Por Adriana Meyer �Soy Clara Petrakos y busco a mi hermana nacida en abril de 1977 en el Pozo de Banfield�. El aviso con su foto comenzó a ser publicado en este diario la semana pasada. �Tengo la esperanza de que me reconozca y así pueda encontrarla�, dijo la joven con la mirada iluminada. �Quiero darle la posibilidad de conocer la verdad, su identidad, su familia biológica y después ella verá si quiere seguir adelante�. Petrakos contó su historia ante el juez federal Adolfo Bagnasco y la sumó a la investigación sobre la práctica sistemática de apropiación de menores durante la dictadura. Su papá, Constantino Petrakos, nació en Grecia. Su mamá, María Eloísa Castellini, tenía 21 años y estaba embarazada de tres meses cuando fue secuestrada, en noviembre de 1976. Clara tenía nueve meses. María Eloísa era maestra de música en un jardín de infantes de la provincia de Buenos Aires. �Me contaron que tocaba el piano muy bien�, recordó Clara. La pareja militaba en el ERP. �A mamá la fueron a buscar un mediodía al jardín. Por la tarde, la patota llegó con ella al departamento donde vivíamos para esperar a mi papá, pero él se dio cuenta y no apareció en toda la noche. Mi tía les hizo creer a los secuestradores que yo era hija suya y así me salvé. Mamá había sido torturada con picana, estaba como zombie�. Vivían frente a la Facultad de Ingeniería, cerca de Pueyrredón y Las Heras. Las hermanas Castellini estudiaban allí, mientras que Petrakos quería ser geólogo. Desapareció un año más tarde. Antes de llegar al Pozo de Banfield, Castellini pasó por otros centros clandestinos. Dio a luz una nena en abril de 1977, según supo Clara a través de los sobrevivientes Adriana Calvo y Gustavo Caraballo. �Mi mamá le puso Victoria�. El grupo de mujeres que había en ese momento en el Pozo venía de la comisaría 5ª de La Plata. �Ese lugar era el final para los detenidos. Ya ni los torturaban, ya estaban muertos, ni los contaban�. �El parto fue ahí mismo, en los calabozos�, reconstruye Clara, partiendo de testimonios. �Ella estaba con una compañera, Patricia Utchansky, que sabía algo de enfermería. Cuando comenzó con el trabajo de parto todos los detenidos empezaron a hacer ruido. El guardia le abrió la puerta para que pudiera recostarse en el pasillo y, tras el nacimiento, trajo un cuchillo de cocina para cortar el cordón umbilical. Inmediatamente se llevaron a mi hermana... Adriana Calvo llegó al Pozo el 15 de abril, después del parto, y Patricia le contó cómo había sido. Ella me lo transmitió a mí. Adriana estuvo unos días en la celda con mi mamá. Estaba con su beba mientras que mi mamá se tenía que sacar la leche, así que no le preguntó nada... Debe haber sido muy doloroso para ella. El 25 las trasladan a todas. Hay otro testimonio, el de Caraballo, que vivió todo el parto aunque del otro lado de la pared�. �¿Cuándo empezaste a querer saber? �Adriana Calvo se había contactado con mi familia cuando salió de aquel horror. Pero yo recién hace dos años que me encontré con ella y me contó todo. Desde que mi mamá desapareció el caso está en Abuelas de Plaza de Mayo. Hubo una causa judicial y en algún momento llegaron partidas de nacimiento firmadas por el médico Jorge Bergés que pertenecían a un grupo de chicas. Les hicieron el análisis, pero ninguna resultó ser mi hermana. �No integro Hermanos, pero conozco varios casos en los que tuvieron éxito y todo se dio muy bien. Siempre pensé que quizás mi hermana se parece físicamente a mí, por eso decidí aparecer y dar a conocer mi caso. El de Carolina Guallane se resolvió así, por los medios�. Clara Petrakos tiene 24 años y se acaba de recibir de ingeniera química. Vive en Martínez, está casada y tiene dos hijos, Marcos y Lucía. �Me tomé este año para estar con ellos, que son muy chiquitos, y para poner todas las energías en esta búsqueda�.
|