Claves
para entender el fenomeno Korn y el nuevo heavy metal
La
banda que patentó un sonido propio, producto de la mixtura entre
la distorsión
y el ritmo del hip hop, una imagen propia (ropa deportiva de extreme games)
y un discurso propio (adolescencia problemática como inspiración
lírica), cambió el rumbo de un género destinado al
agotamiento. Aquí, una guía práctica para entender
el poder de la nueva generación pesada.
Y olvidate de Guns'n'Roses. Eso ya fue.
MIGUEL
MORA
Básicamente
Korn pavimentó el camino para los grupos heavies. Creo que son
tan importantes para el rock de fin de la década como Nirvana lo
fue en el comienzo. La frase pertenece a Ross Robinson, productor
gurú que delineó el sonido metálico en la segunda
mitad de los noventa. Es que de manera silenciosa, Korn inició
una nueva revolución metálica que vuelve a poner a la música
más ruidosa de la industria en los primeros planos. La revuelta
controlada que propagó esta banda formada en Bakersfield, California,
en 1993, hoy da sus frutos. Llegamos hasta acá sin la ayuda
de las radios o MTV. Nos importan una mierda, declaró su
cantante Jonathan Davies. Doble mérito. Grupos como Limp Bizkit,
Creed y Orgy hoy figuran con sus discos entre los más vendidos
en Estados Unidos, y le deben a Korn deben el sucio trabajo que implica
allanar el camino. Con Metallica sin resto para seguir reinventando el
género y Rob Zombie encerrado en su laberinto de samplers y su
obsesión por el cine clase B, Korn ha llegado para darle oxígeno
al heavy metal. Sin demasiado riesgo, sí fueron lo suficientemente
hábiles como para agregarle a su arsenal de riffs graves y cortados,
ritmos de hip hop, letras oscuras y una nueva estética de deportes
extremos que conforman el paquete del nuevo heavy metal de fin del milenio.
Eso sumado al personaje Jonathan Davies, egresado con el mejor promedio
de la escuela de canto de Mike Patton (Faith No More), cara visible de
todo lo que representa su banda.
La combinación música ruidosa-catarsis de adolescencia complicada
en forma de letras, da sus dividendos en el súper exigente mercado
discográfico. Los dos primeros discos de la banda ya superaron
la marca de platino en Estados Unidos (un millón de copias) y Follow
The Leader suma en cinco millones de unidades vendidas en todo el mundo.
El combo debía completarse con una gira. Como respuesta al Ozz
Fest (el festival patrocinado por Ozzy Osbourne), Korn concretó
en la segunda mitad del 98 la gira bautizada Family Values, donde
se rodeó de Limp Bizkit, Rammstein, Ice Cube, Incubus y Orgy. El
tour fue un éxito y hace un par de meses se editó el correspondiente
disco en vivo y video que recopilan lo mejor de aquellos conciertos. El
paso siguiente era crear el refugio de sus grupos amigos para que puedan
desarrollarlos a gusto. Elementree es el nombre del sello, con dos reclutamientos
de peso: Videodrone y Orgy. El primero está liderado por el cantante
Ty Elam, que en la mejor línea Jonathan Davies, se confiesa como
un atormentado homosexual y adicto perdido a drogas varias. Orgy fue el
grupo que primero fichó para Elementree y de la mano de su versión
del clásico de New Order Blue Monday, ya se ganaron
un buen lugar en la escena actual. Hoy, después de todas estas
inteligentes jugadas, Korn ya comenzó a darle forma al sucesor
de Follow ... Desde el 1º de junio están encerrados en un estudio
trabajando en su cuarto disco, con la producción de Brendan OBrien,
el mismo que ya trabajó con Pearl Jam. La posibilidad de una visita
a Sudamérica, parece lejana por ahora. Porque el momento económico
no es el mejor y porque a Korn todavía no parece interesarle un
mercado emergente como éste. A lo lejos, conviene acercarse al
fenómeno que esta banda representa y del cual, aquí en Argentina,
sólo es posible encontrar alguna semejanza en la estética
de, por ejemplo, A.N.I.M.A.L.
Korn
creció hasta convertirse en líder de una nueva tendencia
dentro del heavy metal, basándose en tres puntos fundamentales:
Público abierto: en sus inicios, giraban con grupos de antemano
disímiles como House Of Pain de raíz hip hop
y KMFDM (industriales alemanes, famosos recientemente por integrar la
lista negra de instigadores de la masacre de Denver). El crossover
de audiencias los liberó de futuros encierros de criterio.
Estética: vistieron de nuevo al metal. Lejos del look familia
Addams de Rob Zombie o rockers en sus treinta de Metallica,
ellos optaron por vestirse como al adolescente medio le gustaría
lucir. Le pusieron elegancia a las bermudas de Biohazard. Cadenitas rappers,
dreadlocks rasta y equipos de gimnasia. Lo que empezó en Adidas
(que hasta tiene un temadedicado en Life is Peachy, su segundo álbum),
siguió en el sponsoreo de Pumas, al mejor estilo de estrella deportiva.
En sus discos, ellos describen qué instrumentos tocan y qué
ropa usan. En Internet se puede encontrar el sitio oficial del grupo y
un link directo a otra página web para comprar la indumentaria
oficial de Korn. Tiene más sentido que James Hetfield intente
vender su colección de remeras negras.
Jonathan Davies: En el planeta rock siempre viene bien algún muchacho
con problemas, y él llegó para ocupar el lugar vacante.
Ya no se extrañan los arranques de ira de Axl Rose o las perturbaciones
adolescentes de Eddie Vedder. Davies es el muchachito-que-tuvo-problemas-grossos
del momento y ... Con mucha más onda que el resto. Su historia
es la usual en estos casos: en su adolescencia fue un total infeliz. Por
su aspecto retraído en la escuela todos lo trataban de afeminado
y allí nació su sobrenombre HIV, que lleva tatuado
en su hombro izquierdo. Tampoco dudó en usar lencería femenina
en un clip de promoción. Para enriquecer sus experiencias, a los
16 años consiguió un trabajo en la morgue de su ciudad,
y pasaba sus tardes rodeado de cuerpos mutilados que las recuerda en la
canción Dead Bodies Everywhere (Cuerpos muertos por
todos lados), del último disco Follow The Leader. Aquellos miedos
y sufrimientos por ser el raro de la clase, hoy se vuelcan en cada una
de las letras de sus canciones. Peter Katsis, manager del grupo, dijo
al respecto: Jonathan canta desde el corazón y las tripas
sobre sus experiencias personales y los chicos se identifican con él
de la misma manera que lo hacían con Cobain. Korn puso un contenido
muy personal de cuerpo y alma en sus letras que otros grupos de heavy
no se animaron a hacer. Todos sentimos miedos y lo más real y puro
que sea un artista, mejor hacen sentir a su público.
Ya no
me río
Algunos extractos
de letras de canciones de Korn ejemplifican aquello del dolor y el sufrimiento
adolescente como nervio motor de la creación.
¿Estás listo?/ Este lugar dentro de mi mente, un lugar
donde me gusta esconderme/ No conocés las casualidades, ¿y
si me muriera?/ Un lugar dentro de mi mente, otra clase de dolor.
Blind, de Korn
Decime que soy un marica y que sos más duro que yo/ ¿Qué
te pasa? Pensá bien/ Un cuerpo tatuado para esconder quien sos/ Cicatrizado
para ser honesto, sé vos mismo/ Un hombre cobarde/ Yo no me escapo,
tratando de no ser lo que está dentro mío/ Mirá a mis
ojos, soy libre. Vos sos un imitador.
Clown, de Korn
Algo toma parte de mí/ Algo perdido y nunca visto/ Cada vez
que comienzo a creer/ Algo es violado y sacado de mí... de mí/
La vida siempre tiene que agarrárselas conmigo/ ¿No pueden
calmarse y dejarme en paz?/ ¿No puedo sacarme este dolor?/ Intento
todas la noches, todo en vano, en vano.
Freak On A Leash, de Follow The Leader
La
saga
Deftones:
para muchos los dueños del sonido que patentó Korn. Sangre
latina en su cantante Chino Moreno. Están en el sello de Madonna
(Maverick) y tienen dos discos Adrenaline y Around The Fur, aunque todavía
no pegaron el gran salto. ¿Lo harán?
Coal
Chamber: mucha imagen. Cruza estética-sonora entre Korn y Marilyn
Manson. Editaron su ópera prima en 1997 y se espera por estos meses
su demorado sucesor. El cantante Dez Fafara es un extraño personaje
que no para de tatuarse y aumentar su body piercing.
Creed: la nueva esperanza grunge. Más cercanos en sonido
a Screaming Trees, grabaron su álbum debut en 1997 con un presupuesto
de seis mil dólares. Dos años más tarde Epic les
dio contrato y ya vendieron más de cuatro millones de copias de
My Own Prison, aquel mismo debut pero remasterizado.
Limp Bizkit: los inmediatos seguidores. Su primer disco superó
la marca de platino y acaban de editar su segundo trabajo Significant
Other. A la imagen de chico perturbado de Jonathan Davies contraponen
la de muchacho pendenciero de Fred Durst. Pero amigos son los amigos:
juntos se repartían insultos, en tono jodón, en la canción
All In The Family, parte de Follow The Leader.
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