Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


“El glamour argentino es realmente berreta”

Entrevista a Iván Noble, el líder de Los Caballeros de la Quema, que hoy  actúan con Divididos en “Buenos Aires Vivo 3”.

Noble está perplejo por su incorporación de prepo a la farándula.
Esta noche toca con Divididos, un grupo que le da clases de música.

na20fo01.jpg (11508 bytes)

Por Pablo Plotkin

t.gif (862 bytes) A Iván Noble le gustan las mujeres. Desde siempre. Y Noble parece gustarles a las mujeres, ahora más que nunca. El asunto no tendría nada de atípico de no haberse convertido en la razón por la cual un rocker que aún no alcanza el status de estrella pasó de repente a ser acosado por paparazzis y a parecer en revistas que detesta. La razón específica, en verdad, fue un affaire con Natalia Oreiro. Nada más –o nada menos– que eso. “La farándula es como un zoológico y, como en todo zoológico, algunos animales se ponen viejos, otros mueren y otros ya no quieren salir a saludar a los pibes”, considera la voz de los Caballeros de la Quema. “Entonces cada tanto hay que traer especies nuevas, como esos osos polares que traen de Alaska. Ahora hacía falta un rockero, había que reciclar la especie. Cada tanto tiene que aparecer un rockero desaliñado mezclado entre la farándula”, completa. Los Caballeros concretarán esta noche la que posiblemente sea la actuación más masiva de su historia, compartiendo el escenario del ciclo “Buenos Aires Vivo 3” con Divididos. ANIMAL, que el sábado fue anunciado compartiendo esta fecha, desapareció ayer otra vez del cartel.
Caballeros y Divididos vienen de compartir escenario en un par de recitales gratuitos que organizó la Secretaría de Cultura de la provincia de Buenos Aires en Hurlingham y Pilar. “Verlos es aprender todo el tiempo”, dice Iván acerca de Divididos. “A la vez es decir ‘hijos de puta, cómo tocan’. Y mi admiración por ellos pasa también por una cuestión que excede lo musical. Es una banda que ha tenido beso y cachetazo todo el tiempo –como dicen ellos–, y a pesar de eso tiene unas ganas enormes de tocar y de crecer. Personalmente, aprendí de los Divididos que la mejor manera de llevar una vida de rockero es parecerlo lo menos posible.”
–¿Nunca le gustó el glamour en las estrellas de rock?
–La estrella de rock siempre tiene algo de glamoroso, pero creo que lo más importante tiene que pasar en los escenarios, en los camarines y en la sala de ensayo. En esos tres lugares. De otra forma, estás más expuesto a someterte a situaciones ridículas, como me pasó a mi.
–¿Cómo lo está tomando?
–Ahora, con tranquilidad. Al principio no, hasta que me di cuenta de que no puedo evitarlo. Ya no puedo evitar que los diarios digan a dónde fui, con quién, quién me llevó en auto. La única manera que tengo de frenar un poco la cosa es evitando las notas que no hablen de música y dejar de frecuentar los lugares está esta gente, que de todas maneras termina por enterarse. Por algún motivo, alguien ha decidido que soy una especie bienvenida en ese zoológico.
–¿Cuánto tuvo que ver usted en todo esto?
–La verdad es que mi mezcla con la farándula tiene que ver con dos o tres historias que se dieron de manera casual. Yo no fui a pararme a la puerta de El Divino a ver si pescaba alguna famosa. La verdad es que a la gente de la farándula con la que me han encontrado la conocí haciendo mi laburo: tocando o haciendo notas. Ocurre que antes de hacerme medianamente conocido pasaba igual: cada vez que veía una mujer que me gustaba, trataba de estar con ella. Ahora pasa lo mismo, nada más que con minas conocidas. Pero sé que cualquiera que conoce la historia de la banda sabe leer entre líneas y darse cuenta qué clase de tratamiento tienen las notas en esos medios.
–¿No le molesta el hecho de permanecer tanto en esas páginas?
–Hablando con un periodista de una de estas revistas, en buenos términos, off the record, le preguntaba por qué me seguían jodiendo si ya había dejado de salir con la quía. Y el tipo me dijo: “Sí, pero ahora el que importa ya sos vos”. Parece que por algún motivo es interesante con quién salgo a un lugar o quién me lleva en auto a otro. Y lo que más me jode de la prensa del corazón es que ejerce, para mí, la forma más perversa de la mentira: mezclar mitad de mentira con mitad de verdad.
–¿Cómo lo toma el resto de los Caballeros?
–Me gastan y coleccionan los recortes. En algún momento por ahí nos molestó por cosas que tienen que ver con la identidad de un rockero. Pero cuando te das cuenta de que la gente que te va a ver sigue yendo y los discos siguen vendiéndose por las canciones, eso te tranquiliza.
–¿Por dónde cree que pasa el interés de saber con quién sale o deja de salir un músico de rock?
–No sé, pero habla de un estado cultural muy precario, porque para que se publiquen cosas así tiene que haber mucha gente que las consuma. La poca gente que me critica el hecho de aparecer en esas revistas me pregunta porqué doy entrevistas. Como si yo abriera las puertas de mi casa, me sentara abrazado a mi novia de turno y dijera: “Bueno sí, nuestra relación de pareja...”. Jamás haría eso.
–Pero “eso” no pasa sólo aquí.
–Pero lo de afuera por ahí sí tiene más glamour. ¿Cómo es el glamour argentino? Es un glamour decadente, realmente berreta de por sí. La idea porteña del glamour es grotesca. ¿Cómo puede ser que, en una semana, yo aparezca tres veces en la sección de chimentos de Clarín? ¿No hay nadie más famoso, o más mujeriego, o más importante? Pero bueno, o vivís adentro de un placard, alimentando el mito, o seguís haciendo lo que hiciste siempre. Yo opté por esto último. Si necesitan un nuevo rockerito para el zoológico, de acuerdo, que saquen fotos. Pero no voy a hablar ni a acercarme a saludar a la gente que está del otro lado de la jaula, tirando galletitas.

 

Un tema para las Madres
Este es el texto de “Madres”, un tema de Iván Noble incluido en el compact La paciencia de la araña y en el repertorio que interpretarán esta noche Los Caballeros de la Quema:

Van
en ronda porfiada/ ancianas de viento/ de un frío que gasta/ tackleando al olvido/ yugando el dolor
Van
En ronda mareada/ remando en silencio/ a orillas de un tiempo/ de grises y ausencias/ de niebla en la voz
Van de pie con las heridas altas/ convidando memoria/ y andarán contra mugre y perdón
aunque duren los cuervos/ llueva este asco/ y pesen los pies
Van
pañuelos curtidos/ de llantos inmensos/ de soles de inviernos/ diciendo los gritos que nadie gritó
Van
en ronda acunada/ tobillos cansados/ y ovarios de hierro/ pariendo el coraje que nadie parió
Van de pie con las heridas latas/ convidando memoria/ y andarán contra mugre y perdón
aunque duren los cuervos/ llueva este asco/ y pesen los pies.

 

PRINCIPAL