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Por Raúl Kollmann 
Se desató la verdadera guerra por la herencia de Rodrigo Bueno.
Ayer, a las 11.30, el abogado Julio César Ballestero, socio de Mariano
Cúneo Libarona, se presentó ante la Justicia e inició
el juicio de filiación de Ramirito, el niño que Rodrigo consideraba
su hijo aunque nunca lo reconoció legalmente. La causa quedó
radicada en el Juzgado Civil número 76 a cargo de Ricardo Sangiorgi.
Si en ese proceso de filiación, después de que se haga la
prueba de ADN, se demuestra que Ramirito es hijo de Rodrigo, el niño
se queda con absolutamente toda la herencia. Por esa razón, el estudio
Cúneo Libarona-Ballestero le pidió ayer al juez que dicte
un amplísimo embargo preventivo de los derechos del cantante en las
discográficas, Sadaic y el Sindicato de Músicos. Además,
se le envió una carta documento a la madre del cantante advirtiéndole
que no puede disponer de ni un solo peso de Rodrigo hasta que se dictamine
quién es el heredero. La madre de Ramirito, Patricia Pacheco, fue pareja de Rodrigo durante un tiempo más bien breve. Nunca convivieron bajo un mismo techo. Cuando el niño nació, Rodrigo no lo reconoció legalmente por lo que en la partida de nacimiento figura como Ramiro Pacheco, es decir con el apellido de la madre. Es más, ante su círculo íntimo, el Potro solía decir que no estaba del todo seguro de ser el padre. Sin embargo, su adoración por Ramirito era absoluta y no hay dudas de que él quería que fuera su heredero. En más de una oportunidad dijo ante las cámaras: “Todo esto será tuyo, hijo”. Ayer, los abogados de Patricia Pacheco dieron el puntapié inicial al reclamo de la herencia. En la presentación ante la Justicia pidieron que se le haga una extracción de sangre a Ramiro y que se preserve el cuerpo de Rodrigo -.en realidad basta un pelo con raíz– para poder comparar el ADN del niño con el del cantante. En privado, Patricia le ha dicho a los letrados que no tiene ninguna duda de que el niño es hijo de Rodrigo por cuanto el cantante era su única pareja en los tiempos en que quedó embarazada. En el mismo trámite ante la Justicia, el estudio Cúneo LibaronaBallestero pidió el embargo  preventivo
de los derechos ganados por Rodrigo en tres discográficas: Magenta,
Sony y Polygram. Una medida similar se pidió sobre los derechos pendientes
de pago en la Sociedad de Autores y Compositores (Sadaic) y en el Sindicato
de Músicos. La ofensiva tiene un mensaje claro: nadie debe tocar
un peso de Rodrigo porque todo debe ir al juicio sucesorio y será
heredado por Ramirito si se confirma que es hijo del Potro.Los letrados de Patricia Pacheco no sólo pidieron embargos, también enviaron cartas documento a la madre del cantante, Beatriz Olave; a su abogado, Miguel Angel Pierri, y al representante José Luis Gozalo. A los tres se les dice que no pueden disponer de ningún bien de Rodrigo por cuanto todo es parte de la herencia. Vale recordar que Olave ha dicho a los cuatro vientos que ella es la única heredera y que tal vez, tal vez, le dé algo al niño. En los dos días inmediatamente posteriores a la muerte del ídolo, Beatriz Olave y Patricia Pacheco andaban juntas todo el día y parecían haber establecido una alianza. El dúo no duró más de 72 horas y ya con el paso de ayer, Pacheco inició una guerra frontal con la madre del cantante. Si se comprueba que Ramirito es hijo de Rodrigo, el niño pasará a llamarse Ramiro Bueno y, como se trata de un menor, seguramente la administración de todos los bienes de la herencia quedará en manos de Patricia, aunque controlada por un juez. Ella no podrá usar todo el dinero como se le antoje –igual va a tener una vida holgada–, sino que la mayor parte tendrá que ser depositada en una cuenta a nombre del niño. En la tarde del jueves se hizo una esperada cumbre por la herencia del cantante. Allí estuvieron la madre del Potro, el representante, los dueñosde la discográfica y un delegado de Torneos y Competencias, que firmó con Rodrigo un contrato por el merchandising. En ese encuentro se acordó seguir los negocios conjuntamente, formar un grupo que se llamará El Cuarteto Característico El Potro, tal vez con un hermano de Rodrigo como cantante e iniciar de manera inmediata una gira nacional. El pacto se anunció a los cuatro vientos con bombos y platillos. Sin embargo, con la presentación judicial de ayer, el arreglo queda pedaleando en el aire. La principal protagonista de la herencia ya no es la controvertida madre del Potro, Beatriz Olave, sino Patricia Pacheco y sobre todo un niño de cuatro años, con unos ojos enormes, y que -.a simple vista.- se parece a Rodrigo como una gota de agua a otra.
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