Por Patricia Chaina
Un mundo de hombres vinculados al hampa de mediados de siglo en la Argentina. Un asalto que no sale como estaba previsto. La huida, el cerco policial, y la caída final. �La trama es típica del género negro�, reconoce Marcelo Piñeyro. �Por eso justamente partí de la complicidad con el espectador que ya conoce el recorrido, y el centro de la intriga no está en si podrán escapar o no, sino en cuestiones existenciales mucho más interiores, de los personajes�, explica. Piñeyro habla de Plata quemada, su cuarta película, que se estrenó ayer, rodeada de una polémica por la calificación de �prohibida para menores de 18 años� dictada por el Instituto de Cine y que desató airadas protestas del director e incluso de la Comunidad Homosexual Argentina (ver aparte).
Entre los asaltantes que dan el golpe, huyen y se refugian en un departamento en la ciudad de Montevideo hay mucho más que la historia de un delito frustrado y varias muertes violentas. �Hay amor, hay deseo�, dice Piñeyro. �Hay ira y necesidad�, agrega. Protagonizada por un elenco donde se destacan Leonardo Sbaraglia, el español Eduardo Noriega, Pablo Echarri y Leticia Brédice, la trama que Piñeyro eligió para este film �funciona como una cuenta regresiva porque los personajes son tipos muy básicos y terminan casi convertidos en héroes trágicos�, sostiene el director. �No tienen manera de escapar de su destino aunque saben que el destino al que van los quema.�
Basándose en la novela Plata quemada de Ricardo Piglia, Piñeyro delineó un guión cinematográfico que respeta �lo esencial� del texto literario que a su vez se basó en un caso real ocurrido en 1965. Y realizó �una película fuerte�, dice. Pero no esperaba una calificación como la que dictaminó el INCAA por unanimidad. �La calificación para mayores de 18 años �explica Piñeyro en la entrevista con Página/12� es algo que no se usa, hace años, en el cine argentino.�
�¿Quiénes componen el departamento de calificaciones del Instituto?
�Son cuatro personas, cuando tendría que haber un representante del Ministerio del Interior, otro de Educación, psicólogos, médicos, un crítico de cine. El dictamen fue por unanimidad, y sin justificación. Cuando en el mundo la calificación tiende a sugerir la no presencia de menores a no ser que vayan con los padres, y sobre todo a justificar el por qué, acá se prohíbe: no pueden entrar menores, y no se dice por qué. Totalitarismo puro. La lógica es �yo soy más sabio que vos y te custodio�.
�¿No recibió explicaciones sobre el porqué de la calificación?
�No oficialmente. Y sería porque se trata el sexo, la violencia, la drogadicción y la homosexualidad. Pero algunas versiones sostienen que el problema es que no tenga una mirada condenatoria hacia la homosexualidad. Creo que eso es hasta anticonstitucional, porque es discriminatorio. Y aparece un criterio diferenciador para el cine extranjero del nacional. El americano llega amortizado y le da lo mismo una calificación que otra. Sin duda el cine argentino pega más fuerte en el espectador, cuando pega. Esta es una historia de acá y para colmo se basa en un hecho real. Pero prohibirla remite a la imagen del avestruz que esconde la cabeza y cree esquivar el tema, cuando la TV es una cloaca que te inunda el living de tu casa sin pedirte permiso y tratando estos temas desde el sensacionalismo. La película es fuerte. Pero no es sensacionalista y amarilla.
�¿Cómo sintetizaría el relato del film?
�La película cuenta una historia de amor entre dos tipos pero no habla de homosexualidad. Habla del alma humana. Hay una relación sexual entre estos personajes que no tienen el comportamiento de una pareja burguesa, homosexual ni heterosexual. Tienen otros códigos y otra sexualidad. La película arranca con la disfuncionalidad expuesta contando cómo se conocieron, en un baño de la estación de Constitución, los dos personajes centrales: el Nene (Sbaraglia) y Angel (Noriega). Tiene que ver con el género donde siempre está latente la homosexualidad. En películas del cine más nuevo y más de género, Arma mortal por ejemplo, está lleno de chistes sobre el tema. Lo que Piglia hizo fue sacar la latencia afuera. Y no lo expone como problema. Lo que puede perturbar a estos tipos es cuando otro personaje le hace ver a uno de ellos que lo que le pasa se llama amor. Eso es vulnerabilidad, es debilidad y no se lo puede permitir. Mella la masculinidad. El sexo no.
�¿La criminalidad y la trama policial refieren a la actualidad?
�La violencia policial en el �65 era otra, la exclusión social era otra. Sí se subraya acá la confluencia entre política y delito que continuó después, pero no se desarrolla. Y no se hace un paralelismo con la violencia de hoy donde también hay desesperación y necesidad. La película habla del deseo, del bagaje que cada uno carga y de un tema recurrente en mis películas: el enfrentamiento entre el destino y el saber que el parar y preservarte te resguarda, pero te borra la identidad. Y en no preservarte, en mandarte, el riesgo es enorme, pero ahí es donde encontrás la única identidad posible. Mis personajes son desintegrados del sistema, no integrados, pero en todos hubo siempre un sustrato ideológico y una idea de que la sociedad es modificable. Estos no tienen ningún sustrato ideológico, no les importa si la sociedad cambia. Ellos no pertenecen, no les interesa ni tiene posibilidades de hacerlo, sus necesidades son absolutamente viscerales, están resolviendo otras cuestiones, interiores y más existenciales mientras huyen de la policía.
�Lo que cuenta confirma que ésta es la película más oscura y más dura de su carrera.
�Los personajes son más oscuros, la película también. Pero salvo Caballos salvajes que era muy luminosa, los otros personajes arrancaban luminosos para ingresar al infierno. Esto es otro tipo de oscuridad. No creo que sea sórdida, cuenta un mundo sórdido, que es distinto. No hay complacencia. No hay gusto por mostrar lo sórdido. Y no hay un juicio moral. No podríamos entender a los personajes si nos ponemos a juzgarlos. Por el contrario. Ni siquiera digo que los mostramos con neutralidad. Tratamos de entenderlos. Como hacedor de películas, si no trato de entender a los personajes que cuento, ¿para qué los hago? Yo no desprecio a mis personajes, los amo.
La escena de la polémica
Marcelo Piñeyro cree que fue la escena del comienzo la que disparó la polémica de la calificación. Así lo cuenta: �La noche anterior al asalto, el Nene (Sbaraglia) y Angel (Noriega) están en el aguantadero, esperando. El Nene está en la cama y Angel haciendo flexiones. Una voz dice: �Los llamaban los mellizos porque eran inseparables, no eran hermanos, ni siquiera eran parecidos, sólo tenían en común una fijeza extraviada en la mirada recelosa�. Luego se los ve bajando una escalera de subte y la voz continúa: �Se conocieron en los baños de la estación Constitución, a los que el Nene acudía a veces en busca de sexo. Angel vagaba por ahí, estaba sin un peso y no sabía dónde ir. El Nene le ofreció asilo en su departamento�. Mientras la cámara recorre el baño ya no se los ve, se escucha algún jadeo. �Conmovido y casi a modo de prevención, Angel le confesó su secreto�, advierte la voz. En ese momento la puerta de un compartimiento del baño se abre. El Nene está apoyado en el marco de la puerta. Angel terminando de abrocharse los pantalones le dice: �Oigo voces, aquí dentro, todo el tiempo�, tocándose la cabeza. �¿Venís o no?�, pregunta el Nene. Se pasan una petaca, uno prende un cigarrillo y empieza a sonar un tango, Vida mía, un tema central de la película. Y la voz dice: �Angel y el Nene, esa noche durmieron juntos. Desde entonces no se separaron, son los mellizos para todo el mundo�. Plano de ellos dos durmiendo juntos. Acaban de hacer el amor esa primera noche. �En el ambiente, se sabe, trabajan juntos, o no trabajan�, dice la voz, y comienza a exponerse el hecho.� |
La solidaridad de la C.H.A.
La Comunidad Homosexual Argentina (C.H.A.), que defiende los derechos de gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales (�el deseo de todas las libertades�), se pronunció duramente ayer contra la comisión del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, que calificó a la película Plata quemada, de Marcelo Piñeyro, como �sólo apta para mayores de 18 años�. La entidad, en un texto que lleva la firma del presidente César B.A. Cigliutti, coincidió con el director al afirmar que parece determinante en esta calificación la postura del film, que no condena la homosexualidad. �Por supuesto, las autoridades se cuidaron de que esta enunciación discriminadora no figurara en el dictamen final�, afirma la CHA. �La Comunidad Homosexual Argentina denuncia desde hace más de quince años estas actitudes de censura�, recuerda el texto, que deja en claro que, como resultado concreto de esta calificación, �miles de adolescentes gays no van a poder ver cómo, entre dos hombres, puede existir el amor y el deseo sexual�. |
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