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MURIO JUAN CARLOS THORRY, FIGURA INDISCUTIDA DEL ESPECTACULO ARGENTINO
La despedida del hombre que amó a todas

Fue un artista todo terreno que desplegó su encanto en teatro, radio, cine y televisión, en una carrera que abarcó 60 años y en la que no faltaron tormentas sentimentales. Sin embargo, siempre sostuvo que �el teatro es la verdad, lo demás es producto de laboratorio�.


Thorry en sus años mozos, cuando partía corazones entre el público.
Entre otras muchas actividades, fue el partenaire de Niní Marshall.

Su última aparición pública: el cumpleaños número 90 junto a su séptima esposa, Alma Vélez.
Tras una infancia difícil, comenzó su carrera como cantor en la orquesta Santa Paula Serenaders.

t.gif (862 bytes) Trabajó en infinidad de medios audiovisuales y supo construir no sólo una carrera actoral sino también una fama de bon vivant, de hombre seductor y distinguido: Juan Carlos Thorry, figura del espectáculo argentino a lo largo de varias décadas, murió ayer a los 91 años, tras un largo padecimiento que culminó con un accidente cerebro-vascular. Gracias a su poder de seducción y a su intensa actividad en el teatro, el cine, la radio y la televisión, Thorry se había convertido en una de las figuras más apreciadas de la escena argentina. Sus restos son velados en Forest 906, en esta capital, mientras que hoy a las 10 partirán hacia el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita. Inmediatamente después de conocido su deceso, el Gobierno nacional expresó �el más profundo dolor por la muerte del querido actor�, a través de un comunicado de la Secretaría de Cultura y Comunicación de la Nación, firmado por Darío Lopérfido. 
Hacía ya catorce años que José Antonio Torrontegui Cappa (tal era su auténtico nombre) se había radicado junto con su séptima esposa, Alma Vélez, en San Antonio de Padua, donde creó en su propia casa una escuela de teatro que contaba con 140 alumnos. Sin embargo, en los últimos años su salud había ido empeorando progresivamente, al punto de sufrir una parálisis irreversible diagnosticada como mal de Parkinson, cuya rigidez muscular le impedía casi todo movimiento. Este cuadro clínico motivó que fuera internado en una casa de descanso lindante con su hogar, donde era atendido por el doctor Marcelo Gallo, hijo de su esposa. Gallo comentó que el actor �falleció alrededor de las seis de la mañana mientras dormía, por lo que tuvo una muerte serena�. El profesional, que además era el médico de cabecera de Thorry, no ocultó el delicado estado de salud que padeció el intérprete y para evidenciarlo indicó que �hacía más de diez años que Juan Carlos estaba afectado por una insuficiencia vascular�. 
Nacido en la ciudad de Pringles, Thorry tuvo una infancia difícil, signada por el abandono de sus padres a los cuatro años. Recién se reencontró con su padre cuando tenía 14 años, y a su madre siempre la creyó muerta, hasta que cuando cumplió 40 años descubrió que ella vivía y guardaba celosamente todos los recortes sobre su carrera artística. Pese a estos tempranos sufrimientos, la vida lo compensó con el éxito en su trabajo y el afecto del público y sus compañeros de escena. A lo largo de 60 años de profesión fue cantante, animador, conductor radial, actor de teatro, cine y televisión, productor y director de cinco películas. 
Su carrera comenzó como chansoniere (cantor de ritmos modernos) de la orquesta Santa Paula Serenaders que dirigió Raúl Sánchez Reynoso y, en 1927, llegó a ser la voz en la orquesta de Osvaldo Fresedo. Siempre dentro del campo de la música popular, compuso canciones como Mi serenata e Indiferencia, entre otros. En 1932 debutó en teatro con la obra Mis canciones de Enrique Santos Discépolo. Tres años después, se inició en el mundo del cine con El caballo del pueblo, interpretando un papel inicialmente pensado para Carlos Gardel. En la radio se lo recuerda como el partenaire ideal para la multitud de personajes de Niní Marshall, con quien luego también compartió pantalla en Cándida, de 1939. 
Las décadas del �40 y del �50 lo tuvieron entre sus principales galanes con La pequeña señora de Pérez (1944), de Carlos Hugo Christensen; Especialista en señoras (1951), de Enrique Cahen Salaberry, y Suegra último modelo (1953), de Enrique Carreras, sólo por citar algunas de las sesenta películas que interpretó en su larga trayectoria. Al promediar la década del 50, su nombre era sumamente popular, a partir de haber compartido cartel con figuras como Marshall, Blackie y Tita Merello. Incluso se dio el gusto de inaugurar el género musical en televisión con el programa Petit Café. El teatro Maipo lo tuvo como integrante de los elencos revisteriles de una época en la que �la vedette formaba parte del show, pero los que se destacaban eran los cómicos. Ahora la revista está siendo desplazada por las comedias musicales�, según se lamentó en los últimos años de los �60. Precisamente en esa década protagonizó otroséxitos televisivos con Cándido Pérez y Sra. y Grandes valores del tango, en Canal 9. En medio de esa intensa presencia en el medio local, Thorry también se ganó un lugar como actor y director en Venezuela y en España. En 1986 hizo su última aparición televisiva como actor en Aprender a volar, que se emitió por Canal 13. Pero continuó esporádicamente con la actividad artística, participando junto a Juan Carlos Badía en la edición �87 del ciclo Badía y Compañía. En 1988 dirigió Muchachas del tiempo aquel que se estrenó en el Teatro de la Ribera, protagonizado por Tania, Elena Lucena y Margarita Padín. A pesar del éxito obtenido en los diferentes medios, Thorry solía declarar públicamente su preferencia por el teatro. �El teatro es la verdad, todos los demás son producto de laboratorio. Como el torero en la Plaza de Toros �afirmó�, en el escenario tenés que jugártela vos solito�. Su vida privada tenía el ajetreado ritmo de su actividad pública. Con siete matrimonios (entre otros, con María Zubarría, hermana de Olga Zubarry, y la actriz Analía Gadé, con quien tuvo una resonante relación entre 1951 y 1958) se ufanó siempre de mantener una excelente relación con sus ex esposas. �No me arrepiento de lo que he vivido. Tuve una vida plena y si pudiera volver a nacer, haría exactamente todo lo que hice. O no: quizás me casaría muchas veces más, porque las mujeres son lo más lindo que hay, siempre fueron mi debilidad�, confesó alguna vez.

 

Recuerdos de un señor

�Fue un amigo de toda la vida. Cuando me enteré de su muerte, no puedo ocultar que dije `por fin�, porque hacía tiempo que estaba sufriendo. Era un hombre muy delicado, mejor actor de lo que la gente cree.� (Osvaldo Miranda)
�Era un gran compañero, un gran señor. Tomé la noticia con tranquilidad, porque aunque es una gran pérdida sabíamos que él estaba mal.� (Irma Córdoba)
�Tengo recuerdos muy lindos. Compartí con él sus últimas temporadas teatrales en Hoy ensayo hoy, y puedo decir que era una gran persona a la que yo, además, admiraba mucho como actor.� (Jorge Barreiro)
�Compartimos muchas temporadas teatrales: entre otras obras, hicimos con gran éxito Aplausos (1972) con Libertad Lamarque y Prohibido cazar de noche (1974) con Diana Maggi, Teresa Serrador y Julio De Grazia. En ese entonces, el teatro era muy profesional, pero trabajando nos divertíamos horrores y siempre fuimos muy compañeros.� (Tincho Zabala)
�Thorry marcó toda una etapa mediática en la escena argentina por su protagonismo en la radio, la TV y el cine. El mayor recuerdo que tengo de él es por ser una gran persona, un excelente tipo.� (Carlos Gorostiza)
�Su popularidad se debía a su encanto. Era un hombre muy distinguido, muy buen mozo y muy buen actor.� (Amelia Bence)

 

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