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Todo por 1.99

Comic

¡Buenas noticias
para el amigo comiquero!

Hoy y todos los jueves del mes, a las 21, la pantalla del auditorio del Centro Cultural Rojas volverá a llenarse de la mejor animación japonesa (animé). A razón de dos por función, se exhibirán los seis capítulos originales y en versión completa de Macross II, que narran lo que pasa 80 años después de Macross (la película japonesa que dio origen a la serie de televisión que se vio en Argentina). Los descendientes del conflicto Zentraedi/Mentraedi han logrado por fin una sociedad en paz con una cultura humana. Sin embargo, una nueva y extraña legión de guerreros Zentraedi hace su aparición en el sistema y la guerra se desata nuevamente.

El ciclo de animé ya se había iniciado hace un par de meses con la proyección de joyas del género, como el compilado de cortometrajes Robot Carnival (1987) o Ghost in the shell (Kokaku Kidota, 1995). En la primavera del año pasado, se habían proyectado también obras imprescindibles como Akira (1988), el largometraje del maestro Katsushiro Otomo, o Porco Rosso (1992) de uno de los principales animadores nipones, Hayao Miyazaki. Con estas muestras, el Rojas se convierte en el primer lugar de Capital donde los cebados del manga y el animé pueden encontrarse con sus películas como se merece: en pantalla grande y buen sonido. Gracias a los préstamos de la comiquería Camelot, el curador del espacio Andrés Denegri realizó una fina selección cuyo resultado está a la vista: ya en las últimas funciones del año pasado, se colmaba la capacidad de la sala.

Máximo Eseverri


Tecno

Llegó a Buenos Aires DJ Jef K, un francés de 27 años que ya se ganó su lugar en la ascendente escena house parisina con su estilo sexy. Tocó en Rex Club, Queen, Le Palace, La Loco, Le Bataclan y en varias raves y discotecas en Francia, Berlín (E-Werk, Love Parade, WMF), Madrid, Amsterdam, Viena, Londres. Es el compilador de My House 1, 2 y 3, los exquisitos combos que se consiguen en todos lados. El evento Mundjal 98 comienza hoy jueves a medianoche en Morocco, Hipólito Yrigoyen 851. Acompañan al visitante los locales Miss DJ Carla Tintoré y DJ Thin. Los próximos invitados son: Aquabassino (21/5) y Elegia (28/5). En la galería Bond Street podés conseguir entradas con descuento.

Próximas citas:
15/5: Techno Rave-o-lution en Cabildo 2040 (24 hs.), con la presencia de Club Rayo Orlando, Thomas Jacobs, Diego Ro-K, Arieloop, Roger, Sig, Urban Groove, y los grupos Fumanchu, Audioperú y DDTronikz. A la misma hora, pero en Chacabuco 947, abre Unit con los DJ’s Ro-K y Cid.
17/5: Dr. Trincado presenta su CD Bueno en la Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929 (17 hs.). Por sólo tres pesos se podrá bailar Bueno y otras delicias, al aire libre en una espléndida terraza con vista al rìo.


El aguante de verdad

No hay mal que por bien no venga: con la desaparición del sello de videos El ojo del cine, parecía que se terminaba la racha momentánea de poder acceder a películas como Pusher (1996), del joven danés Nicolas Winding Refn. Sin embargo, el reabierto cine Cosmos viene cumpliendo, desde el estreno de Cuestión de fe del boliviano Marcos Loayza, su promesa de acercar a nuevos directores del viejo continente y de América. Desde hace una semana se exhibe en la sala principal y en fílmico la segunda película del ruso Mathieu Kassovitz. No se alarmen: no se trata de otra interminable película rusa, sino de El odio (1995), un film que se mete con lo más denso de los suburbios de París, donde los complejos habitacionales están atestados de inmigrantes judíos, árabes, tunecinos, marroquíes, senegaleses, españoles y todo tipo de norafricanos. Allí, la juventud intenta sobrevivir y expresarse entre la tenaza de violencia hecha de policías de civil, brigadas antidisturbios y bandas skinheads, y esa otra tenaza hecha de miseria y desocupación.

Filmada en un contrastado blanco y negro (igual que la primera película de Refn), las tomas y la luz muestran los mejores perfiles de Said (árabe), Vincent (judío) y Hubert (norafricano), tres amigos que -separados de a ratos por corridas, razzias o peleas entre ellos- compartirán toda el día posterior a una auténtica batalla campal entre policías antidisturbios y gente de los suburbios, en la que un joven amigo de los tres fue golpeado hasta quedar en coma. Lo de la batalla campal no es chiste: toda la secuencia inicial de títulos está conformada por imágenes documentales de sangrientos encuentros callejeros entre manifestantes y policías, y la película comienza con una dedicatoria “a todos aquellos que murieron realizándola”. Desde las 10.38 de la mañana hasta la madrugada del día siguiente, recorrerán su ghetto y luego París, viendo y viéndose de cerca en una megaciudad signada por la mezcla cultural y de clases. Al rap y el scratch incesante de Ice Cube o Beasty Boys, en Francia debemos sumar el africanizado rap en francés de Melnic o MC Solaar y hasta resabios de las destrezas breakers pertenecientes a una cultura negra multiétnica, que con la norteamericana sólo parece compartir el corte de pelo y algunos gestos. Eso y la caída libre desde una torre, en la que los suicidas se repiten mientras caen, “hasta aquí todo va bien”.

M. E.