Por Dafne Gentinetta Claudio Gallardou, actor y
director del grupo teatral La Banda de la Risa, acaba de terminar la función de Puck,
sueño de verano, una adaptación que él mismo realizó de Sueño de una noche de verano
de William Shakespeare. Su cara tiene rastros de maquillaje y expresa satisfacción. El
público que sale no deja de felicitarlo por su interpretación de Puck, un duende
malo pero divertido. Los flashes aparecen y desaparecen. Su compañero de
elenco Pablo Echarri lo saluda con un efusivo abrazo mientras tres chicas merodean. El
espectáculo terminó, ahora: Gallardou se sienta a la mesa de un bar de San Telmo, pide
una cerveza con dos orejas (empanadas de jamón y queso) y habla de La Banda,
de Shakespeare, del teatro, de la televisión, de las críticas y de sus proyectos.
¿Por qué es tan importante para un actor interpretar a Shakespeare?
Alrededor de la palabra Shakespeare hay una mística muy grande, que mete miedo. Fue
un genio y lo interpretaron los mejores actores de la historia. Entonces crea como un
fantasma: cuando uno lo adapta tiene que hacerlo mínimamente bien.
¿Cómo fue evolucionando La Banda desde sus comienzos hasta la actualidad?La
Banda nació hace catorce años y fue adaptándose a distintas tendencias teatrales.
Empezó siendo un grupo clown que trabajaba en la calle, después pasó al espectáculo
gauchesco, de allí al varieté y por último investigamos la comedia del arte.
¿Por qué incorpora actores ajenos al grupo?
Es bueno reciclar el grupo todo el tiempo. Si a lo largo de catorce años se trabaja
sólo con las mismas personas llega un momento en que se empieza a repetir. En el cambio
está la sorpresa. Además, el hecho de incorporar actores de TV demuestra que están
mucho más preparados de lo que parecen.
¿La Banda recibe alguna subvención del Estado?
No, en absoluto. Estábamos esperando un subsidio del Fondo Nacional de las Artes
para hacer este espectáculo, pero nunca llegó. Quizá termine la obra y sigamos
esperando...
¿Por qué prioriza el trabajo del cuerpo por sobre la palabra?
Porque no me gusta subir a un escenario, sentarme a una mesa con una botella y
empezar a discutir con el otro que está en frente. El drama cotidiano en el escenario me
aburre. Me gusta el manejo del cuerpo, la utilización de la acrobacia y de la música.
Que las situaciones no sean convencionales como en el teatro naturalista ciudadano.
¿Extrañan la calle?
Sí. Yo volvería a hacer un espectáculo en las plazas.
¿Qué le da la calle que no le da una sala?
La impunidad, la innovación total. En la sala hay presiones a las que hay que
responder con una cantidad de butacas llenas, si no te echan.Puck, sueño de verano está
nominada a los premios ACE 1998/1999 en cinco categorías: comedia dramática, actor
protagónico y director de comedia, Claudio Gallardou; y como mejores actores de reparto,
Adolfo Yanelli y Cristina Fridman. El duende malo pero divertido, está
contento pero se irrita al hablar de dinero, más cuando un asistente de dirección actúa
de apuntador en la charla. Gallardou lo calla con una mirada. Ahora sí contesta
cordialmente.
¿Por qué es tan cara la entrada?
Es una decisión de la producción. Tenemos un cartel muy caro de actores: Paola
(Krum) o Pablo (Echarri) no ganan lo mismo que puedo llegar a percibir yo. La música de
Luis Alberto Spinetta también implica dinero, además de las luces y los micrófonos. Si
la plata es irrecuperable no se puede invertir en otro espectáculo y el grupo se muere en
esta obra.
¿Cree que hay un resurgimiento del teatro?
Creo que todo el tiempo muere y todo el tiempo resiste. Hay un teatro que aparece,
otro que desaparece, porque cambian las tendencias, los directores y los actores. Se
recicla constantemente, como los políticos o los presidentes pero, finalmente, siempre es
igual.
¿Cuál es su próximo proyecto?
Terminé de rodar una película dirigida por Javier Torre sobre la vida de Estela
Canto, una novia del escritor Jorge Luis Borges, y ahora estoy esperando su estreno. Mi
idea es seguir con Puck, sueño de verano y con mi participación en La mujer del
presidente, en televisión.
¿Cómo compatibiliza estar en teatro y en televisión al mismo tiempo?
Es complicado. Se juntan los horarios, llego tarde a todos lados. Pero da mucho
placer. Estar en televisión genera una convocatoria y eso ayuda a que el nombre de uno
adquiera cierta notoriedad. Cuando resulta es maravilloso.Gallardou apura su tercera
cerveza y pide la cuenta. El off the record le gusta más de lo imaginado y tiene ganas de
seguir charlando. El entrevistado se convierte en entrevistador y viceversa. Parece que
Puck no quiere dormir.
|