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FAVALORO DEJO ESCRITA SU DECISION DE MATARSE
Hay más preguntas que respuestas

Las cartas que dejó no explican las razones de su suicidio. Su muerte se produjo en medio del ahogo financiero de su fundación, agobiada por deudas del PAMI y obras sociales, que llegan a 18 millones. Los problemas de la medicina de excelencia en la Argentina.


Por Pedro Lipcovich
t.gif (862 bytes)  El enigma de cada suicidio, en este caso el del doctor René Favaloro, nunca encuentra solución definitiva, pero al buscar respuesta siempre aparecen verdades inesperadas. La muerte del más prestigioso cardiocirujano argentino permite asomarse a la historia de un hombre que lucha por preservar la institución a la que dedicó su vida y que, en un momento decisivo, siente que es demasiado para él. Historia a su vez cercada por otras historias, donde se vislumbran las graves dificultades para la medicina de excelencia: "El doctor estaba muy amargado. Las cadenas de pagos están cortadas en la Argentina, y es cada vez más difícil sostener un centro médico grande", dijo ayer a Página/12 uno de sus colaboradores cercanos. Favaloro dejó siete u ocho cartas donde, sin dar los motivos, dejó escrita su decisión de matarse, según revelaron a este diario fuentes vinculadas con la causa.
Quizás el suicidio del cardiólogo --mediante un balazo de exactitud quirúrgica en su corazón-- sea la decisión inobjetable de un hombre de 77 años, que había perdido hacía dos años a su compañera de toda la vida, y también a su único hermano, que no tenía hijos y estaba cansado. Pero su cansancio tenía razones precisas. Ayer el diario La Nación dio a conocer una carta de René Favaloro fechada el 22 de junio pasado: "Estoy pasando uno de los momentos más difíciles de mi vida: la fundación tiene graves problemas económico-financieros", escribió. Precisó: "Se nos adeudan dieciocho millones de dólares", y comentó: "En este último tiempo me he transformado en un mendigo. Mi tarea es llamar, llamar y golpear puertas para recaudar algún dinero que nos permita seguir".
El ministro de Salud, Héctor Lombardo, expresó ayer que "no parecían de tanta urgencia" los reclamos que había hecho el médico a las autoridades nacionales.
Una fuente muy cercana al fallecido dijo a Página/12 que "el doctor estaba muy amargado por lo que había pasado en el IOMA (la obra social de los empleados públicos bonaerenses): el gobernador (Eduardo) Duhalde, con quien Favaloro tenía una relación estrecha, le había pedido que le recomendara a alguien para interventor en el IOMA: él sugirió a Rubén Laguens, que fue designado, pero terminó su gestión con varias denuncias por irregularidades. Al mismo tiempo, la Fundación Favaloro sigue reclamándole al IOMA una deuda de centenares de miles de dólares". Favaloro era a su vez asesor de esa obra social.
La Fundación Favaloro, que administra el prestigioso sanatorio especializado en enfermedades cardiovasculares, atraviesa una situación económica difícil, que la fuente vinculó con que "las cadenas de pagos a las clínicas están cortadas en la Argentina: por eso, es cada vez más difícil sostener un centro médico grande". La fundación reclama un total próximo a los 18 millones de dólares, de los cuales más de 10 millones corresponderían a facturas impagas de obras sociales sindicales y empresas de medicina prepaga. De todos modos, los mayores deudores serían el PAMI y el IOMA, en ese orden.
Pero "el PAMI todavía no tiene verificada esa deuda y precisamente mañana (por hoy) tenemos prevista una auditoría en la Fundación Favaloro para determinar si corresponde pagar", dijo a este diario Tomás Bulat, jefe del área del PAMI encargada de esos pagos. La suma que reclama la fundación es de 2.000.000 de pesos y corresponde a prestaciones de entre 1993 y 1995. Cualquiera sea el resultado de la auditoría, no va a ser suficiente para garantizar el cobro, ya que el expediente fue remitido por la Oficina Anticorrupción a un juzgado federal, en el marco de una de las causas contra Víctor Alderete, ex interventor en el PAMI.
La historia merece ser desentrañada: en 1996, los decretos 925 y 1378, del entonces presidente Carlos Menem, establecieron que las deudas del PAMI por prestaciones de 1993 a 1995 no se liquidaran en efectivo sino en bonos del Tesoro Nacional. Sin embargo, entre 1998 y 1999 Alderete pagó parte de esa deuda, en efectivo, a distintas entidades; la Fundación Favaloro cobró 880.000 pesos sobre su reclamo de unos 2.800.000.
Bajo la actual intervención del PAMI, la Oficina Anticorrupción denunció aquellos pagos ante el juez federal Jorge Ballestero, quien decidió investigar por qué Alderete pagó en efectivo a algunos prestadores, cuando debía pagar en bonos a todos. Una alta fuente de la Fundación Favaloro, consultada por este diario sobre las razones de ese cobro en efectivo, contestó que "el pago en bonos tampoco había sido cumplido por el PAMI en el plazo que establecían los decretos. Como funcionarios de la fundación mostramos nuestra preocupación y, al igual que otras instituciones, cobramos en efectivo".
Según la fuente que esta nota mencionó en primer lugar, "a raíz de los problemas económicos, el doctor Favaloro había tenido que recurrir a management externo para la fundación, y algunos sentíamos que se veía llevado a ceder el control administrativo del lugar al que había dedicado sus últimos años".
Ayer, la autopsia judicial confirmó que la muerte del creador del by pass cardíaco fue por suicidio. Fuentes de la comisaría 53ª dijeron a este diario que "Favaloro dejó siete u ocho cartas", que incluyen "su testamento, donde pide que la mayor parte de sus bienes sean legados a un sobrino"; otra "a las autoridades" donde deja claro su intención de matarse, sin precisar los motivos; otra a los médicos de la fundación, otra para su secretaria, otra para su doméstica. Todas reposan en la caja fuerte del juzgado de Roberto Grispo.
El juez no autorizó todavía la cremación del cadáver, que había pedido el mismo Favaloro. Sus familiares dispusieron no efectuar velatorio y el cadáver está solo en la Morgue Judicial de la Ciudad de Buenos Aires.

"No podía hacer excepciones"

Por P.L.
"Hace diez días tuve una reunión, que fue muy amable, con el doctor Favaloro --dijo a este diario Cecilia Felgueras, interventora saliente en el PAMI y vicejefa electa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires--. El reclamaba una deuda que databa de la época de (la ex interventora) Matilde Menéndez. Yo le expliqué que, mientras el expediente esté en manos de la Justicia, no podía hacer nada." (Ver nota principal.)
"Es importante dejar en claro que esto no significa una sospecha de nuestra parte sobre la Fundación Favaloro --destacó la funcionaria--. La Oficina Anticorrupción efectuó una denuncia sobre esos pagos, el juez Ballestero tomó el tema y ordenó al PAMI remitirle todos los expedientes con pagos en efectivo que se efectuaron en 1998 y 1999, por deudas anteriores a 1996."
Según Felgueras, "esas deudas, anteriores a 1996, son muy difíciles de revisar. No es porque uno dude de la Fundación Favaloro, pero en otros casos hay dudas, y estamos auditando la deuda con la Sindicatura General de la Nación".
"Yo me reuní dos veces con el doctor Favaloro y estudiamos el tema. Lo atendí con todo el respeto que le correspondía, pero no puedo hacer ninguna excepción, habiendo una situación de denuncia judicial", señaló la interventora saliente, que destacó su "profunda pena por el fallecimiento del doctor René Favaloro".

 

Opinan dos especialistas

"Falta apoyo del Estado"

Por Gines Gonzalez Garcia *
En otro país a Favaloro esto no le hubiera pasado. La última vez que hablé con él ya me había comentado que la Fundación sufría un grave problema de financiamiento: había tenido subsidios muy importantes en la época del gobierno de (Carlos) Menem, de aproximadamente 20 millones de dólares anuales, y en los últimos dos años había dejado de percibirlos. El problema de estas instituciones con objetivos públicos, en la Argentina, es que en el Estado no hay una decisión política de sostenerlas. Distinto es en los Estados Unidos, donde hay un fuerte esquema impositivo para financiarlas, o en Europa, donde existen fuertes subsidios estatales.
Entonces, aquí, estas instituciones tienen que buscar financiarse en forma privada, vendiendo sus servicios a un sistema que está desfinanciado. A eso hay que agregar las demoras en los pagos de los servicios por parte del PAMI y de las obras sociales. Desconozco cuánto le adeudaba el IOMA, pero sé que lo amargaron las denuncias de que se habían privilegiado pagos a la Fundación.
* Sanitarista. Presidente de la Fundación I-Salud.


"Transplantes exitosos"

Por Tulio Huberman
René Favaloro podía haberse limitado a atender a los más ricos como cardiocirujano: él conseguía los más altos porcentajes de sobrevida en by pass, podía haber ganado lo que quisiera. Pero prefirió hacer una fundación para atender a más personas.
Por mi profesión, lo frecuenté desde hace 30 años. Ya en 1970, en un congreso internacional que se celebró en México, habló ante mil médicos para explicarles sus técnicas de cirugía, que todavía suscitaban dudas en los médicos clínicos y, ya hoy, han salvado miles de vidas. Favaloro fue también el primero que hizo trasplantes cardíacos exitosos en la Argentina".
"El era muy respetuoso de todo el que fuese a hablarle de temas científicos, pero le molestaba mucho si uno quería tocar cuestiones privadas: ahí se enojaba y, momentáneamente, cambiaba su forma de ser tan humilde, tan inteligente, tan accesible".
* Médico y periodista

 

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