Página/12 en Gran Bretaña
Por Marcelo Justo Desde Londres Entre gallos y medianoche, un
comunicado del Ministerio del Interior británico puso al general Pinochet más lejos de
la justicia y más cerca de una impune libertad. Según el comunicado, el panel de cuatro
médicos que lo examinó el 5 de enero llegó de forma inequívoca y unánime
a la conclusión de que el general Pinochet no está en condiciones de salud para
ser sometido a juicio, razón por la cual el ministro del Interior está
inclinado a adoptar el punto de vista de que no serviría al propósito de nadie continuar
con los actuales procedimientos de extradición a España.
Como buen británico amante del concepto del fair play, pero dado a componendas
salomónicas, el ministro Jack Straw dejó una puerta abierta para los que buscan la
extradición al añadir que todas las partes interesadas en el caso tienen siete días
para enviarle representations (argumentos legales) a favor o en contra de la
extradición. El laberinto del general no termina aún si, como se calcula, el próximo
martes Straw suspende la extradición del general a España por los delitos de tortura y
conspiración para torturar. Según confirmó a Página/12 una portavoz del Ministerio del
Interior, el caso del senador vitalicio pasará al director de la Fiscalía Pública, que
deberá expedirse sobre si Gran Bretaña tiene que juzgarlo o no en sus propios
tribunales.
Las partes interesadas son España, Chile, los diversos países europeos que
presentaron un pedido de extradición de Pinochet, organizaciones humanitarias como
Amnesty International, y, según la legislación británica, prácticamente cualquier
persona que tenga algo que decir al respecto. La puerta abierta que deja Straw a la
extradición tiene sin embargo una especie de cerrojo automático: el ministro no dio a
conocer a las partes interesadas los detalles del veredicto médico que dieron los cuatro
facultativos (tres clínicos y un neuropsiquiatra) como para determinar si efectivamente
hay razones médicas inequívocas para suspender la vía judicial. Por
el momento la situación es confusa. Si el general Pinochet no está en condiciones de
salud para ser extraditado, no se entiende por qué el ministro del Interior pide que le
hagan llegar argumentos legales para definir su situación, señaló a Página/12 el
representante legal de Amnesty International Andy Mc Entee.
La paradójica razón humanitaria de las condiciones de salud del anciano
violador de derechos humanos fue esgrimida con creciente determinación por el gobierno
chileno y por la defensa tras las sucesivas derrotas legales que padeció el ex dictador
desde su arresto el 16 de octubre de 1998 (dos veces a manos de la máxima instancia
judicial británica, la Cámara de los Lores, que le negó la inmunidad en su condición
de ex jefe de Estado y una vez ante el tribunal de primera instancia que dio luz verde a
la extradición el pasado 8 de octubre).
El pasado miércoles, el senador vitalicio fue sometido a seis horas de exámenes médicos
para determinar su estado de salud. Este fin de semana, el Sunday Times, de aceitados
vínculos con el equipo de defensa del general, informó que el informe médico
establecía que Pinochet había sufrido un agudo deterioro de salud, que no
sobreviviría a un juicio en España, que padecía una infección viral,
diabetes, problemas cardíacos (un by-pass, un marcapasos), una seria infección
respiratoria y otras afecciones que lo mantenían postrado en una silla de ruedas. En
octubre el juez que entendía en su causa lo excusó de comparecer ante el tribunal de
primera instancia tras escuchar el informe del médico de cabecera del general.
El hecho de que el informe médico sea unánime e inequívoco respecto a las
condiciones de salud del general parecería colocar a Straw contra la espada y la pared.
No obstante, el comunicado del ministerio es escueto yel término que utiliza para
justificar la suspensión del proceso de extradición (unfit) es demasiado
amplio. Buscaremos una clarificación porque los médicos pueden referirse a que él
no está en condiciones de comparecer ante los tribunales, algo que no es necesario que
haga. Una extradición sólo se suspende si la persona no está en condiciones de entender
el proceso judicial porque ha perdido la memoria o el uso de sus facultades
racionales, puntualizó a Página/12 Andy Mc Entee.
A la batalla legal Straw deberá sumar la política. Tanto sus colegas laboristas como sus
adversarios conservadores se quejaban anoche de que el ministro no hubiera hecho un
anuncio formal ante la Cámara de los Comunes y que toda la información que tenían les
llegara por los medios. Los analistas políticos predecían anoche una furiosa rebelión
entre los laboristas, algunos de los cuales, a la izquierda del espectro partidario,
encabezan la batalla por la extradición de Pinochet. El derecho británico es bien
claro al respecto. Vamos a luchar por que Pinochet sea sometido a la Justicia,
señaló anoche en pie de guerra el diputado laborista Jeremy Corbin.
No cabe duda de que la carrera política de Straw está en juego. Un Pinochet que
regresase a Chile en una semanas y diese un discurso triunfal a la salida del avión
cavaría definitivamente su fosa política. El famoso caso del empresario Ernest Saunders,
que aduciendo razones médicas escapó a la Justicia hace una década, para reaparecer
poco después mágicamente curado, pesará sobre su conciencia.
SOPHIE THONON, ABOGADA DE DERECHOS HUMANOS
Aquí hubo un manejo político obvio
Página/12 en Francia
Por Eduardo Febbro Desde París
La
decisión de facilitarle el billete de regreso a Chile al general Pinochet cayó como una
bomba en los medios judiciales franceses que defienden a las familias del los chilenos
desaparecidos durante la dictadura pinochetista. Francia es uno de los países de Europa
que lanzó en dos ocasiones, 1998 y 1999, dos pedidos sucesivos de extradición contra el
molesto general, sin que Londres respondiera oficialmente y sin siquiera comunicarle de
manera formal a Pinochet los trámites en curso en París. Azorada, la abogada francesa
Sophie Thonon consideró que, a su juicio, Pinochet no estaba más enfermo hace tres
meses que ahora, y no lo va a estar tampoco más dentro de dos meses.
La abogada admite que no tiene los resultados médicos en la mano, pero piensa que
no hay ninguna situación real en su salud que merezca semejante retorno a Chile. Pinochet
está en un estado de salud que me parece corresponder a una persona de más de 80
años. En este contexto, los abogados ponen de relieve el caso del criminal de
guerra francés Maurice Papon, juzgado y condenado en Francia por crímenes contra la
humanidad en 1999, a sus 90 años. A este respecto, Thonon sostiene que Francia
condenó a Papon, que tiene 90 años. A pesar de sus problemas cardíacos, que pararon la
audiencia en una semana, Papon está en este momento encarcelado. Para mí, ese asunto de
la salud de Pinochet fue siempre una cosa que se puso muy adelante como la única manera
para mandarlo de vuelta a Chile. Y si se dio prioridad a ese argumento fue porque, desde
el punto de vista judicial, no había otra solución para hacerlo regresar a Chile.
En el aspecto más técnico, Thonon arguye que el tratado de extradición entre
Inglaterra y España no da lugar a ninguna interpretación. Por eso el tema de la salud me
parece una cosa totalmente exagerada. No nos tenemos que olvidar que Chile está en plena
campaña electoral y esto me hace pensar que acá hay toda una especie de manejo político
que se dio. El último resultado de la primera vuelta de las elecciones chilenas fue
inesperado... Así que, sin dudas, ahí hay algo de manejo político evidente, incluso si
siempre fue una de las posibilidades que se manejó. Pero claro, la diferencia está en
que hasta ahora no hubo ninguna comisión seria capaz de decidir o decir algo con respecto
a la salud de Pinochet. La magistrada francesa evoca los recursos posibles de las
partes civiles ya que, afirma, hay que seguir un procedimiento. No se lo puede
mandar así como así de vuelta Chile. Creo que los trámites demorarán algunos días. La
única posibilidad de impedir que Pinochet escape a la extradición es utilizar la
Convención Europea. La decisión de los ingleses no permite a las víctimas obtener
justicia. En ese contexto, existe un artículo muy preciso de la Convención Europea que
se refiere a la defensa de los derechos humanos. Dicho artículo les da a las víctimas la
posibilidad de presentar un recurso de urgencia ante el Tribunal de Estrasburgo para decir
que ahí hay un manejo político que impide que las víctimas obtengan justicia. Esto, por
ahora, es la única vía jurídica. Yo recurrí dos veces ante el Tribunal de Estrasburgo
cuando estábamos esperando la decisión de la Cámara de los Lores. ¿Qué puede
ocurrir si el Tribunal reconoce la validez de los reclamos de las víctimas? Según
Thonon, el recurso permitiría detener el regreso de Pinochet a Chile y daría así
tiempo para presentar otro recurso sobre el fondo del tema.
ARIEL
DORFMAN, ESCRITOR CHILENO
Nos metieron un gol, pero ganamos
Por Florencia Grieco
Pocos días después de que lo detuvieran en Londres hace 15 meses, yo escribí que
tendríamos que mirar las cosas desde un punto de vista más amplio. Nunca creí que
Pinochet pudiese ser juzgado en España, pero lo fundamental es el antecedente
internacional que creó este proceso. Lo fundamental es la humanidad. Este es un enorme
triunfo de los desaparecidos. Así, naturalmente optimista como él
mismo se define, el escritor chileno Ariel Dorfman analizó con Página/12 el anuncio del
Ministerio del Interior británico de que el ex dictador Augusto Pinochet no está en
condiciones físicas y mentales para afrontar un juicio en España y que, después de una
enmarañada seguidilla judicial de apelaciones y fallos, Pinochet podría volver a su
país en breve.
¿Cómo evalúa esta decisión?
Yo escribí un mes atrás que sólo se justificaba su regreso a Chile si se estaba
muriendo. Creo que no se está muriendo, que está en pleno uso de todas sus facultades
para afrontar un juicio y comprender el grado de su culpa o de su inocencia, en caso de
que lo fuera, aunque Pinochet nunca se ha valido de ninguna de las posibilidades que tuvo
para demostrarlo. Pero hay que mirar el asunto desde una perspectiva más lejana. Hay que
entender cuán grande ha sido la victoria para la humanidad en estos meses que pasó
detenido. El caso Pinochet ha servido para cerrar el siglo XX con una afirmación
definitiva de la jurisdicción universal de la ley para juzgar los crímenes contra la
humanidad. Ha quedado claro que, cuando se comete un crimen de esta naturaleza, es la
humanidad misma la que tiene derecho a juzgar al responsable en cualquier lugar del mundo
en que se encuentre. Este principio refrendado por tribunales españoles e ingleses es un
paso fundamental en la defensa de la lucha internacional contra la impunidad. En lugar de
estar tristes y cabizbajos, hay que estar felices, hay que pensar hasta dónde hemos
llegado. Si a los dictadores no los juzgan sus propios países, siempre habrá otros que
lo hagan. Esta es la herencia de la humanidad para el nuevo milenio.
¿No es una lectura demasiado optimista?
No. Suponer que todos los partidos se deben ganar 10 a cero es una gran insensatez.
Estábamos 10 a cero y nos metieron un gol. Pero ganamos. Fue un milagro de la historia
tenerlo donde está. Y aunque logró escapar del juicio en los tribunales no ha logrado
escapar del juicio de la humanidad. Pinochet es el escarnio de la humanidad. El y todos
los responsables por estos crímenes ya no podrán salir de sus países. Quedaron
encerrados en sus propias fronteras. Ya no pueden pasearse por donde quieran. Por eso me
alegra enormemente que la Thatcher de ahora en más tenga que visitar a los dictadores en
sus propias casas, en sus propios países, y no en Londres. Hay que agradecerle a Pinochet
que nos haya dado la oportunidad de poner a prueba esta posibilidad. Es el único servicio
que le hizo a la humanidad.
¿Cree que es posible que, a su vuelta, Pinochet sea juzgado en Chile, como aseguró
incansablemente el gobierno del presidente Eduardo Frei?
Los políticos dicen ciertas cosas, y yo les pido que sean consecuentes con sus
palabras. Si el gobierno chileno lo ha dicho, yo le tomo la palabra. Pero lo desafío a
que, ahora que puede, lo haga. Puesto que estaría en territorio chileno, ya no hay nada
que lo impida. Que Pinochet pueda o no enfrentarse a una corte por sus condiciones
físicas y mentales es un tema secundario. Si él está en Chile, no hay texto ni excusa
para que el gobierno no cumpla lo que tanto ha defendido en foros internacionales. Si no
lo hacemos, apareceríamos como los más grandes hipócritas.
¿Cómo influye su liberación sobre los chilenos ante las elecciones del domingo?
Ricardo Lagos va a ganar por un margen considerablemente grande, porque esto es un
triunfo del gobierno, que demostró que su tesis sirvióen Gran Bretaña. De todos modos,
ocurre un poco tarde para modificar demasiado la opinión de los chilenos. Chile es
mayoritariamente antipinochetista, la mayoría de la sociedad quiere sacárselo de encima.
Pinochet tendrá un recibimiento de héroe, pero no será apoteótica como lo sería con
un triunfo de Lavín. Creo que ésta es una ocasión para que Chile se enfrente a su
espejo. Y su espejo está llegando. Ahora necesitamos enfrentar las complicidades de
Pinochet, porque mientras existan él seguirá vivo. Es contra eso que los chilenos
tenemos que luchar. |
Bomba en mitad de la campaña
Estábamos reunidos cuando nos enteramos de la noticia. Hay un sentimiento de
indignación, de mucha impotencia ante la posibilidad de que Pinochet regrese a Chile y no
sea juzgado por esas razones humanitarias que argumenta el gobierno. En
estas palabras de su dirigente Patricia Silva se concentra la indignación de la
Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile. Con el ritmo de gozos y
sombras que desde el 16 de octubre de 1998 caracterizaron a los meses de decisiones
judiciales y políticas, en Chile los pinochetistas estaban eufóricos. Su regreso,
que tengamos otra vez a mi general con nosotros, tiene que ver con el bien del
país, subrayó el ex vicecomandante del ejército chileno, general (en retiro)
Rafael Villarroel. En un comunicado oficial, leído por el canciller Juan Gabriel Valdés,
el gobierno chileno elogió la seriedad con que el gobierno británico ha procedido
en este delicado tema.
El interrogante más inmediato es cómo afectará la noticia a las intenciones de voto en
la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que se celebra este domingo en Chile.
Uno de los primeros en dar una respuesta categórica fue Gonzalo Townsend Pinochet,
sobrino del general chileno y líder de la Agrupación Pinochetista Unitaria. Declaró que
el candidato presidencial de la derecha, Joaquín Lavín, perderá el domingo porque
traicionó a su tío. La lectura normal es que Ricardo Lagos (candidato presidencial
socialista) va a aumentar su votación, porque el Gobierno se la jugó. Tal como dijo el
presidente (Eduardo) Frei, ellos no dejaron de trabajar para traer de vuelta al general
Pinochet, y no como la derecha política de este país, que se olvidó de él por
intereses electorales; en política es muy importante la lealtad con los principios que
uno defiende, concluyó.
Dejemos que continúe la Justicia en Chile, se pronunció el candidato
presidencial socialista (y oficialista), Ricardo Lagos. Lo que ha dicho (Jack) Straw
simplemente es que un juicio fuera de su patria es algo muy duro y que no está en
condiciones de soportar un juicio en España; un juicio en Chile es otra cosa,
comentó Lagos. Este no era un problema político, era un problema judicial que ha
devenido también en un problema humano, señaló el candidato de la Concertación,
la alianza que gobierna Chile desde el fin de la dictadura en 1990. El candidato de la
derecha Lavín, que fue un estrecho colaborador personal del dictador, prefirió guardar
silencio para estudiar. Según informaron fuentes de su equipo de campaña,
Lavín está recopilando datos sobre la decisión adoptada por las autoridades británicas
y de la posición que adoptará el Ejecutivo chileno. Con la crisis económica, si en algo
coinciden la derecha y el oficialismo es en que no convirtieron al ex dictador en bandera
para sus campañas.
EL PANORAMA DESDE ESPAÑA
Indignados o neutrales
Indignación y nuevas estrategias de parte de los abogados querellantes. Ostentosa
neutralidad del gobierno de José María Aznar. Esas fueron las actitudes que
caracterizaron en España las reacciones ante el anuncio de que el Ministerio del Interior
británico tenía la intención de liberar al ex dictador Augusto Pinochet.
El Ministerio de Relaciones Exteriores español emitió un escueto comunicado que daba
constancia de su absoluto respeto hacia cualquier decisión del gobierno
británico sobre el caso Pinochet. El comunicado destacaba que de la misma manera que
Madrid respetó todas las decisiones judiciales a lo largo del proceso, es su
intención también respetar las decisiones del gobierno británico. El abogado
chileno Joan Garcés, quien representa en España a querellantes contra Pinochet, recordó
que Garzón ya dio en su momento instrucciones para que, de ser necesario, se agoten
todos los recursos posibles para lograr que Pinochet sea extraditado a España.
Carlos Slepoy, un abogado argentino radicado en España que impulsa el proceso que
encabeza Garzón, consideró que si Pinochet es considerado incapacitado para
enfrentar un juicio ahora, el proceso legal debería suspenderse temporalmente hasta que
su estado físico mejore, mientras tanto debe mantenerse bajo arresto. Pero una
fuente del Alto Tribunal español se mostró más pesimista: Si es un problema de
salud, no hay argumentos legales que puedan presentarse.
|