esta ocasión la pelea interna aparece con un final abierto, ya que hay un virtual empate entre ambos bandos y, si bien hasta el momento las discusiones se realizaron sin violencia, nadie puede afirmar cómo continuarán y a pesar de que --aparentemente-- nadie quiere romper, la dinámica que siga el enfrentamiento no es previsible". "Era impensable que del Congreso de Parque Norte surgieran definiciones distintas de las que esperaba el menemismo, en este sentido se asemejó a los congresos presididos por Herminio Iglesias, donde no todos eran congresales y el resultado ya estaba definido de antemano".

Sobre una posible fractura en el PJ, Rodil nos dijo que "aparece como muy difícil compatibilizar posiciones, ya que Menem no va a aceptar un empate y va a tratar de tener una resolución favorable antes del plebiscito y Duhalde tampoco puede renunciar a la consulta ahora que recuperó la iniciativa".

Cafiero señaló que "el único objetivo del PJ era tener elementos para una nueva avanzada legal; sólo faltaban los miembros de la Corte Suprema, levantando sus manos o entonando cánticos a favor de la re-reelección". Para el actual precandidato a la gobernación bonaerense, en el Congreso de Parque Norte, a diferencia de las anteriores peleas internas, "la utilización del aparato del Estado por parte del menemismo es una respuesta desproporcionada, sólo explicable por la necesidad de violar la Constitución y, de esta forma, evitar ser investigados y terminar en la cárcel".

Ambos dirigentes coincidieron en que el menemismo va a responder con las herramientas que le da controlar el Estado y que la definición política la van a dirimir con la opinión de la Corte Suprema. "Los miembros del grupo de los ocho no teníamos expectativas de que nos acompañaran muchos sectores internos, --coinciden-- en este momento estamos hablando que el gobernador del principal distrito electoral está quedando al borde del partido".

Cafiero opinó que no cree posible una fractura partidaria, ya que el bajo índice de popularidad de Menem lo va a obligar a tener que aceptar las condiciones que le imponga Duhalde. El recuerdo del mítico congreso del Teatro Odeón, la "renovación peronista" y hasta el mismo Herminio Iglesias se convirtieron en imágenes actuales para muchos de los que siguieron el congreso de Parque Norte.



CHACHO AMENAZA CON UN JUICIO SIMILAR AL DE LAS JUNTAS

MENSAJE A LA CORTE SUPREMA

Dice que si los jueces aprueban la re-re cometerán un delito cuyo autor intelectual es Menem. Fernández Meijide cita a la Constitución cuando habla de "infames traidores a la Patria".

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Carlos "Chacho" Alvarez con Gustavo Beliz promoviendo el foro anti re-re, al que quiere sumar también a Cavallo.


t.gif (67 bytes)  "El único camino legal es lograr una nueva reforma de la Constitución. Lo demás es delito. Y a los miembros de la Corte hay que dejarles claro que si ayudan a violar la Carta Magna van a tener un juicio similar al que tuvieron las Juntas Militares en el '85", dijo a este diario el diputado Carlos "Chacho" Alvarez sobre la decisión del congreso partidario del PJ de presentar ante la Justicia un recurso que habilite al presidente Carlos Saúl Menem a un tercer mandato. "Vamos a plantear en el Foro que los que atenten contra la Constitución son infames traidores a la patria, como establece el artículo 36", sostuvo la diputada Graciela Fernández Meijide. "Es un peligroso camino para el país", afirmó el jefe de Gobierno porteño, Fernando de la Rúa. Para detener la embestida menemista, la Alianza insistió ayer con la convocatoria para el 30 de julio a la primera reunión del Foro en Defensa de la Constitución y a una Marcha del Silencio cuya fecha será difundida ese día.

"Lo que puede cometer la Corte Suprema es un delito que tiene autoría intelectual de Carlos Menem y puede tener cinco autores materiales que tendrán que pagar la consecuencias en caso de que se viole la Constitución", dijo Alvarez. Y agregó que "es hora de que podamos sacarnos la camiseta partidaria por dos o tres meses para ponernos la camiseta de la Constitución nacional y la defensa de la gente".

Para Meijide, "éste no es un problema de la Alianza con Menem, sino de la sociedad con Menem". La diputada sostuvo que "el pedido que le va a hacer el PJ me hace acordar al año '30, cuando la Corte legalizó el golpe de Estado. Que sepan que los que lo hagan van a ser juzgados por infames traidores a la patria, como establece el artículo 36 de la Constitución reformada". "Por el momento hay que dejar de lado la interna", remató.

"Los daños, cuando se producen, se producen. Lo que ahora tratamos de evitar es esto que se cierne como una amenaza y una desgracia para el país. Sería una burla al pueblo", dijo De la Rúa. Con respecto a la responsabilidad que les cabría a los integrantes de la Corte en el caso de que habiliten un tercer mandato, advirtió que "ya está pedido un juicio político contra los integrantes de la Corte" y no descartó que la oposición haga lo propio contra el presidente Carlos Menem.

En la Alianza nadie discute la importancia del Foro de Defensa de la Constitución, pero no pasa lo mismo con su futura integración. Para Carlos "Chacho" Alvarez, "el foro es la herramienta, y debe estar integrado por todos los partidos y todos los sectores sociales". Fernando de la Rúa cree que "lo más importante es que participen todos los que están en contra de la re-reelección cuya presencia sea confiable", pero en referencia al anuncio del Frepaso de una posible convocatoria al gobernador bonaerense Eduardo Duhalde dijo que "se han hecho algunas invitaciones en nombre de la Alianza que nosotros no conocemos". Sobre la reunión que mantuvieron el viernes Chacho Alvarez y Gustavo Beliz opinó que "sólo fue una reunión entre dirigentes".

El ex diputado Jesús Rodríguez, secretario general de la UCR, objetó abiertamente la eventual presencia de Duhalde en el foro. "Hasta donde yo sé, Duhalde sigue formando parte del PJ", dijo.

 


Gustavo no les gusta nada


t.gif (862 bytes) "El señor Beliz fue el ministro del Interior de Carlos Saúl Menem. En nombre del gobierno hablaba con el coronel carapintada Mohamed Alí Seineldín. Eso me exime de cualquier otro comentario", dijo ayer Jesús Rodríguez, secretario general de la Unión Cívica Radical, consultado sobre la reunión que mantuvieron el viernes Carlos "Chacho" Alvarez y Gustavo Beliz. En esa reunión, el líder del Frepaso le propuso al actual legislador porteño y líder de Nueva Dirigencia integrar el Foro Multisectorial en defensa de la Constitución. Rodríguez hizo el comentario en la recorrida que realizó ayer junto a Fernando de la Rúa por Gregorio de Laferrère.


Los santafesinos con una discusión bajo el poncho

 

En 1994 Reutemann pidió a la Corte Suprema ser habilitado para la reelección. El planteo fue rechazado por 9 votos a 0. El episodio es un precedente que complicaría a la "mayoría adicta" al Presidente.

 

A Carlos Reutemann la Corte le cerró el paso a la reelección.

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Por Pablo Feldman
Desde Rosario

t.gif (862 bytes) La ausencia de los delegados de Santa Fe en el congreso justicialista fue el hecho político más relevante del viernes en Parque Norte. Así se lo hizo saber el propio presidente Menem a su hombre de confianza a través de una llamada telefónica desde la estancia correntina donde se hallaba pescando: "No es posible, a mí me dijo Obeid que estarían adentro" fue la frase con la que Menem despabilaba a Eduardo Bauzá. El "flaco", que había estado reunido en su despacho del anexo del Senado con Antonio Cafiero, Rubén Marín, Humberto Roggero, José De la Sota, Jorge Yoma y los gobernadores Insfrán, Rodríguez Sáa, Busti y Juárez, le contestó a su jefe que "la gente del Lole trajo cuatro puntos que no podemos bancar". En efecto, las condiciones que Jorge Giorgetti y Carlos "Chango" Funes ponían para entrar en el congreso se daban de nariz con los intereses menemistas y fue eso lo que precipitó su ausencia del cónclave.

"El que avisa no es traidor", le dijo uno de los dirigentes santafesinos a Bauzá el viernes a mediodía después de haber hablado desde el despacho del senador Reutemann a la residencia que el ex piloto de Fórmula uno conserva en Cap Ferrat. "Nosotros mantenemos nuestra posición, para que haya re-reelección tiene que reformarse la Constitución, la vía de la Corte no va" fue la orden emitida desde Europa y respetada a rajatabla, aun por algunos delegados que tenían opiniones en contrario, pero que se sometieron a la decisión de la mayoría reutemista; entre ellos el Presidente del partido Gualberto Venesia y algunos de los principales colaboradores del gobernador Jorge Obeid.

Los delegados de Santa Fe se apostaron en un bar a poco mas de 50 metros del recinto de deliberaciones, y desde allí pretendieron transmitir un mensaje de equidistancia que Reutemann había hecho público en una solicitada el 29 de mayo cuando formuló su "llamado a la unidad". El congreso partidario, reunido para auspiciar la presentación ante la Corte Suprema de un recurso que habilitara a Menem para un tercer período incomodaba tanto a Reutemann como el plebiscito de Duhalde al que tampoco apoyó.

Desde Europa, el senador santafesino dio claras instrucciones: "Vamos y ponemos condiciones, si no nos dan bola no entramos, pero vamos para mostrar que no jugamos pegados a Duhalde" fue el primer llamado a su principal operador Jorge Giorgetti.

Las "condiciones" de las que hablaba Reutemann iban a ser inaceptables para los menemistas y el ex piloto lo sabía de antemano. Por esa razón fue que el día anterior al congreso, Giorgetti y Funes le llevaron los cuatro puntos a Cafiero y Marín y no a Bauzá, el otro integrante de la mesa de acción política.

De los cuatro puntos uno es decisivo y se transformará --no bien tome estado público-- en un elemento a tener en cuenta en la pulseada reeleccionista, y es la presentación que en octubre de 1994 --meses después de la reforma constitucional-- hiciera el Consejo Peronista de Santa Fe con la firma de Giorgetti, Venesia y Obeid, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que ésta habilitara la reelección de Carlos Reutemann en Santa Fe, cosa no prevista en la Carta Magna provincial. El máximo tribunal fue expeditivo y unánime: por 9 votos a 0 rechazó el pedido y mandó marcha atrás un proyecto que había redactado el ex ministro de la Corte Suprema santafesina Juan Bernardo Iturraspe, bajo la supervisión de Rodolfo Barra y de Eduardo Bauzá, en los días de la convención constituyente en Santa Fe (ver recuadro aparte). Ese voto negativo para Reutemann, razonablemente debería trasladarse a otras intentonas, pero si así no fuera --sostienen los reutemistas-- "nosotros no podemos bancarlo para nadie".

Había además tres puntos que pedía la delegación santafesina:

* El reconocimiento de la representatividad de 116 delgados y no 57 como habilitó el Congreso. Por esa misma razón Cafiero abandonó el Congreso al recortar los delegados de su provincia.

* No convalidar que el Congreso que había pasado a cuarto intermedio el 18 de diciembre pasado.

* No modificar las autoridades partidarias que incluían a Reutemann como vicepresidente.

Estos puntos fueron refrendados por el medio centenar de congresales santafesinos que se reunieron en los bares de las inmediaciones de Parque Norte. Salvo un puñado de no más de tres o cuatro dirigentes que por distintas razones ingresaron en el congreso --Luis Rubeo, Liliana Gurdulich, Evaristo Giordano, Danti Aranda, y Pedro González--, los delegados que responden al gobernador Obeid, entre ellos Dalla Fontana, Meahuod, Piazza y Feruglio, que sostenían que era mejor ingresar, y los reutemistas presentes --algunos ni siquiera viajaron-- le mostraron el documento a Jorge Matzkin cuando, promediando el congreso, fue comisionado a convencerlos para que entraran.

Más allá de las diferencias de matices, el peronismo de Santa Fe apareció sólidamente unificado. El liderazgo de Reutemann una vez más ratificado, y el posicionamiento a nivel nacional sostenido por la equidistancia que manifestó el propio ex corredor en su última comunicación desde Europa, finalizado el Congreso: "Nosotros no podemos estar con Menem para bancar lo de la Corte, pero tampoco vamos a quedar pegados a Duhalde sólo para estar en contra de Menem". La frase permite anticipar que el peronismo de Santa Fe no presentará ninguna impugnación como sí anticipó que hará el duhaldismo.



Cuando la Corte dijo que no


t.gif (862 bytes) En la primavera de 1994 Santa Fe comenzaba a recuperar su fisonomía pueblerina que se había alterado por la Convención Constituyente. Carlos Reutemann gobernaba la provincia. La fiebre reeleccionista lo había contagiado a Reutemann y, aunque nunca lo reconoció, fue él quien encargó a sus operadores que intentaran obtenerla en el territorio provincial. El senador Jorge Giorgetti presentó un proyecto que avanzó en el Senado provincial, pero que no contó con suficientes votos en la Cámara de Diputados. No hubo reforma constitucional en Santa Fe. "No es posible que el Lole no pueda tener otro mandato" decían los reutemistas como hoy dicen los menemistas de Menem. Todavía estaban por Santa Fe los convencionales Rodolfo Barra, Eduardo Bauzá y Augusto Alasino. A ellos consultaron los hombres de Reutemann y obtuvieron como respuesta la posibilidad de un recurso judicial. "Vayan, que ganan". Al poco tiempo, cosa poco habitual, la Corte emitió su voto de forma unánime, 9 a 0, en contra del recurso. Casi cuatro años después, los mismos hombres que le habían guiñado el ojo para que reclamara la habilitación para su reelección le piden que apoye un recurso similar que posibilite la de Menem. El Lole, que descansa en Cap Ferrat, repasa una de sus frase preferidas: "No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague".




OPINION

Por Juan Carlos Portantiero (*)

¿República plebiscitaria?

t.gif (862 bytes) En medio del carnaval reeleccionista con que el menemismo agrede a la sociedad, aparecieron algunos temas significativos que hacen al funcionamiento de las instituciones en el sistema democrático. Uno de ellos es el referido a la diferencia entre los instrumentos de la democracia representativa y los de la democracia directa en los procesos de toma de decisiones: en términos del liberal decimonónico Benjamín Constant, la contraposición entre la libertad de los modernos y la libertad de los antiguos.

Es claro que el detonante de esta discusión fue el amague oficialista sobre la posible realización de una consulta popular nacional para saber si la gente quiere una nueva postulación del Presidente. Una simulación retórica, claro, porque parece absurdo que el menemismo acepte colocar en el debate ciudadano ese tema, sabiendo --como lo indica cualquier encuesta-- que jamás obtendría más del 30 por ciento de opiniones favorables.

De todas maneras, pese a la forma espuria en que el tema ha sido colocado frente a la opinión pública, no estarían de más algunas reflexiones sobre la cuestión: es sabido que la posibilidad de ampliar lo más posible la participación de los ciudadanos en los negocios del Estado ha sido desde hace mucho tiempo una bandera del progresismo. La Constitución reformada abre dos posibilidades para la democracia directa, pero como complemento de la forma representativa definida con precisión en el artículo 22 de sus Declaraciones, Derechos y Garantías: "El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución". Esas dos posibilidades son la iniciativa popular (artículo 39) y la consulta popular (artículo 40). La primera viene desde los ciudadanos y los autoriza a presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados si son avalados por más de un tres por ciento del padrón electoral, quedando excluidos de esta posibilidad los proyectos que se refieren a reforma constitucional, tratados internacionalmente, tributos, presupuesto y legislación penal. La segunda posibilidad nace en la Cámara de Diputados, que tiene la potestad de someter a consulta un proyecto de ley: si éste es aprobado debe ser promulgado automáticamente. Ambos --iniciativa y consulta-- no están todavía reglamentados por el Congreso, pero parece obvio que en ninguno de los dos casos entraría la reforma de la Constitución. Ahora bien: ¿sería una teoría más democrático reformarla por vía de un plebiscito que aplicando el mecanismo indirecto que fija el artículo 30? ¿Es mejor la república plebiscitaria que la república representativa?

En general los plebiscitos aluden siempre a temas muy concretos, para no dejar librado a un sí y a un no emocionales la resolución de temas institucionales que exigen grandes debates y deliberaciones: una Constitución, como el más alto contrato que se da una sociedad, no podría quedar librada a la decisión de mayorías transitorias.

Natalio Botana, en un artículo reciente en La Nación, ha señalado de qué manera el menemismo amenaza simultáneamente con herramientas oligárquicas y populistas para satisfacer sus estratagemas reeleccionistas. Oligárquicas, mediante el recurso a la Corte; una mayoría de cinco personas desplazaría a su favor a la soberanía popular radicada en el Congreso. Populistas, para construir una supuesta "voluntad general" a fuerza de plebiscito. Por supuesto que le conviene más la primera, la única, además, que está a su alcance, por lo que toda su cháchara acerca de que "hay que escuchar a la gente" se desvanece en medio de la manipulación elitista protagonizada hipotéticamente por la Corta adicta. Pero en estas condiciones la otra, la plebiscitaria, no sería menos manipuladora. Ambas anulan el debate, la deliberación capaz de constituir una voluntad colectiva. Y es en la discusión, que precede al voto y lo razona, en donde está el núcleo de la democracia.

(*) Sociólogo. Ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)


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