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Por Santiago Rodríguez Será difícil para Fernando de la Rúa volver a tender un puente para llegar a la Carpa Blanca, advirtió a Página/12 el secretario adjunto de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), Hugo Yasky. Los maestros realizarán hoy el sexto paro del 98 y, aunque abrigan la esperanza de que el Congreso apruebe la creación del fondo de financiamiento educativo para mejorar sus salarios antes de fin de año, ya preparan un plan de lucha para el 99. En ese caso, el precandidato radical a la presidencia no será bienvenido entre los docentes, que no le perdonan haberles dado la espalda el 11 de setiembre pasado, cuando el Gobierno enrejó la Plaza de Mayo para impedir la instalación de una nueva Carpa Blanca. Los maestros realizan hoy un nuevo paro, ¿cuáles son sus expectativas? Salir del atolladero en el que está ahora el proyecto de ley de financiamiento educativo porque los plazos se están extinguiendo y si no se aprueba el fondo de financiamiento a esta altura del año, la discusión pasará para el 99. ¿Qué hará la Ctera en ese caso? El congreso del gremio resolvió ratificar la continuidad de la carpa y el ayuno y se aprobó también realizar otro paro, iniciar un plan de movilización de acá a fin de año y retomar la metodología del ayuno masivo en las escuelas, en una jornada que se haría en noviembre en todas las escuelas del país. La idea es prepararnos para un conflicto en 1999. ¿Cómo imagina un eventual escenario de conflicto en el 99? Mucho más intenso que en el 98 porque ya hay varias provincias que extraoficialmente están anunciando el no cumplimiento de los cronogramas de pago. Marzo será un cuello de botella en el conflicto porque, al reclamo que venimos haciendo desde hace dos años, se sumarán las situaciones conflictivas que se van a generar en cada provincia por las deudas acumuladas que habrá hasta ese momento. Creo que se va a combinar la metodología de acción que planteó la carpa con el ayuno con el cese de actividades y las movilizaciones. ¿El hecho de que el 99 sea un año electoral marcará el retorno de los políticos a la Carpa Blanca? Algunos políticos ya no van a poder volver a la carpa e, incluso, algunos de la Alianza... ¿Por qué? Porque ha habido un distanciamiento y no creo que para muchos sea fácil volver a tender un puente para llegar a la carpa. Me imagino que sería difícil para De la Rúa, después de quedar, de alguna manera, aspirado detrás de la decisión del ministro (del Interior, Carlos) Corach de enrejar la Plaza de Mayo. En cierta forma, De la Rúa se mimetizó con la posición que en ese momento enarboló el sector más duro del Gobierno diciendo que no se podía instalar una segunda carpa en la Plaza de Mayo. Dentro de la Alianza, e incluso del radicalismo, hay quienes han estado y seguirán estando en la carpa, pero otros han tomado una distancia que para nosotros es negativa porque habla de alguna especie de síndrome que los hace estar más cercanos a las posiciones de los grupos de poder económico. ¿De la Rúa es el único al que le será difícil volver a la Carpa Blanca? El suyo es el caso paradigmático por excelencia, porque es el único que nos dio la espalda en un momento muy difícil y álgido del conflicto, en el cual un margen de autonomía en la posición del gobierno de la ciudad de Buenos Aires hubiera servido para desactivar la escalada de autoritarismo que desencadenó el gobierno nacional. ¿No se sienten defraudados también con muchos políticos que antes de las elecciones venían para la foto en la carpa y después nunca volvieron? No, porque la posición de la Alianza en su conjunto ha sido de absoluta coherencia en términos legislativos. Además, para ser justo, dentro del oficialismo también hay legisladores que han mantenido una línea de coherencia y remado contra la corriente de su partido. ¿Quiénes? Por ejemplo, el presidente de la Comisión de Educación de Diputados, Eduardo Mondino. De todos modos, lo que se impone en el oficialismo es el disciplinamiento a la presión del ministro de Economía y del propio Presidente, que es arte y parte del conflicto porque sabemos todos que con voluntad política esto se hubiera resuelto hace muchos meses. ¿Qué responsabilidad le cabe a la ministra de Educación, Susana Decibe? Da la sensación de que en este momento va flameando como una bandera desflecada detrás de las posiciones de Roque Fernández. Lo que en algún momento fue una contradicción en el seno del gabinete, aparece resuelto a favor de las posiciones más duras de Fernández y casi queda esperar que sean los legisladores quienes logren trasgredir los límites que plantea Economía. ¿Es optimista o pesimista en cuanto a la posibilidad de que el Congreso pueda trasgredir esos límites? El panorama es muy complicado y me parece que hay una decisión del ministro Roque Fernández de mantener abierto el conflicto con los docentes, que no sólo tiene que ver con la sintonía con las posiciones más ortodoxas del FMI, sino también con la voluntad política de generar condiciones para replantear el alcance de la escuela pública y la posibilidad de incursionar en formas de privatización que se están aplicando en otros países de América.
CRUCE ENTRE LA ALIANZA Y EL PJ POR LOS
MAESTROS La
Alianza y el peronismo protagonizaron ayer un duro cruce en la Cámara de Diputados ante
la posibilidad de que hoy sea postergado nuevamente el tratamiento del proyecto de ley que
establece la creación del fondo de financiamiento educativo: radicales y frepasistas
denunciaron la falta de voluntad del Gobierno para resolver el conflicto
docente y el peronismo reprochó de inmediato el oportunismo político de la
coalición opositora, a la que acusó además de recurrir a la demagogia
barata.
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