Por Adriana Meyer
�México
y la Argentina negociaron e intercambiaron nuestra libertad absoluta por
nuestra deportación.� Así sintetizan Christian Castillo, María
Cecilia Feijoo y Leandro Rodríguez Lupo la trama de su liberación.
Todavía con signos de poco descanso tras el largo viaje en avión, tres
de los cuatro argentinos que estuvieron presos 18 días en el Reclusorio
Norte del Distrito Federal dialogaron con Página/12, y afirmaron que �la
lucha de los estudiantes de la UNAM goza de buena salud�.
El 6 de febrero habían sido detenidos �junto a Cecilia Brenda Rossi�,
mientras participaban como observadores de la asamblea del Consejo General
de Huelga (CGH), en el auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía
y Letras de la UNAM. Estaban debatiendo cómo lograr la liberación de un
centenar de menores de edad de la Preparatoria 3 �que habían sido
encarcelados esa semana�, cuando ingresaron al lugar unos 2500 efectivos
de la Policía Federal Preventiva, una fuerza militarizada creada
recientemente.
Leandro Rodríguez Lupo es neuquino y viajó a México junto a su novia,
Cecilia Rossi, para conocer el país y el movimiento estudiantil de la
UNAM. Son estudiantes de sociología de la UBA y militan en la agrupación
El Viejo Topo. Cecilia Feijoo es una estudiante argentina que se pasó a
la UNAM (ver aparte) y Christian Castillo es sociólogo, docente en las
universidades de Buenos Aires y La Plata, y uno de los dirigentes del
Partido de Trabajadores por el Socialismo.
�¿Cómo fueron los días en la cárcel?
�Leandro Rodríguez Lupo: Lo más duro fueron los dos primeros días en
la PGR, que es una policía especial, donde nos obligaron a declarar ante
la presencia del cónsul argentino (NdlR: Roberto Gudiño) para que
reconociéramos que hicimos cosas indebidas. Y el último día que
estuvimos en manos de Migraciones. Nos sentimos fuera de la ley y
despojados de derechos.
�¿Cómo salieron del Reclusorio Norte?
�R. Lupo: Nos sacaron en autos particulares, agachados en el asiento
trasero, nos pusieron en el noveno piso de Migraciones custodiados por 30
agentes.
�Christian Castillo: La noche del traslado nos dijeron delante del
cónsul y del padre de Leandro que nuestros pasaportes estaban en el
juzgado y que los traerían a la mañana siguiente. Pero luego los
funcionarios mexicanos aseguraron que tenían una solución mágica que
era darnos pasaportes provisorios. El cónsul dijo que iba a solucionar
rápido todo para que nos quedemos en México hasta la fecha en que cada
uno tenía su vuelo de regreso. De pronto cambió todo y los funcionarios
volvieron diciendo que Migraciones había decidido que nos teníamos que
ir en ese momento. El cónsul empezó a quejarse indignado de que lo
habían engañado. Al minuto siguiente nos metieron en una combi con
rejas. Y nos llevaron al Aeropuerto. Nos entraron por la pista porque el
gran temor de ellos era que hiciéramos declaraciones a la prensa.
�¿Sabían que eso está expresamente prohibido por la ley mexicana?
�Castillo: Sí, pensábamos hacer un comunicado tratando de que no nos
acusaran bajo esta figura, pero no pudimos ni abrir la boca.
�¿Qué le dijeron ustedes al cónsul?
�Castillo: Le contestamos que si era cierto que lo engañaron tendría
que armar un escándalo porque es un incidente internacional. Pero aunque
todo fue muy sospechoso a nosotros no nos consta qué hizo realmente el
diplomático.
�R. Lupo: En la puerta del avión nos hicieron firmar una orden de
expulsión del país con prohibición de volver durante tres años.
�La Cancillería argentina dijo ayer que fueron liberados por las
gestiones diplomáticas...
�Castillo: Ellos empezaron las gestiones porque hubo una presión muy
grande acá. Se había transformado en un problema enorme para ellos,
peroes evidente que trataron de buscar la solución más rápida. Hoy
Televisa mostraba imágenes del auto que nos sacó del Reclusorio bajo el
título de �derechito a Buenos Aires, de donde no tenían que haber
salido�...
�R. Lupo: Estuvimos 24 horas incomunicados. Luego nos comunicamos con la
Embajada argentina y nos contestaron interrogándonos a nosotros. Y luego
nos dijeron que no podían hacer nada, que nos arregláramos solos.
�Feijoo: Fue un acuerdo entre los Estados mexicano y argentino por el
cual canjearon nuestra libertad absoluta por la deportación.
�¿Piensan hacer alguna protesta formal?
�Castillo: Lo estamos evaluando. Pero por ahora queremos seguir luchando
por la liberación de los compañeros que siguen presos, y por eso hoy a
las 19 hacemos una marcha desde Ciencias Sociales hasta la embajada de
México. Estamos muy agradecidos con todos los que nos apoyaron para que
saliéramos y les pedimos que sigan un poco más hasta que liberen a los
demás. Y si no es mucho pedir, que Los Fabulosos Cadillacs los visiten
cuando vayan al DF, porque todos son fanáticos de la banda.
�¿Cuál es la situación ahora para los 259 estudiantes que siguen
detenidos?
�Feijoo: Las mujeres me comentaron por teléfono que les fijaron una
fianza de 1500 dólares a cada uno y ellas decidieron rechazarlo porque lo
consideran un chantaje a sus familias y a la lucha del CGH. No sabemos
qué harán los varones, porque es una cifra muy alta para un delito menor
como el de despojo.
�R. Lupo: Hay más de 300 padres que escribieron con su misma sangre la
palabra Libertad en la rectoría. Y ninguno de ellos condenó la actividad
de sus hijos que están presos. Todas las noches cantan afuera del
Reclusorio �hijo, escucha, tu padre está en la lucha�...
�Castillo: Una de las demandas era que las reuniones con la rectoría
fueran abiertas y televisadas y no secretas. Una de las claves de la
fortaleza del CGH y de la huelga es su mecanismo de rotatividad de las
personas que discutían con el rector y que todo debía ser refrendado por
la base. Así se impidió la existencia de un grupo que negociara en
secreto a espaldas de los estudiantes y los traicionara. Antes del
desalojo, el rector Juan Ramón de la Fuente había convocado a un
plebiscito para tratar de levantar la toma. Aunque perdió la posición
del rector, los medios decían que 9 de cada 10 estudiantes querían
levantar la medida. Al poco tiempo el grupo comando Cobra, dirigido por un
matón derechista, se enfrentó con los estudiantes de la Preparatoria 3 y
hubo 200 detenidos. En ese momento quedó en evidencia que las autoridades
no tenían intenciones democráticas de negociar, como quisieron mostrar
con el plebiscito, sino que seguían reprimiendo. Algunos intelectuales
que habían apoyado al rector con su firma en solicitadas, como Carlos
Fuentes, Carlos Monsivais y Elena Poniatowska, se arrepintieron en
público. (Ernesto) Zedillo estaba en Davos y había hecho un discurso
contra los que se oponen a la globalización, a los que llamó �globalifóbicos�.
Dicen que arregló desde allí con el rector la intervención donde fuimos
detenidos.
�¿Los objetivos de la huelga están cumplidos?
�Castillo: La pulseada está en curso. El CGH es un movimiento
profundamente democratizador de la universidad y por eso la oligarquía
universitaria le tiene tanto resquemor. No podían aceptar que se tocaran
sus privilegios. El sistema universitario mexicano es de la Edad Media, se
reúnen los aristócratas vitalicios que se eligen entre ellos para
dirigirla y escriben artículos en los que dicen que la democracia no es
para la universidad. Es un discurso reaccionario que fue desafiado.
�R. Lupo: La huelga es una forma más de lucha que se emplea, cambia la
forma y se está expandiendo a toda la sociedad y a otros sectores
sociales. Ahora, de hecho se formó el Consejo Nacional de Lucha integrado
por organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y sindicales. El
conflicto se extendió a las escuelas normales rurales de México. En
Hidalgo la cerraron porque dicen que no hay más puestos de maestros
deprimaria que se forman allí. Hubo un levantamiento popular en el que
los pobladores tomaron a los granaderos que los habían ido a reprimir,
les sacaron la ropa y las armas, y liberaron a los estudiantes que estaban
presos. Estos hechos demuestran que la represión tiene un límite, que es
la resistencia popular. Y ahora hay más levantamientos en otras zonas.
�Castillo: En un año electoral, el régimen funciona más que nunca a
la vieja usanza, cualquiera que lo desafíe seriamente es barrido. Los
estudiantes mostraron algo nuevo, un movimiento que se mantuvo firme y
solidario.
�¿En qué medida los afectó el encarcelamiento, además del desgaste
que arrastraban?
�R. Lupo: Se están reorganizando. No van a aceptar ninguna
normalización con los estudiantes presos. Y tomaron energía nueva porque
están teniendo más adhesiones. En todo el país hay cada vez más
conflictos universitarios.
�¿Pero lograron frenar el aumento del arancelamiento?
�Castillo: Todos dicen que la gratuidad está y que se va a consagrar.
Pero ahora que empiezan las clases la rectoría empezó a cobrar según el
reglamento anterior, el de los 20 centavos, porque quieren dejar la puerta
abierta para poder insistir más adelante con el proyecto original que
elevaba la cuota a 1,20. Por eso el reclamo estudiantil es la eliminación
de todo pago porque dicen que no hicieron diez meses de huelga para llegar
a lo mismo. Creo que quienes tengan alguna intención de avanzar en los
planes de elitización lo van a pensar mucho más después del movimiento
que se armó en México. Este movimiento consiguió una gran solidaridad
internacional, a pesar de que todo el México institucional lo atacó y lo
demonizó pero no lo pudo derrotar.
�¿Qué puntos de contacto ven con la realidad universitaria argentina?
�R. Lupo: Allá se quiere aplicar el Ceneval, que es un organismo de
evaluación externo, y acá hay una institución similar, la violación de
la autonomía universitaria, los intentos de arancelamiento y de
restringir el ingreso con exámenes, la falta de participación
estudiantil para determinar los planes de estudio. Una de las diferencias
es que allá son gratuitos los posgrados y acá no.
María Sin Documentos
María Cecilia Feijoo tiene 24 años.
Llegó a México en setiembre de 1998 y logró el pase de la
Universidad de Buenos Aires a la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) como estudiante de sociología. Su pareja había
conseguido trabajo en una editorial, alquilaron un departamento en el
Distrito Federal y eligieron ese país para quedarse a vivir. Desde
ayer está de vuelta en Buenos Aires sin documentos, sin ropa y sin
pareja. Todos sus papeles universitarios quedaron en la UNAM y no
podrá recuperarlos sino hasta dentro de tres años. Estaba en la
mitad de su carrera y ya se resigna a perder el año.
�Tu vida cotidiana se quebró con esta partida no esperada.
�Y... ando con ropa prestada (se mira lo que lleva puesto y se
ríe). Al principio me sentí un poco triste pero con las compañeras
mexicanas cantábamos que �aquí o allá la lucha sigue igual�.
Lo dice con énfasis, aunque su voz se percibe triste. |
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