El típico
aroma francés
El diario Le Figaro parece haber abandonado todo chauvinismo en un informe especial recientemente publicado sobre las costumbres higiénicas de los franceses. Según las cifras publicadas (que suman cinco encuestas nacionales realizadas por distintas consultoras y por el mismísimo gobierno), los galos son el pueblo que más gasta en fragancias y el más sucio de Europa también. El resultado oficial arroja que sólo el 47 por ciento se baña todos los días (contra el 80 por ciento de los nórdicos y el 70 por ciento de los alemanes e ingleses). Quizá porque no se bañan todos los días, sólo el 60 por ciento de los franceses se pone ropa interior limpia cada mañana, y el 15 por ciento confesó usar la misma durante por lo menos tres días seguidos (súmese a eso que sólo el 50 por ciento de los franceses usa desodorante y saque sus propias conclusiones acerca de ese olor tan típico que caracteriza a París). Los encuestadores creyeron ver un rayo de esperanza al descubrir que nueve de cada diez franceses considera necesario lavarse las manos antes de comer, pero enseguida se enteraron de que sólo cuatro de cada diez se las lavan después de pasar un rato sentados en el inodoro. ¿Será por eso que desde hace siglos los franceses se saludan con un beso en vez de darse la mano?
American Psycho
Gus Van Sant ya estrenó su remake de Psicosis y, según lo que se puede ver en la pantalla y los trascendidos diversos, lo más interesante quedó afuera de la versión estrenada. Al parecer, antes de empezar a filmar la famosa escena del baño en la que Marion Crane muere acuchillada, Anne Heche decidió hacerla completamente desnuda. Vince Vaughn (que hace el papel que hacía Anthony Perkins) le dijo a Van Sant que no pensaba quedarse atrás, y en la escena en la que Norman Bates espía a Marion Crane, Vaughn se bajó el cierre y empezó a masturbarse. Como Van Sant había declarado hasta el cansancio que su objetivo era reproducir la versión original de Hitchcock cuadro por cuadro, alguien le preguntó si pensaba dejar esas dos licencias en la versión final. En su momento el director contestó: ¿Cómo no? Tengo a una estrella de Hollywood masturbándose en primer plano mientras mira a una de las lesbianas más famosas del mundo. Pero finalmente la escena quedó afuera. La explicación for the record de los estudios fue que tamaña distracción opacaría el clímax del asesinato en la ducha. Pero las malas lenguas murmuran por ahí que Van Sant en ningún momento pensó incluir la escena en la versión a estrenar sino guardársela para su ya abundante colección personal de escenas bizarras.
Muhammad alí vs. Homero
Días antes del regreso de Mike Tyson a los rings, un boxeador griego empezó a imitar lo que supo ser la marca registrada de Muhammad Alí y anda gritando a los cuatro vientos: ¡Soy el más grande!. El boxeador griego se rebautizó a sí mismo Epeus, como un personaje de La Ilíada de Homero que hace una breve aparición en el Libro 23, cuando Aquiles propone un match de boxeo. Epeus es el primero en proponerse como boxeador y predice los sufrimientos más terribles para quien se anime a ser su oponente. Si bien se reconoce como admirador de Alí, el peso pesado griego jura que no imita al otrora Cassius Clay en su canchereada, sino que es Epeus en el libro de Homero quien lanza primero la frasecita megalómana. Pero la cruda verdad literaria es que el personaje de Homero terminó copiando a Alí: en las traducciones del siglo XVII, Epeus decía: ¡A los golpes me convierto en el mejor!; en las del siglo XVIII gritaba: ¡El victorioso indudable soy yo!; en las del siglo XIX declamaba: ¡Sostengo que soy el mejor aquí!. Recién en una traducción coloquial de 1974 Epeus apareció en La Ilíada diciendo: Soy el más grande, cuando ya hacía años que lo decía Alí.
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