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REUNION DE TODOS LOS RESPONSABLES DE SEGURIDAD
El Presidente tomó el timón

De la Rúa decidió transmitir serenidad respecto de la posibilidad de un atentado terrorista y convocó a una reunión urgente.

Fernando de la Rúa junto a Enrique Mathov y Gil Lavedra.
También asistieron Storani, De Santibañes y Rubén Santos.


t.gif (862 bytes) Federico Storani fue el primero en admitir que el Gobierno se encuentra en alerta ante la posibilidad de que se produjera un atentado terrorista por parte de grupos fundamentalistas islámicos. La advertencia de los servicios de inteligencia extranjeros es general y no hubo ningún aviso puntual sobre la Argentina. De todos modos, Fernando de la Rúa decidió ocuparse personalmente de un tema especialmente sensible. Ayer, el Presidente convocó sorpresivamente a una reunión con los funcionarios encargados de la seguridad. �Estamos poniendo la máxima atención porque, aunque sea de rutina, es un alerta�, dijo De la Rúa luego del encuentro.
El conflicto en el sur del Líbano, base de operaciones del Hezbollah, volvió a tensarse hace tres semanas, cuando el Ejército israelí comenzó a realizar una serie de ataques en represalia por la muerte de siete militares de ese país. El miércoles pasado, el gobierno de Israel autorizó al primer ministro, Ehud Barak, a responder a cualquier ataque terrorista sin consultar al gabinete, lo que agravó aún más el cuadro de situación. 
El miércoles, Storani recibió advertencias de los servicios de Israel y de Estados Unidos, que registraron reuniones �no habituales� de los grupos armados que operan en el sur del Líbano. �La información indica que allí se habría resuelto la posibilidad de realizar atentados en el exterior para llamar la atención sobre la situación del Medio Oriente�, aseguró el ministro del Interior el miércoles por la noche.
Storani subrayó en todo momento que el alerta era general y que no había ninguna información de que se planeara realizar un tercer atentado en la Argentina. Sin embargo, De la Rúa, que suele tomar la iniciativa cuando considera que los temas son críticos, convocó de urgencia a una reunión con los funcionarios de seguridad. A las dos de la tarde se encontraron en la sede de la secretaría el jefe de la Side, Fernando de Santibañes, el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, el secretario de Seguridad, Enrique Mathov, el jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, el de la Gendarmería, Hugo Miranda, y el de Prefectura, Juan José Beltritti.
El encuentro duró apenas veinte minutos. Los funcionarios informaron al Presidente que, luego del aviso de los servicios extranjeros, se reforzaron los controles de inteligencia sin que se registrara hasta el momento ningún movimiento extraño en la Argentina. Storani comentó que los rastreos realizados por la Policía Federal en las zonas más sensibles, como las Tres Fronteras, no detectaron nada fuera de lugar.
Finalmente, De la Rúa se puso al tanto de las medidas preventivas que se pusieron en marcha: un llamado de atención a las policías provinciales para que extremen los controles y un refuerzo de los efectivos de la Policía Federal, la Gerdarmería y la Prefectura encargados de vigilar los edificios de la comunidad judía. 
A diferencia de las reuniones de gabinete, en la que los ministros suelen hacer de voceros, esta vez fue De la Rúa quien se encargó de aclarar la situación. �Fue una reunión de rutina y no es nada grave. Lo que recibió el Ministerio de Interior fue un llamado de atención�, señaló el Presidente. Y añadió que, de todas formas, solicitó a los funcionarios que pongan �la máxima atención� en el tema.
Storani comparó la situación con la que se produjo a fines del año pasado, cuando se reforzaron las medidas de seguridad ante el riesgo de un tercer atentado. �No hay ningún tipo de información fehaciente y concreta que haga presumir la inminencia� de un ataque terrorista en la Argentina, explicó el ministro, y dijo que no existen razones para �la gente entre en pánico�.

 


 

LA CANDIDATURA DE FELGUERAS, CONVERSADA EN OLIVOS
�Ella no dijo que no quería�

Por F. C.

El quincho de la quinta de Olivos estaba repleto de dirigentes dando cuenta del asado con el que los agasajó Fernando de la Rúa. En una mesa apartada, de a poco, se fue juntando un grupo selecto de personas que hasta hace poco se miraba torcido, pero la convivencia en el Gobierno y la cercanía de la crucial elección porteña los terminó acercando: Carlos �Chacho� Alvarez, Enrique �Coti� Nosiglia, Aníbal Ibarra, Antonio de la Rúa, Darío Alessandro, Rafael Pascual y Cecilia Felgueras. Aunque los testimonios coincidieron en marcar que no se trató ningún tema formal, las bromas sobre la candidatura a vicejefa de gobierno de Felgueras fueron la constante. �Y ella en ningún momento dijo que no quería�, aseguró uno de los presentes que se enrola entre los que quieren que ella acepte. 
Alessandro y Pascual se habían retrasado por la conferencia de prensa y se sentaron en una mesa lejana, pensando que iban a estar más tranquilos. Pero resultó lo contrario. La mesa terminó siendo el foco de atención de la quinta. Pese a que se sabe que arreglaron sus diferencias en la intimidad, ver a Chacho sentado junto a Nosiglia siempre es extraño. Según un comensal, como siempre Alvarez estuvo entre los más graciosos, mientras que el Coti sólo se rió y se mantuvo callado la mayor parte de la cena. 
Antonio de la Rúa se sentó tarde y pidió de comer cuando la parrilla ya había cerrado. �Claro, le tienen que dar de comer porque es el hijo del Presidente�, lo cargaron. Pero el principal blanco de bromas fue Felgueras, y su negativa �por ahora en pie� de acompañar a Ibarra en la fórmula para la jefatura de gobierno de la ciudad. �Dale Cecilia, si el PAMI ya funciona solo�, le dijo Ibarra, quien espera que la semana próxima el radicalismo porteño le informe el nombre de su compañero. 
Luego, el candidato frepasista se quedó hablando con Antonio, el encargado de manejar la imagen de su campaña. �Estás subiendo�, le aseguró el hijo presidencial. �En febrero subiste cuatro puntos con relación a principios de enero y tu imagen de candidato quedó consolidada�, fue el análisis. Además quedaron en juntarse de nuevo con los publicistas Ramiro Agulla y Carlos Souto que ya le estuvieron haciendo fotos y pruebas de cámara para cuando se largue la campaña.
Un poco lejos de la mesa andaba rondando el senador José María García Arecha, también posible acompañante de Ibarra. �Miren, por allá anda el otro candidato�, bromearon en la mesa en tono conspirativo. En realidad, dos de los presentes, Nosiglia y Pascual, son los principales impulsores de la candidatura de García Arecha en el acuerdo que armaron dentro de la interna radical. Sólo por un minuto se acercó De la Rúa, que �como un novio� fue saludando mesa por mesa. No se quedó mucho. Total, las caras eran demasiado conocidas.

 

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