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Página/12 en Gran Bretaña Por Marcelo Justo Desde Londres El plazo para apelar la decisión preliminar de suspender el proceso de extradición de Pinochet a España venció ayer a la tarde. El ministro del Interior británico Jack Straw indicó a la BBC que se tomaría todo el tiempo necesario para analizar los argumentos de las partes a favor o en contra de suspender la extradición por razones humanitarias. Los argumentos presentados son voluminosos. Les voy a dar todo el tiempo necesario para analizarlos con el detenimiento que se merecen, indicó Straw. A la espera de los acontecimientos, un avión de la Fuerza Aérea Chilena fue autorizado a aterrizar en suelo británico, para alistarse a huir con el general a cuestas a la hora señalada. El argumento legal presentado por cuatro organizaciones de derechos humanos, encabezadas por Amnesty International, solicita al ministro del Interior que permita ver a las partes el informe médico en que se basa para evaluar que el general no está en condiciones de salud para ser sometido a juicio, o que, en su defecto, le permitan efectuarle un segundo examen con médicos del Servicio Fiscal de la Corona. El ministro del Interior se ha negado hasta el momento a dar a conocer dichos informes médicos amparándose en la confidencialidad de la relación médico-paciente. Encontramos extraordinario que usted (Straw) no haya puesto como condición del examen médico de Pinochet que el informe fuera dado a conocer, lo critica el argumento legal de Amnesty International, Redress, la Fundación Médica para el Tratamiento de las Víctimas de Tortura y la organización de familiares de desaparecidos en el Reino Unido. El documento de las cuatro organizaciones consta de seis páginas y presenta 12 cuestionamientos a la decisión preliminar de Straw. Los principales son:u La decisión no se ajusta a la ley británica de extradición de 1989. u El proceso en Gran Bretaña es de extradición. La determinación de si está en condiciones de ser sometido a juicio la debe tomar el Estado que lo someterá a juicio. u No hay antecedentes de un caso en que se niegue una extradición sin que la decisión pase por la Corte.u El equipo médico que lo examinó no tenía un psiquiatra especializado en demencia senil, una omisión extraordinaria dada la existencia de especialistas británicos que han testimoniado en casos similares. u El mismo jefe del equipo médico que revisó a Pinochet reconoció que el general podía recuperarse.u El principio de la confidencialidad de la relación médico-paciente ha sido revocado en casos judiciales similares. Las organizaciones de derechos humanos acompañaron los argumentos con cartas de dos eminentes psiquiatras británicos, especializados en el tratamiento de ancianos, quienes cuestionan la validez de las pruebas a las que fue sometido Pinochet por cuatro profesionales (dos gerontólogos, un neurólogo y una neuropsicóloga) el 5 de enero. Entre las falencias que señalan los psiquiatras está el hecho de que los tests se hicieron en el mismo día y no esparcidos como para chequear la fiabilidad de los resultados, y que el general supo con antelación la fecha de la revisión lo que le pudo dar tiempo a prepararse física y psicológicamente para dar las respuestas que se esperan de un caso de senilidad.El gobierno español y la organización de derechos humanos Human Rights Watch presentaron el lunes y ayer, respectivamente, similares solicitudes para que el ministro del Interior revea su decisión. El gobierno de Chile y el senador Pinochet también habrían presentado argumentos legales afavor del curso elegido provisoriamente por Straw, aunque el Ministerio del Interior se negó ayer a confirmarlo. Lo que le puedo decir indicó a Página/12 un portavoz del ministerio es que se avisará a las partes con un día de anticipación la fecha del anuncio definitivo. A partir de ese momento se ingresará en una situación impredecible. En caso de que, como se anticipa, el ministro decida suspender el proceso de extradición, caducará automáticamente el arresto que pesa sobre el general Pinochet. El gobierno de España y las organizaciones de derechos humanos tienen la posibilidad de solicitar una revisión judicial, mecanismo legal en Gran Bretaña, para protestar contra decisiones injustas de funcionarios. El trámite es relativamente simple y consiste en presentar una carta solicitando ante la Alta Corte la revisión, lo que inmediatamente pondría en suspenso la decisión de Straw. En su argumento legal, el gobierno español indicó que no apelaría la decisión de Straw. Para las organizaciones de derechos humanos, el factor tiempo además será fundamental. Entre el momento en que el ministro de Interior anuncia su decisión y la presentación de la apelación judicial se abre un limbo durante el cual el general Pinochet es un hombre libre que puede tomar un vehículo que lo traslade a la máxima velocidad posible a la base de Brize Norton, en Oxfordshire, donde lo esperará su avión con los motores en marcha.La otra opción que se abre al ministro del Interior es presentar la evidencia médica a la Alta Corte a principios de la semana próxima e invitar al juez a que deje en libertad al prisionero. Un mecanismo similar se adoptó hace dos años en el polémico caso de Roisin Mc Aliskey, una irlandesa acusada por Alemania de un atentado contra bases británicas en ese país. Esta vía resguardaría a rajatabla la posición legalista que adoptó Straw desde el arresto del general el 16 de octubre de 1998. Pero requeriría una voluntad política que parece haber desertado al ministro del Interior británico.
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