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FRACASO LA VIA DEL ARBITRAJE EN EL CASO PINOCHET
Europa contra el ex dictador

España y Chile no se pusieron de acuerdo sobre un arbitraje internacional. Podría abrirse otro proceso contra Pinochet  en Londres y se reactivará el pedido de extradición de Francia.

La Fiscalía General española buscó la liberación de Pinochet y sólo consiguió oposición.
Aquí, una manifestación enfrente de la sede del Palacio de Justicia en Barcelona.

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t.gif (862 bytes)  Las maniobras para liberar a Pinochet parecen terminadas. El canciller español Abel Matutes anunció ayer que su gobierno y el de Chile no lograron un acuerdo para llegar a un arbitraje internacional sobre el caso del ex dictador chileno, detenido en Londres desde hace diez meses. El diario británico Sunday Telegraph informó ayer que el Servicio Fiscal de la corona británica podría abrir un proceso contra Pinochet, en momentos en que la Fiscalía General del Estado español presentó una demanda para que se anule el pedido de extradición formulado por el juez Baltasar Garzón. Sophie Tonon, la abogada de los franceses desaparecidos en Chile durante la dictadura, recordó que aún están pendientes los pedidos de extradición que Suiza y Francia cursaron a Gran Bretaña y que son independientes de lo que ocurra en España, y que ella personalmente activará estas peticiones en París.
Las salidas judiciales para Pinochet se están cerrando, y las políticas también. Desde la detención del ex dictador el 16 de octubre pasado, se multiplicaron las maniobras judiciales y políticas del gobierno de Chile para lograr su liberación. La última de estas maniobras fue la apelación a Madrid para que considere un arbitraje internacional. Esta es una forma de sacar al caso Pinochet del ámbito judicial, pero también es un modo de dejar para más adelante un proceso de extradición que tiene fecha de comienzo el 27 de setiembre. Para ese mes, tanto Chile como España estarán acercándose a elecciones presidenciales en un caso y legislativas en el otro. Y ninguno de los dos gobiernos se beneficiaría con el reflote del caso. Las posibilidades para liberar a Pinochet se centran ahora en los “motivos humanitarios”, por su salud aparentemente “frágil”.
Pero el canciller chileno Juan Gabriel Valdés no mostró ningún desaliento por las declaraciones de su colega Matutes. En su opinión, “no son terminantes”. En entrevista concedida al diario El Mercurio, Valdés admitió que el tema es incómodo para todos los participantes “pero los gobiernos están para tratar los momentos difíciles, si todo fuera fácil en las relaciones exteriores no se justificaría siquiera la existencia de los gobiernos”. Una “alta fuente” de la Cancillería española consultada por El Mercurio afirmó que las palabras de Matutes fueron “para consumo interno”, a fin de despejar dudas tras el emplazamiento de Garzón al Ejecutivo sobre una eventual aceptación del arbitraje, y no una especie de respuesta negativa extraoficial a la postura chilena.
Según el Sunday Telegraph, una portavoz del Servicio de Fiscalía de la corona indicó que los fiscales evaluarían las pruebas en contra de Pinochet si defensores de los derechos humanos presentan una solicitud para que sea juzgado bajo las leyes británicas. Además, “Gran Bretaña debe estudiar las otras demandas de extradición de Francia, Bélgica y Suiza, antes de tomar cualquier iniciativa sobre la liberación de Pinochet”, como estimó ayer Sophie Tonon. “A partir del lunes (por hoy) pediré al ministerio francés pertinente retomar las demandas anteriores de apertura del expediente de extradición de Pinochet solicitado por Francia a Gran Bretaña”, anunció.

 


 

LLEGA UNA DELEGACION DE EE.UU.
Más “gringos” en Colombia

t.gif (862 bytes) “No hay planes de Estados Unidos para invadir o cercar a Colombia”. El asesor para América Latina del presidente Bill Clinton, Arturo Valenzuela, intentó así despejar ayer los temores de que el arribo hoy de una comisión especial de Washington a Colombia presagiara una intervención militar norteamericana en el país. La delegación, encabezada por Thomas Pickering, ex-embajador en El Salvador durante la guerra civil, tiene la misión oficial de discutir con el presidente colombiano Andrés Pastrana “los esfuerzos antinarcóticos y el proceso de paz”. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) informaron ayer que encontraron el avión comercial venezolano secuestrado hace dos semanas cerca de la frontera colombiana y que devolverían a sus 14 pasajeros sanos y salvos.
Valenzuela dejó en claro ayer en su entrevista con el diario colombiano El Tiempo que “no tenemos ninguna intención de meternos en la lucha contrainsurgente”. Ante la posibilidad de que el conflicto se “derrame” a otros países, Valenzuela aseguró ayer que Washington “no ve por el momento un peligro muy serio”. Por lo pronto, su pronóstico pareció realizarse con respecto a Venezuela. El secuestro de un avión venezolano había suscitado temores de que Venezuela interviniera contra la guerrilla, luego de que la cancillería en Caracas afirmara que si se probaba la autoría de la guerrilla colombiana en el secuestro, “alteraría la neutralidad venezolana”.
El segundo jefe de las FARC, Jorge Briceño, alias “Mono Jojoy”, declaró a la radio colombiana Radionet que la guerrilla devolverá a los pasajeros del vuelo de la línea venezolana Avior, que recorría el trayecto BarinasGuasdualito, “sin contraprestación alguna” (sin rescate). La versión de “Mono Jojoy” es que los secuestradores eran cuatro “disconformes” con el gobierno venezolano, que huyeron antes de ser capturados por la guerrilla. Rigoberto Vidal Martínez, el jefe de la frontera militar venezolana con Colombia consideró improbable esta versión. “Todos sabemos que los guerrilleros son del lado colombiano”, afirmó.
No obstante esta aparente resolución de la crisis venezolana, la situación regional sigue inestable. La presidenta electa de Panamá, Mireya Moscoso, afirmó ayer que compraría armamentos de varios países, incluyendo a Estados Unidos, a fin de proveer a su policía fronteriza con los medios para impedir incursiones de las FARC o de los paramilitares en su país. Y la idea de una intervención política internacional para resolver el conflicto en Colombia sigue cosechando adherentes. El ex canciller colombiano Augusto Ramírez propuso ayer que los países latinoamericanos ejerzan “una presión benéfica” para lograr la paz. La semana pasada, fuentes del gobierno de Brasil afirmaron que el país estaba dispuesto a ponerse al frente de una iniciativa similar.

 


 

NUEVO ENFRENTAMIENTO CON RUSIA
El fantasma de Chechenia

t.gif (862 bytes) Los rusos terminaron la guerra con los separatistas de Chechenia en 1996, pero eso no quiere decir que todo ha terminado. Luego de los enfrentamientos entre rebeldes chechenos y tropas de la república rusa de Daguestán registrados el miércoles pasado, la cuestión pasó a mayores. Los chechenos tomaron ayer tres pueblos daguestaníes y el presidente ruso Boris Yeltsin le ordenó a su premier Serguei Stepashin que viajara para manejar la situación en el terreno. Con artillería pesada, los rusos lograron expulsar a los chechenos de Daguestán, y Stepashin volvió contento a Moscú.
Según las agencias rusas, varios centenares de combatientes, supuestamente extremistas islámicos de la milicia de los wahbitas, llegados de Chechenia, invadieron el sábado las localidades daguestaníes de Etcheda, Ansalta y Rajata. Los enfrentamientos fueron los más graves desde el fin de la guerra de Chechenia, en 1996, en la que Rusia no pudo vencer a los rebeldes y tuvo que firmar la paz.
Stepashin se reunió en el aeropuerto de la capital daguestaní Majachkalá con el ministro del Interior, Vladimir Rushailo, el jefe de las fuerzas armadas, general Anatoli Kvashnin, y el comandante en jefe de las tropas de Interior, general Vladimir Ovchinnikov. El premier ruso aclaró que la norma de la contraofensiva rusa fue la necesidad de evitar “bajas en la población civil y las fuerzas de seguridad”.

 

subrayado
Por Claudio Uriarte
Interviniendo un Ejército

Más que una intervención norteamericana en Colombia, lo que se está presenciando es una intervención norteamericana en el Ejército colombiano. Los sondeos en Colombia y el resto de la región del general Charles Wilhelm –jefe del Comando Sur–, del “zar” antidrogas Barry McCaffrey y, a partir de hoy, de una delegación del Departamento de Estado encabezada por su “número 3”, Thomas Pickering, sobre una eventual intervención continental, son por ahora sólo eso: sondeos. Porque los únicos gobiernos dispuestos a encarar una intervención son los de Argentina y Perú, y el primero va a ser cambiado en octubre, mientras que el año próximo empieza la temporada de primarias en Estados Unidos, que suele paralizar toda iniciativa importante de política exterior. De consumarse, una intervención continental debería ocurrir antes de diciembre, para lo que no existe ni el consenso necesario ni el nivel de preparación de fuerzas.
Lo que no excluye el hecho de que el proceso de paz iniciado por el presidente Andrés Pastrana es un fracaso. Desarticulados los carteles de Medellín y de Cali, la guerrilla de las FARC, del ELN y los paramilitares de ultraderecha controlan y usufructúan ahora los principales campos de cultivo de coca y amapola. Las FARC recibieron del gobierno 42.000 km2 en el suroeste del país y no los usaron para hablar de paz sino para lanzar una ofensiva sangrienta en las afueras de Bogotá. En el último golpe de un proceso que ya lleva un año, la semana pasada negaron al gobierno una Comisión de Verificación que se ocupe de controlar lo que ocurre en la zona del “despeje”. La popularidad de Pastrana está en el abismo y su país, en recesión.
En estas condiciones, EE.UU. mueve sus fichas para evitar que la guerrilla se derrame sobre Panamá, con lo cual el Canal –devuelto este año– se convertiría en una zona libre de tráfico de drogas y armas. Además de instalar nuevas bases de espionaje y reconocimiento en la zona, Washington ha decidido operar con el único Ejército que tiene, que es el colombiano. Ya se han escuchado quejas en Colombia de que la verdadera cadena de mandos remite al Pentágono, y que de un modo u otro el país está consumando una cesión de soberanía.
La idea es reforzar al Ejército con nuevos créditos y armas, pero para eso se necesita también reformarlo y limpiarlo. Si la guerra de El Salvador pudo ganarse con sólo 55 asesores norteamericanos –es el razonamiento–, tal vez algo parecido pueda ocurrir con Colombia. Pero Vietnam también empezó sólo con asesores.

 

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