Por Claudio Zlotnik
Las
compañías estrella de la denominada �nueva economía� abrirán su
capital a pequeños inversores en la Bolsa de Comercio. El Consejo
Directivo de la entidad bursátil aprobó anoche la creación de una �sección
tecnológica de cotización� en el recinto local, con la ilusión de que
ésta sea capaz de recrear el boom del Nasdaq (índice de acciones
tecnológicas) en Wall Street. De esta manera, dicen en la Bolsa, los
inversores argentinos tendrán la posibilidad de sumarse a la explosión
de Internet. El �nasdaquito�, tal como ya fue bautizado el nuevo panel
por los financistas de la city, recibirá a los principales grupos que
intervienen en el negocio de Internet en la Argentina, como Exxel e IRSA.
Dentro de poco tiempo se sabrá si la fiebre de los inversores por comprar
acciones de las empresas �puntocom� se traslada a Buenos Aires. Y si
la valuación de esas compañías que en la actualidad no dan ganancias
pega un salto tal que supere a la de las empresas de la �vieja�
economía.
El Nasdaq de Nueva York engloba a más de 5 mil empresas de la �nueva
economía� (básicamente de Internet, telecomunicaciones y
biotecnología). Según pudo saber Página/12, una decena de compañías
de Internet que opera en la Argentina ya mostró interés en salir a la
oferta pública. La lista incluye a Altoinvest y LatinStocks, dos portales
de servicios financieros, pertenecientes a IRSA y a Exxel,
respectivamente. También figura Dineronet, un sitio vinculado con el
empresario Eduardo Costantini, dedicado a las finanzas personales, y
Ciudad Digital, del grupo Clarín. Por su parte, Patagon.com, la firma
financiera recientemente adquirida por el Santander Central Hispano en 529
millones de dólares, ya anunció que saldrá a la oferta pública el año
que viene. Y en el microcentro anhelan que se sumen El Sitio e Impsat, dos
empresas argentinas que ya cotizan en Estados Unidos en el Nasdaq, con un
valor de mercado de 790 y 2577 millones de dólares, respectivamente.
La intención de las autoridades de la Bolsa es darle un envión al
debilitado mercado accionario local, aumentando las opciones para los
inversores. En el último año, varios papeles se retiraron del recinto.
La lista incluye a Supermercados Disco, Canale y Sevel, mientras que YPF,
Telefónica y el Banco Río quedaron con una mínima exposición después
de que sus dueños españoles decidieron retirar del mercado local la
totalidad de las acciones en manos de los inversores. Con el panel de
tecnológicas en el edificio de 25 de Mayo y Sarmiento, en la city tienen
la esperanza de subirse al tren neoyorquino. Precisamente, en el último
año, las empresas del Nasdaq funcionaron como una aspiradora de
capitales, de parte de financistas ávidos por concretar negocios
fabulosos. El �Nasdaquito� comenzaría a operar el mes que viene, una
vez que el proyecto reciba el visto bueno de la Comisión Nacional de
Valores.
Para darle impulso a la iniciativa, los directivos de la Bolsa decidieron
flexibilizar los requisitos para permitir que una empresa salga a oferta
pública. En vez de exigir que la compañía que quiera cotizar presente
los balances de los últimos tres años y publique balances trimestrales,
a las compañías de la �nueva economía� sólo se les requerirá la
presentación del balance del último año y un informe económico cada
tres meses. De esta manera, estas empresas deberán afrontar gastos más
bajos que las compañías tradicionales. La condición es que sus acciones
permanezcan en el recinto un mínimo de cinco años.
�¿Por qué si Exxel no cotiza en oferta pública a sus empresas, como
Norte, Fargo o Havanna, ahora sí lo haría con LatinStocks? �preguntó
este diario a Augusto Darget, analista jefe del ABN Amro Bank.
�Porque las empresas de Internet necesitan de fondos para desarrollarse.
Presumo que se les hará más económico fondearse en la Bolsa que
directamente en los bancos.
Sospechan
sabotaje en la Comisión de las Privatizadas
La Bicameral perdió la memoria
Por Cledis Candelaresi
Los integrantes de
la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, renovada
casi íntegramente desde anteayer, inauguraron su ciclo de reuniones con
una sorpresa. El disco rígido de la computadora, donde se registraron
dictámenes, disidencias, notas y demás documentos producidos por ese
cuerpo en los últimos años, está en blanco. Por alguna razón no
precisada, todos esos registros desaparecieron misteriosamente. No es el
único dato llamativo. La comisión, que desde ayer preside el
demoprogresista Alberto Natale, contará entre sus filas al justicialista
Alberto Pierri, controvertida figura parlamentaria.
Natale es el más antiguo de los doce miembros y a criterio de la Alianza
durante la década pasada se distinguió por sus críticas a las
decisiones del menemismo en relación con las privatizadas. Pero esas
posiciones, tanto como las que apañaron las más polémicas decisiones
oficiales en esa materia, ahora sólo podrían conocerse si hubiesen
sobrevivido las versiones en papel de dictámenes y reproducciones
taquigráficas de las reuniones.
Los nuevos miembros de la Bicameral apuestan a que esos documentos estén
en los biblioratos aún no revisados. De lo contrario, los álgidos
capítulos de la privatización de Aerolíneas Argentinas o la
habilitación a Economía para renegociar íntegramente los contratos
ferroviarios, entre otros tantos documentos de la década pasada, serán
testimonios perdidos.
La ubicación de Natale al frente de la comisión frustró las
expectativas del radical Juan Pablo Baylac, a quien le bajaron el pulgar
sus propios compañeros aliancistas: el titular de la Cámara, Rafael
Pascual (UCR), y el senador Pedro del Piero (Frepaso) habrían sido los
cuestionadores más severos del ascenso de aquel diputado, que ya integra
la Bicameral, pero a quien no le reconocen antecedentes para presidirla.
Pierri fue quien hasta fines del año pasado se ocupaba de digitar algunas
incorporaciones de justicialistas, incluyendo la de Claudio Sebastiani,
uno de los últimos titulares de la comisión. Pero, más allá de ese
activismo en la sombra, nunca trabajó directamente en ninguno de los
temas que son competencia de este grupo de trabajo: las privatizaciones,
en la década pasada, y las renegociaciones, de ahora en más.
Justamente, el nuevo temario definido por la remozada Comisión incluye
opinar sobre la marcha de contratos o revisiones contractuales de peajes,
aeropuertos, correos, el plan de salvataje de Aerolíneas Argentinas y el
destino de las concesiones de trenes de pasajeros y cargueros. Por eso, el
primer funcionario invitado a la comisión es Nicolás Gallo, a quien,
informalmente, los legisladores ya convocaron anteanoche, mientras
compartían con el ministro de Infraestructura una cena en la residencia
presidencial de Olivos.
La diputada frepasista Nilda Garré y su colega justicialista Bernardo
Quinzio son otras de las incorporaciones a esta comisión clave, que bajo
el mando del santafesino Natale promete dar cuenta de sus actos en
informes mensuales. Se trata de una especie de fórmula light para
demostrar vocación de transparencia. Atrás quedó la idea, discutida
hace unos meses, de que los dictámenes de esa comisión sean debatidos y
aprobados en el recinto de ambas cámaras.
Por ahora, los pronunciamientos de la Bicameral no son vinculantes para el
Poder Ejecutivo, que puede respetarlos o no. Pero, en la medida en que
sean públicos, tendrán peso político.
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