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La camada del rock de los 90 (Nuevo Rock Argentino) fue acompañada por una especie de explosión de sellos nuevos, independientes, lugares para tocar, descubrimiento y apoyo de los medios. Pero a partir del 95 decayó todo y no parece haber muchas opciones de crecimiento y difusión. Los que vinieron después, ustedes, ¿cómo sobrellevan esta situación crítica? Manuel (Farsa Realidad): -Estamos al margen de eso. Somos anarquistas, hacemos un fanzine y tenemos la banda y sabemos que es muy difícil que alguien se interese en eso, salvo las trescientas personas que nos siguen y apoyan. Y aparte no nos importa mucho, realmente. Sabemos que las cosas son así y por eso nos autogestionamos. Laura (Falso Primer Ministro): -Nosotros empezamos a tocar a fines del 94 con esta formación y después de esa época desaparecieron un montón de sellos en donde se podía grabar. Había mucha frustración, no aparecía nada que pudiera generar algo. Nosotros grabamos, mandamos a copiar el material y lo vendemos por ahí. Somos de La Plata y recién ahora estamos saliendo a Capital. Todo lo producimos nosotros. Manuel (La Mancha de Rolando): -El espacio se inventa. Del 70 por ciento del espacio que inventás te echan (risas generales) y el otro 30 por ciento dura. Nosotros tenemos la suerte de que estamos durando. Ahora nos está yendo bien, pero por nosotros. Y como nos pasa a todos, te das contra la pared porque no te da bola nadie, hay acomodo y todo eso, como en la oficina... Pero nosotros somos como esos cadetes que laburan de cadete años hasta que un día se ganan al jefe y heredan todo... (risas). Ariel (Televidentes): -Después de ciertas experiencias nos dimos cuenta que es lo mismo estar o no en un sello, porque todos esperan lo mismo: que el trabajo lo haga el grupo. No invierten nada y sólo les interesa salvarse después. No están preparados culturalmente para entender al músico. Tampoco está bueno que los sellos tengan más importancia que las bandas; es decir, que porque estés en el mismo sello de tal banda, seas mejor. Aparte, para el sello un disco tuyo es un cachito de plástico. Siempre todo lo tuvimos que hacer nosotros. Lo importante es que los medios difundan eso. No tenemos padrinos estrellas de rock. Martín (Jesus Martyr): -Nosotros lo vivimos mucho en este ambiente de la música heavy. En nuestra etapa más seminal, cuando nos formamos en el 94, era el auge del death metal y ése fue el año en que más producciones se lanzaron. Nosotros llegamos a sacar un producción independiente en ese año y después ya no pudimos hacer la segunda tirada, hubo un quiebre ahí. Bandas referentes del palo se separaron, quedaron unas pocas y el foco de atención se fue a esas bandas y las que veníamos atrás empezamos a perder cabida. Grabamos un disco y le interesó a un sello español, y decidimos dejar la edición y la distribución en manos de ellos. Llegó un momento en el que sentimos que ya no podíamos hacer más nada: llegamos a un punto en que se nos cerraron tantas puertas que ya no sabíamos dónde golpear, y se abrió una que jamás pensamos. Pero eso fue más suerte que otra cosa. El Tano (La Mancha...): -Un sello te facilita el trabajo de llegar a más gente. No te va a salvar y en muchos casos te pueden llegar a perjudicar. Nosotros ya tenemos tres discos editados independientemente. Nuestra filosofía es ir adonde está la gente: tocamos todos los domingos gratis en Parque Centenario, vendemos el disco pasando la gorra y nos alcanza para solventar los gastos de flete y cubrir la edición de los casetes. Todos laburamos todo el año para a fin de año bancar la producción del disco nuevo. Tenés que invertir y a largo plazo. -¿Cómo se arreglaron a partir de la ola de cierre de locales?Manuel: -Te las rebuscás. Hay una parrilla, por ejemplo, en Vicente López, que está todo bien y tocamos ahí. Pero si no hacés algo por el estilo, sí, sonaste.El Tano: -Uno trata de generar sus propias fechas y buscar lugares, hasta que los cierran. Muchas veces los alquilás, y no necesariamente son lugares de rock: alquilás un salón, armás la barra, el sonido y listo. Martín: -A veces te encontrás con lugares copados y te salen con un precio desquiciado. Los pocos lugares que quedan se avivan de que son pocos y se aprovechan de tus ganas de tocar. Llega un momento en el que, como decían ellos, te inventás los lugares. Laura: -Nosotros en La Plata al principio no tuvimos tantos problemas. Después cerraron lugares y agotamos el circuito. Y no hay mucha movida. -¿Las dificultades tienen que ver con un estilo de música en especial? Ahora se habla de los problemas de los grupos punk o de esa onda.Manuel: -Puede ser. Nosotros hacemos punk y hardcore y en muchos lugares te sacan cagando porque piensan que ese público hace bardo. Martín: -Muchas veces yendo a buscar fechas me han dicho la gente del heavy rompe todo. Hoy por hoy la gente está más tranqui. Aparte nosotros siempre tuvimos la resistencia del idioma, cantamos en inglés y ése fue el punto que siempre nos reprocharon. El Tano: -Qué gracioso eso ¿no? porque el pibe que te putea por eso después escucha Pantera, Sepultura... Laura: -Como nosotros hacemos un estilo diferente, no tuvimos ese problema. Pero en La Plata, todos tienen problemas. -¿Cómo se hace para bancar todo ese laburo de autogestión, sabiendo que es muy difícil pegar el gran salto?Manuel: -No te digo que estamos resignados, pero casi. Es muy difícil vivir de la música. Laura: -En principio, nosotros nunca creímos que lo nuestro fuera redituable como para vivir. Lo nuestro es un proyecto, tenemos la necesidad de hacerlo. Nosotros grabamos porque nos gusta grabar y, es más, distribuimos en disquerías y ni siquiera fuimos a buscar la plata. A veces te cansás de perder: sabemos que no la vamos a recuperar, pero es parte de lo que hacés. A veces te revienta, porque tocás, todo bien, y cuando terminás tenés que desarmar y pensás ¡quiero un plomo!. Martín: -Lo que te mueve a seguir es pensar que en algún momento eso puede cambiar. Si yo me pongo a pensar en sacar la misma guita que saco laburando de otra cosa, tendría que dejar de tocar. Pero si yo laburo para que eso cambie, va a cambiar. El Tano: -Es laburo. Yo creo que el objetivo nuestro, de todos, es vivir algún día de la música. Hay que laburar, romperse el culo. Pero no nada más laburar de algo que te solvente la vocación, sino laburar de músico. Nosotros ya nos recibimos de electricistas, reparamos instrumentos, somos nuestros propios managers. Uno es su propio cadete. Por un lado va el camino de la suerte y por otro vas vos: en algún punto, se van a cruzar esos caminos, y vos tenés que estar bien parado para que en ese momento puedas aprovechar esa oportunidad. Ariel: -Y si estás en un sello, es igual. Todo eso lo tenés que hacer, y la poca guita se la quedan las discográficas. Sumado a todo ese laburo, tenés que creer en los milagros (aprobación general)... y tratar de provocarlos... Lo importante es morirse intentándolo. El Tano: -¿Qué mejor que llegar a viejo y decir no seré famoso o viviré de esto, pero me rompí el culo para lograrlo? Si no llegué a mi objetivo, al menos estuve cerca. Esa es la idea. Martín: -Te queda la tranquilidad de que intentaste todo... Siempre hay alguien, tu familia, qué se yo, que te dice: ¿para qué hacés todo esto?, y yo les digo: si te ponés un kiosco, ¿quién te asegura que te compren los cigarrillos y los chicles? TEXTOS: Mariana Enriquez
y Eugenia Tavano
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