|
En un brevísimo comunicado,
con membrete de la Presidencia pero sin la firma de funcionario alguno,
como se supone que debe actuar el servicio secreto, se dijo que la trágica
novedad se produjo cinco minutos después de las ocho de la mañana de
ayer. La mujer fue identificada como María Teresa Toledo, a quien se
consignó como "empleada técnica del área de Arquitectura de la
Secretaría de Inteligencia de Estado".
En esos momentos, Toledo se
encontraba realizando "sus tareas profesionales en el Salón de Diseño
del 10º piso (sic) de la Secretaría". Las fuentes de la SIDE y de
la comisaría primera que fueron consultadas por este diario eludieron
precisar cuáles son las funciones que cumple, a la hora de hacer
inteligencia, la Dirección de Arquitectura. La información oficial aclaró
también, por si hiciera falta, que los testigos presenciales quedaron
"a disposición" del juez de instrucción número nueve, Eliseo
Rubén Otero.
Cuando la mujer cayó sobre el
asfalto, era escasa la circulación de vehículos por la avenida Alem. La
ventana desde la que se arrojó al vacío tiene una visión panorámica de
la Casa de Gobierno y está frente a la plazoleta 11 de Junio de 1580,
donde se levanta el monumento a Juan de Garay que recuerda la Segunda
Fundación de la Ciudad de Buenos Aires. El edificio de la SIDE está
sobre Alem sin número --no hay ninguna chapa en la puerta de acceso al
lugar--, exactamente al lado del que ocupa la Cámara Argentina de
Comercio, en el 36 de esa avenida porteña.
Junto con los efectivos de la comisaría primera, se hizo presente
una unidad criminalística móvil de la Superintendencia de Policía Científica,
cuyos ocupantes hicieron una inspección ocular y recogieron elementos de
juicio para aportar a la causa, denominada "averiguación de
suicidio". El cuerpo fue llevado a la Morgue Judicial donde se realizó
la autopsia, cuyos resultados no fueron dados a conocer.
La policía recogió el
testimonio de varios compañeros de trabajo de la señora Toledo. Al
parecer, ella había llegado en su horario habitual, sin dar ninguna señal
de la decisión que minutos después habría de tomar. En forma
inesperada, ante la mirada de algunos de sus compañeros con los que antes
había estado conversando, abrió la ventana, se trepó a ella y saltó al
vació, todo en menos de un segundo.
El subcomisario Daniel Fernández,
de la comisaría primera, informó que la mujer sufría desde hace un
tiempo "un cuadro depresivo porque estaba muy enferma". Otras
fuentes aseguraron que meses atrás había fallecido el marido de la víctima,
agravando la crisis anímica por la que atravesaba. Una joven, que al
parecer trabajaba en la misma sección de la SIDE, se limitó a decir:
"Esto es increíble, hace años que trabajaba acá y ninguno de
nosotros podemos creer lo que pasó". La testigo, que eludió dar el nombre, sostuvo que la señora Toledo había llegado "igual que en los últimos meses, muy bajoneada porque se había quedado sola, pero nadie sospechó que pudiera tomar semejante decisión". La mujer se retiró llorando, mientras los custodios de la SIDE formaban un círculo en torno del acceso al edificio. Para entrar, los empleados tienen que marcar los números que los identifican en un tablero ubicado a la izquierda de la puerta principal, que está siempre cerrada.
|