Por Raúl Dellatorre La Cámara de Diputados
convirtió ayer en ley la reforma impositiva, rechazando el grueso de los cambios que un
día antes habían sido introducidos por el Senado, de mayoría justicialista. La
extensión del impuesto a los combustibles sobre solventes y aguarrás fue eliminada, tal
como lo había dispuesto la Cámara alta, reflejando el peso de la presión sobre el
Parlamento de las cámaras empresarias que utilizan dichos productos como insumo. En
cambio, los diputados, con una votación de 115 contra 66, ratificaron los demás aspectos
del proyecto original que el Senado pretendía modificar: subas en el impuesto a las
Ganancias, Personales y en Internos, extensión del IVA al transporte de media y larga
distancia e inclusión de diversos activos en el impuesto a los Bienes Personales.
El paquete impositivo le permitirá al gobierno de la Alianza obtener rápidos resultados,
a partir del mes de febrero, cuando ingresen a las arcas fiscales las retenciones por
impuesto a las Ganancias de las personas en relación de dependencia y las liquidaciones
de impuestos Internos del mes de enero. Serán, en buena medida, los empleados con sueldos
superiores a los 2000 pesos los que cargarán sobre sus espaldas el peso del paquete
impositivo.
El mayor castigo tributario para los empleados surgirá de la reducción de la deducción
especial de 18.000 a 13.500 pesos anuales y de la ganancia no imponible de 4800 a 4000
pesos. Dichas deducciones, que alcanzan a cualquier trabajador en relación de dependencia
sin importar su composición familiar, implica bajar en 407,60 pesos mensuales el piso
salarial para ser alcanzado por el impuesto. Pero además se redujeron las deducciones por
cónyuge y por hijo, con lo cual los casados resultan más afectados ante los cambios que
los solteros.
Para el jefe de hogar con una familia tipo, que trabaja en relación de dependencia con un
ingreso de 2200 pesos (nominales o en bruto), la reforma impositiva le supondrá pasar a
pagar alrededor de 20 pesos mensuales de impuesto, cuando hasta ahora no estaba alcanzado.
La situación es peor aún para los que viven de su trabajo personal pero sin relación de
dependencia. Por ejemplo, de la explotación de su propio comercio pero sin condiciones
para inscribirse como monotributistas. Para éstos, la deducción especial bajó de 6000 a
4500 pesos anuales, lo cual haría que el impuesto alcanzara prácticamente a todos los
autónomos con ingresos superiores a los 800 pesos mensuales.
De acuerdo a la experiencia histórica, el fisco corre el riesgo de que la excesiva
presión impositiva sobre las ganancias de cuarta categoría (personas físicas) derive en
una incentivación al pago de remuneraciones en negro, por acuerdo entre
empleados y patrones. El efecto no se registraría en los primeros meses de aplicación de
la reforma, pero sí a partir de uno o dos trimestres, cuando los contratos privados
comiencen a adaptarse a las nuevas condiciones disfrazando parte
del salario, como otra forma de transferencia para eludir el pago de impuesto. Si estas
argucias se efectivizan, no sólo se resentiría la recaudación en Ganancias, sino
también en aportes previsionales. Quienes no podrán escapar al impacto pleno del
impuesto son los empleados estatales de alta remuneración (de categorías altas), sin
posibilidad de reemplazar ingresos por transferencias en negro.
Por otra parte, el aumento de impuestos Internos también castigará a los consumos
masivos de bebidas y cigarrillos, que aunque no constituyan una parte muy significativa de
los presupuestos familiares, tienen la particularidad de alcanzar a casi todos los
hogares, cualquiera sea la clase social a la que pertenezca. A diferencia de la escala de
ingresos alcanzada por el impuesto a las Ganancias, el aumento de impuestos Internos no
discrimina en contra de los que más ganan.
Más orientado, socialmente, será el impacto del impuesto a los autos cero kilómetro.
Sólo alcanza a las unidades con valor superior a los 15mil pesos, pero neto de otros
impuestos, con lo cual quedan abarcadas únicamente las unidades medianas o grandes. Este
tributo es otro de los que le rendirían al fisco una porción importante de los ingresos
extra que se espera obtener de la reforma.
IMPUESTO POR IMPUESTO, CUALES SON LAS
MODIFICACIONES
Todos pueden quejarse de algo
La
primera reforma tributaria que presentó el gobierno de la Alianza incluye aumentos de
gravámenes en productos de consumo masivo, en el transporte, en los combustibles y en la
medicina prepaga. También se incrementan las alícuotas de Ganancias y Bienes Personales,
así como el monotributo. Punto por punto, éste es el paquete impositivo:
-Impuestos Internos:
Cerveza: pasa
de 4 a 8 puntos.
Gaseosas cola:
pasa de 4 a 8 puntos.
Gaseosas no
cola y agua mineral (salvo la soda): pasa de 0 a 4 puntos.
Whisky, cognac,
licores y otras bebidas alcohólicas (salvo el vino): pasa de 8 a 20 puntos.
Champagne: pasa
de 0 a 20 puntos.
Bienes
suntuarios (alfombras de lujo, tapices, joyas): pasa de 0 a 20 puntos.
Consumo de
telefonía celular: pasa de 0 a 4 puntos.
-Impuesto para el Fondo de Asistencia Social:
Cigarrillos:
pasa de 7 a 21 puntos.
-Ganancias:
Se elevan las
tasas que se aplican a la ganancia imponible.
Deberán pagar
el impuesto los tenedores de acciones de empresas radicadas en paraísos fiscales.
Se reducen las
deducciones.
Se eleva de 1 a
2 por ciento la contribución especial que pagan las cooperativas.
-IVA:
Medicina
prepaga: 10,5 por ciento.
Transporte de
pasajeros de media y larga distancia: 10,5 por ciento.
Sociedades de
Bolsa y administradoras de fondos: 10,5 por ciento.
-Combustibles:
La nafta común
pagará lo mismo que la súper: $ 0,4865 por litro.
-Bienes Personales:
Se aumenta de
0,5 a 0,75 por ciento la alícuota para los patrimonios superiores a 200 mil pesos.
-Monotributo:
De 33 a 35
pesos, y un pago opcional de 20 pesos para obtener el servicio de una obra social.
-Impuesto a las Altas Rentas:
Se cobra en el
2000 por única vez. Lo pagan las personas que en 1998 o 1999 hayan obtenido ganancias
netas superiores a 120 mil pesos. El impuesto será equivalente al 20 por ciento del monto
determinado por el período 1999.
-Fondo para Educación:
Por la compra
de autos, motos, lanchas y aviones particulares 0 kilómetro, se establece una tasa del 4
por ciento cuando el precio esté entre 15 y 22 mil pesos, y de 8 por ciento cuando supere
los 22 mil pesos.
-Aporte previsional:
Se eleva de
4800 a 6000 pesos el techo de salarios hasta el cual hay que efectuar el aporte
previsional.
Tres especialistas analizan la nueva reforma
tributaria |
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Ricardo Angelucci, del IEFE.
Solución rápida
El paquete tributario tiene falencias. Si bien es verdad que contiene visos de
progresividad, también es cierto que dejó de lado algunas cuestiones, como la
aplicación de un gravamen a las utilidades financieras y otro a las ganancias
extraordinarias de las compañías privatizadas, que, más allá del resultado económico
que hubiera obtenido, hubiera constituido un hecho político que no debió ser soslayado.
También se debería gravar con Ganancias a las personas físicas dueñas de acciones, y
no sólo a las empresas. Está claro que, a través de la extensión del IVA, los cambios
en Ganancias y la suba en Internos, el Gobierno fue en busca de una solución rápida para
los problemas fiscales. Pero esta forma de encarar el tema impositivo es otra pelea
perdida en la lucha contra la evasión. Claramente, falta encarar un proyecto serio para
el largo plazo, que se centre en la incorporación de nuevos contribuyentes de Ganancias,
aquellos que deberían estar pagando pero no lo hacen, y la efectiva cobranza de Bienes
Personales. La gran cuestión que deberá encarar el Gobierno es la lucha contra la
evasión. |
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Fernando Dubois, consultor.
No es progresista
Mi impresión es que el paquete responde pura y exclusivamente al afán
del Gobierno por recaudar, dejando de lado medidas para combatir la evasión. De esta
manera, se castiga a los que siempre pagaron y, especialmente a los empleados en relación
de dependencia. No es verdad que las medidas contengan un tinte progresivo, a menos que se
piense que quienes ganan más de 2500 pesos mensuales pertenecen a los niveles de altos
ingresos de la población. Lo mismo ocurre con la extensión del IVA y la suba en
Internos, que recaerá sobre todos los consumidores por igual. Al mismo tiempo, el
Gobierno dejó de lado gravar las operaciones financieras y a las grandes empresas. La
Alianza sabía desde hace tiempo que iba a ganar las elecciones, pero, sin embargo, al
momento de idear una reforma tributaria acudió a la receta más clásica: subir impuestos
en forma masiva. El Gobierno no tomó en cuenta que el incremento de las alícuotas
podría retrasar la salida de la recesión. La situación fiscal es grave, pero no se ha
hecho un análisis completo del impacto que este paquete tendrá sobre la economía.
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Leonel Massad, tributarista.
Reforma ligera
Al Gobierno no le quedaba otra salida que anunciar un paquete para conseguir los fondos
necesarios para cerrar la brecha fiscal. Pero creo que no se eligió la mejor manera. No
creo que sean muy pudientes los empleados con salarios de 2500 pesos mensuales. Ni creo
justo que se les aumente Bienes Personales a aquellos que poseen un patrimonio de 200.000
pesos. En este caso, creo que debería haberse focalizado en aquellos con patrimonios
superiores al millón de pesos. El Gobierno pautó la reforma con demasiada ligereza, sin
medir realmente los impactos negativos que tendrá. En cambio, estoy totalmente de acuerdo
con el aumento de Internos, ya que se trata de productos y servicios de una demanda poco
elástica (nadie va a dejar de fumar o de utilizar el celular). Sin embargo,sostengo que
José Luis Machinea debió haber pensado en gravar la ganancia de capital algo que
ocurre en todo el mundo, como la compraventa de acciones, títulos públicos o los
plazos fijos. Esto le daría un mayor grado de equidad a la reforma. Ojalá este mismo
Gobierno remedie el error. |
José Luis Machinea ya puede
sonreír tranquilo
Finalmente, Diputados aprobó la
reforma impositiva reclamada insistentemente por Economía. Pérez Companc fue el único
que pudo conseguir cambios que lo afectaban.
Machinea, ministro de Economía.
Después de tanto fatigar ya tiene aprobada su reforma tributaria.
Con las modificaciones al sistema impositivo espera una recaudación adicional de 2000
millones de pesos. |
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Por Cledis Candelaresi
Diputados transformó
ayer en ley el proyecto impositivo de Fernando de la Rúa, con los votos positivos de la
Alianza y la colaboración de la oposición, que permitió el quórum para tratarlo en una
sesión especial. Las manos en alto del oficialismo consagraron la versión original, que
los senadores justicialistas habían modificado el día anterior, salvo en algunos pocos
puntos. Uno de los artículos que fue unánimemente aceptado en Diputados es el que
permitirá a los solventes seguir eximidos del Impuesto a la Transferencia de los
Combustibles (ITC), siempre y cuando sean aplicados para usos industriales. La medida fue
reclamada en persona ante los legisladores por Oscar Vicente, de Pérez Companc, y ayer
tuvo el visto bueno de Economía. El mayor peso del paquete, con el que José Luis
Machinea planea recaudar 2000 millones de pesos adicionales, recaerá sobre muchos
artículos de consumo masivo y sobre empleados en relación de dependencia con salarios a
partir de 2000 pesos. Quedó fuera del alcance de la reforma la renta financiera.
A instancias del PJ, el Senado había aprobado anteayer una serie de modificaciones al
proyecto que, en algunos casos, lo hacían más progresista y, en otros, traducían lisa y
llanamente las demandas del sector privado. Tal vez el más nítido ejemplo de esta
complacencia al lobby empresario es un sigiloso añadido en el capítulo referido al ITC:
a través de un inciso de oscura redacción, los senadores justicialistas intentaron
reconocerle a Dapsa y Sol Petróleo un beneficio fiscal de 350 millones (ver aparte).
Finalmente, Diputados no lo convalidó.
Lo que sí aprobó fue la decisión del Senado de dejar desgravado al solvente y al
aguarrás, estableciendo un mecanismo de control para constatar que, efectivamente, estos
productos sean utilizados para usos industriales (pinturas y fertilizantes) y no para
adulterar naftas. Diputados había votado que el ITC alcance a esos insumos (hoy exentos),
con la promesa de que el gobierno se los devolvería a los productores que le dieran un
destino lícito. Pero el poder de persuasión de la Cámara de la Industria Petroquímica
y del propio Vicente hizo que todos los legisladores y el propio gobierno resolvieran
liberarlos del gravamen: el justicialista Oscar Lamberto lo conversó largamente con el
secretario de Hacienda, Mario Vicens, y éste también avaló.
Economía prevé recaudar alrededor de unos 900 millones con las modificaciones de
Ganancias sobre las personas físicas, el plato fuerte de la reforma. Gran parte de esos
recursos provendrán de aumentar la presión sobre los asalariados a través de una doble
vía: se sube la alícuota del impuesto y se permite deducir menos.
Otros 700 millones según las previsiones de Machinea serán provistos por la
suba o la aplicación de Impuestos Internos a diversos productos que van desde los autos y
la telefonía celular, hasta los suntuarios, el agua mineral y el champagne.
La controvertida reforma fiscal también intenta dar solución al conflicto judicial que
impidió gravar a la medicina prepaga con el IVA del 21 por ciento: esos servicios
quedarán alcanzados, pero con una alícuota reducida del 10,5 por ciento, al igual que el
transporte de larga distancia. El gravamen también recaerá sobre la tasa de aeropuertos,
aunque con una alícuota del 21 por ciento, lo que permitiría al Tesoro embolsar unos 36
millones de pesos.
También aumenta la presión fiscal sobre la nafta común y se sube la alícuota de Bienes
Personales de 0,50 a 0,75 por ciento para el excedente de un patrimonio de 200 mil pesos.
La medida de sesgo más progresista es la que dispone un tributo extraordinario sobre los
ingresos superiores a los 120 mil pesos anuales obtenidos en 1998 y 1999.
Muchos aliancistas aceptan la reforma como una imposición de la crisis fiscal. El PJ
votó en contra de la reforma, en general y en particular, para dejar sentado su rechazo a
la suba de impuestos. Sin embargo, seesmeró en demostrar que no ponía palos en la rueda,
permitiendo que la Cámara tuviera ayer los dos tercios necesarios para sesionar. Con esa
misma proporción permitieron que la mitad de un impuesto especial sobre las cooperativas
(unos 30 millones de pesos) sea destinada a la capacitación en lugar de ir al Tesoro
Nacional.
La expeditiva sesión de ayer derrumbó sin esfuerzo casi todos los cambios pretendidos
por los senadores del PJ que, según el radical Raúl Baglini, hubieran privado al fisco
de unos 1000 millones de pesos. Machinea calificó esas modificaciones como
un escándalo. Pero el PJ y la Alianza coincidieron en que la ley tendrá
vigencia a partir del 2000.
ELIMINAN A ULTIMO MOMENTO UN SUBSIDIO A SOL Y
DAPSA
Sorpresa y media en el proyecto
Por David Cufré
Las
petroleras Sol Petróleo y Dapsa estuvieron a un paso de conseguir algo por lo que
bregaron durante todo el año. Lo habían intentado antes mediante el Congreso y por vía
judicial. Pero una y otra vez sus intenciones se vieron frustradas. El último resquicio
por donde vieron que podrían filtrar la obtención de un subsidio por 350 millones de
pesos fue en la reforma impositiva que presentó la Alianza. Una vez que ese proyecto
llegó al Parlamento, se le agregó un artículo redactado de modo
indescifrable, por el cual el Estado se comprometía a subvencionar a las
productoras de solvente y aguarrás por un monto de 350 millones. Después de haber
obtenido la aprobación en Diputados y el Senado, la Cámara baja lo borró ayer, al ser
detectado por los legisladores Rafael Flores y Raúl Baglini.
Si el paquete impositivo no hubiera sufrido cambios en el Senado, la maniobra habría
superado la valla del Congreso. Pero como retornó a Diputados, los legisladores
alertados aprovecharon la última oportunidad para borrar ese polémico
artículo. Lo que no pudo determinarse hasta el momento es quiénes lo habían
introducido.
En setiembre último, la Comisión de Energía de la Cámara baja emitió un dictamen
promoviendo la concesión del subsidio. Los impulsores fueron el peronista Angel Abasto y
el aliancista Víctor Fayad. Y también acompañaron con su firma Pascual Rampi, Mario Das
Neves, Eduardo Mondino, Juan Chica y Oscar González (por el PJ), Ricardo Barrios
Arrechea, Fortunato Cambareri y Raúl Vicchy (por la Alianza) y Ricardo Bussi (por Fuerza
Republicana). Sin embargo, ese proyecto nunca consiguió la aprobación del Congreso.
Las empresas intentaron recuperar el subsidio por vía judicial. Iniciaron una causa
reclamando que se les abonara lo que faltaba 350 millones de la subvención
que rigió entre 1991 y 1995. En ese último año, el Gobierno derogó el subsidio, porque
las empresas no habían cumplido con el plan de inversiones por el cual se les había
otorgado. El dictamen de la Comisión de Energía mencionado más arriba les daba la
razón a las petroleras. En la Justicia, las empresas lograron en primera instancia un
fallo en su favor. Pero recientemente, la Cámara de Apelaciones atendió los nuevos
argumentos presentados por el Estado -curiosamente antes omitidos por la AFIP y
dictaminó que Sol y Dapsa no tienen derecho a cobrar los 350 millones.
En ese momento, el tema pareció definitivamente clausurado. Sin embargo, resurgió con el
agregado de un artículo en la reforma tributaria, que, otra vez, autorizaba a las
empresas a usufructuar del subsidio. Pero finalmente la jugada no prosperó.
En cuotas Los contribuyentes que no abonaron este año el impuesto docente podrán
pagarlo hasta en cuatro cuotas, la primera de ellas el 31 de enero. Para adherirse al plan
de facilidades de pago habrá que tener CUIT y cuenta bancaria, ya que el cobro de las
cuotas se hará exclusivamente a través del sistema de débito automático. Los que deban
hasta 200 pesos de impuesto tendrán que pagar un interés mensual del 1,125 por ciento
(13,50 por ciento anual) y los que adeuden por encima de esa cifra el 1,5 por ciento
mensual (18 por ciento anual). Para pagar en cuotas, el importe adeudado no puede ser
menor de 200 pesos y antes del 31 de enero se deberá ingresar el equivalente del 5 por
ciento de la deuda, con un mínimo de 100 pesos. |
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