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Jueves 17 de Junio de 1999
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Claves para entender el fenomeno Korn y el nuevo heavy metal

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La banda que patentó un sonido propio, producto de la mixtura entre la distorsión
y el ritmo del hip hop, una imagen propia (ropa deportiva de extreme games) y un discurso propio (adolescencia problemática como inspiración lírica), cambió el rumbo de un género destinado al agotamiento. Aquí, una guía práctica para entender el poder de la nueva generación pesada.
Y olvidate de Guns'n'Roses. Eso ya fue.

MIGUEL MORA

“Básicamente Korn pavimentó el camino para los grupos heavies. Creo que son tan importantes para el rock de fin de la década como Nirvana lo fue en el comienzo.” La frase pertenece a Ross Robinson, productor gurú que delineó el sonido metálico en la segunda mitad de los noventa. Es que de manera silenciosa, Korn inició una nueva revolución metálica que vuelve a poner a la música más ruidosa de la industria en los primeros planos. La revuelta controlada que propagó esta banda formada en Bakersfield, California, en 1993, hoy da sus frutos. “Llegamos hasta acá sin la ayuda de las radios o MTV. Nos importan una mierda”, declaró su cantante Jonathan Davies. Doble mérito. Grupos como Limp Bizkit, Creed y Orgy hoy figuran con sus discos entre los más vendidos en Estados Unidos, y le deben a Korn deben el sucio trabajo que implica allanar el camino. Con Metallica sin resto para seguir reinventando el género y Rob Zombie encerrado en su laberinto de samplers y su obsesión por el cine clase B, Korn ha llegado para darle oxígeno al heavy metal. Sin demasiado riesgo, sí fueron lo suficientemente hábiles como para agregarle a su arsenal de riffs graves y cortados, ritmos de hip hop, letras oscuras y una nueva estética de deportes extremos que conforman el paquete del nuevo heavy metal de fin del milenio. Eso sumado al personaje Jonathan Davies, egresado con el mejor promedio de la escuela de canto de Mike Patton (Faith No More), cara visible de todo lo que representa su banda.
La combinación música ruidosa-catarsis de adolescencia complicada en forma de letras, da sus dividendos en el súper exigente mercado discográfico. Los dos primeros discos de la banda ya superaron la marca de platino en Estados Unidos (un millón de copias) y Follow The Leader suma en cinco millones de unidades vendidas en todo el mundo. El combo debía completarse con una gira. Como respuesta al Ozz Fest (el festival patrocinado por Ozzy Osbourne), Korn concretó en la segunda mitad del ‘98 la gira bautizada Family Values, donde se rodeó de Limp Bizkit, Rammstein, Ice Cube, Incubus y Orgy. El tour fue un éxito y hace un par de meses se editó el correspondiente disco en vivo y video que recopilan lo mejor de aquellos conciertos. El paso siguiente era crear el refugio de sus grupos amigos para que puedan desarrollarlos a gusto. Elementree es el nombre del sello, con dos reclutamientos de peso: Videodrone y Orgy. El primero está liderado por el cantante Ty Elam, que en la mejor línea Jonathan Davies, se confiesa como un atormentado homosexual y adicto perdido a drogas varias. Orgy fue el grupo que primero fichó para Elementree y de la mano de su versión del clásico de New Order “Blue Monday”, ya se ganaron un buen lugar en la escena actual. Hoy, después de todas estas inteligentes jugadas, Korn ya comenzó a darle forma al sucesor de Follow ... Desde el 1º de junio están encerrados en un estudio trabajando en su cuarto disco, con la producción de Brendan O’Brien, el mismo que ya trabajó con Pearl Jam. La posibilidad de una visita a Sudamérica, parece lejana por ahora. Porque el momento económico no es el mejor y porque a Korn todavía no parece interesarle un mercado emergente como éste. A lo lejos, conviene acercarse al fenómeno que esta banda representa y del cual, aquí en Argentina, sólo es posible encontrar alguna semejanza en la estética de, por ejemplo, A.N.I.M.A.L.

Korn creció hasta convertirse en líder de una nueva tendencia dentro del heavy metal, basándose en tres puntos fundamentales:
Público abierto: en sus inicios, giraban con grupos de antemano disímiles como House Of Pain –de raíz hip hop– y KMFDM (industriales alemanes, famosos recientemente por integrar la “lista negra” de instigadores de la masacre de Denver). El crossover de audiencias los liberó de futuros encierros de criterio.
Estética: vistieron de nuevo al metal. Lejos del look “familia Addams” de Rob Zombie o “rockers en sus treinta” de Metallica, ellos optaron por vestirse como al adolescente medio le gustaría lucir. Le pusieron elegancia a las bermudas de Biohazard. Cadenitas rappers, dreadlocks rasta y equipos de gimnasia. Lo que empezó en Adidas (que hasta tiene un temadedicado en Life is Peachy, su segundo álbum), siguió en el sponsoreo de Pumas, al mejor estilo de estrella deportiva. En sus discos, ellos describen qué instrumentos tocan y qué ropa usan. En Internet se puede encontrar el sitio oficial del grupo y un link directo a otra página web para comprar “la indumentaria oficial” de Korn. Tiene más sentido que James Hetfield intente vender su colección de remeras negras.
Jonathan Davies: En el planeta rock siempre viene bien algún muchacho con problemas, y él llegó para ocupar el lugar vacante. Ya no se extrañan los arranques de ira de Axl Rose o las perturbaciones adolescentes de Eddie Vedder. Davies es el muchachito-que-tuvo-problemas-grossos del momento y ... Con mucha más onda que el resto. Su historia es la usual en estos casos: en su adolescencia fue un total infeliz. Por su aspecto retraído en la escuela todos lo trataban de afeminado y allí nació su sobrenombre “HIV”, que lleva tatuado en su hombro izquierdo. Tampoco dudó en usar lencería femenina en un clip de promoción. Para enriquecer sus experiencias, a los 16 años consiguió un trabajo en la morgue de su ciudad, y pasaba sus tardes rodeado de cuerpos mutilados que las recuerda en la canción “Dead Bodies Everywhere” (Cuerpos muertos por todos lados), del último disco Follow The Leader. Aquellos miedos y sufrimientos por ser el raro de la clase, hoy se vuelcan en cada una de las letras de sus canciones. Peter Katsis, manager del grupo, dijo al respecto: “Jonathan canta desde el corazón y las tripas sobre sus experiencias personales y los chicos se identifican con él de la misma manera que lo hacían con Cobain. Korn puso un contenido muy personal de cuerpo y alma en sus letras que otros grupos de heavy no se animaron a hacer. Todos sentimos miedos y lo más real y puro que sea un artista, mejor hacen sentir a su público”.



Ya no me río
Algunos extractos de letras de canciones de Korn ejemplifican aquello del dolor y el sufrimiento adolescente como nervio motor de la creación.
“¿Estás listo?/ Este lugar dentro de mi mente, un lugar donde me gusta esconderme/ No conocés las casualidades, ¿y si me muriera?/ Un lugar dentro de mi mente, otra clase de dolor”.
“Blind”, de Korn
“Decime que soy un marica y que sos más duro que yo/ ¿Qué te pasa? Pensá bien/ Un cuerpo tatuado para esconder quien sos/ Cicatrizado para ser honesto, sé vos mismo/ Un hombre cobarde/ Yo no me escapo, tratando de no ser lo que está dentro mío/ Mirá a mis ojos, soy libre. Vos sos un imitador”.
“Clown”, de Korn
“Algo toma parte de mí/ Algo perdido y nunca visto/ Cada vez que comienzo a creer/ Algo es violado y sacado de mí... de mí/ La vida siempre tiene que agarrárselas conmigo/ ¿No pueden calmarse y dejarme en paz?/ ¿No puedo sacarme este dolor?/ Intento todas la noches, todo en vano, en vano”.
“Freak On A Leash”, de Follow The Leader

La saga

Deftones: para muchos los dueños del sonido que patentó Korn. Sangre latina en su cantante Chino Moreno. Están en el sello de Madonna (Maverick) y tienen dos discos Adrenaline y Around The Fur, aunque todavía no pegaron el gran salto. ¿Lo harán?
Coal Chamber: mucha imagen. Cruza estética-sonora entre Korn y Marilyn Manson. Editaron su ópera prima en 1997 y se espera por estos meses su demorado sucesor. El cantante Dez Fafara es un extraño personaje que no para de tatuarse y aumentar su body piercing.
Creed: la nueva esperanza grunge. Más cercanos en sonido a Screaming Trees, grabaron su álbum debut en 1997 con un presupuesto de seis mil dólares. Dos años más tarde Epic les dio contrato y ya vendieron más de cuatro millones de copias de My Own Prison, aquel mismo debut pero remasterizado.
Limp Bizkit: los inmediatos seguidores. Su primer disco superó la marca de platino y acaban de editar su segundo trabajo Significant Other. A la imagen de chico perturbado de Jonathan Davies contraponen la de muchacho pendenciero de Fred Durst. Pero amigos son los amigos: juntos se repartían insultos, en tono jodón, en la canción “All In The Family”, parte de Follow The Leader.