Por José Natanson
Ayer, justo el día siguiente de la renuncia de Carlos Chacho Alvarez a la vicepresidencia, no hubo ningún contacto importante entre el Gobierno y el chachismo. Y el dato, lejos de ser casual, contribuyó a abonar el interrogante que se formulan todos: ¿Qué va a pasar con la Alianza?
Bien temprano, Fernando de la Rúa decidió emitir una señal nítida para subrayar la continuidad de la coalición: sumó a los dos frepasistas más conspicuos después de Alvarez �la ministra Graciela Fernández Meijide y el jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra� a sus actividades mañaneras: la ceremonia de recepción de los atletas olímpicos argentinos y una visita a un comedor infantil en Mataderos.
Rodeado por los periodistas, De la Rúa quiso hacer de cuenta que todo seguía como estaba. Dijo que no hay �distancia� ni �reproches� hacia su renunciado vice. Pero no tuvo más remedio que agregar: �Cuando uno lleva dos alforjas con un aliado, si uno la deja en el camino hay que recogerla aunque la carga sea más pesada. Vamos a seguir llevándola para adelante�. Y concluyó: �Cuando (Alvarez) me comunicó la decisión ya era muy firme, pero si el tema era un nombramiento, esto me parece que era algo remediable. Con haberlo dicho antes eso se resolvía. No lo comprendo�.
El intento del Presidente por negar las evidentes grietas que se abrieron en la Alianza no pudo, sin embargo, ocultar un dato básico: ayer no hubo ninguna conversación de relevancia entre De la Rúa o algún emisario, y Alvarez o alguno de los suyos. Recién cuando los dos ex integrantes de la fórmula se reúnan �en el Gobierno aseguraban que podría ser el martes� se sabrá mejor cómo sigue el matrimonio entre radicales y frepasistas.
La UCR (y el Gobierno)
La voluntad de De la Rúa de preservar la sociedad está clara. Ayer, antes de sus actividades, el Presidente recibió a Raúl Alfonsín en Olivos. Durante el encuentro, los dos coincidieron en la necesidad de elaborar una estrategia para �comprometer� a Chacho con la Alianza.
La primera idea sería inaugurar cuanto antes una mesa de conducción que incluya al ex vicepresidente y que permita darle un sustento más firme y estable a la coalición. Hasta hace poco, el eje político se centraba naturalmente en De la Rúa y Chacho, que tomaban en sintonía �y muchas veces en soledad� casi todas las decisiones importantes.
Quebrado aquel vínculo, comenzaron a aparecer los proyectos para inaugurar una mesa de conducción. Rápido de reflejos, Alfonsín lo propuso el viernes, después de una reunión del Comité Nacional de su partido, y tiene en mente encontrarse con Chacho mañana para conversar el tema. Hasta podría ofrecerle la presidencia del nuevo organismo. En el Frepaso coinciden con el plan, pero no saben si su jefe aceptará integrarla. �Nosotros también lo pensamos, pero tiene sintetizar las expresiones de los dos partidos y del Gobierno y no convertirse en lugar vacío�, definían ayer cerca de Alvarez.
No es la única señal a futuro. Durante la reunión, De la Rúa y Alfonsín discutieron la continuidad de José Genoud en la presidencia provisional del Senado (ver página 7). Según sostuvo a Página/12 una altísima fuente del Gobierno, habrían acordado forzar la salida del mendocino, en un gesto que contribuiría como pocos a aflojar la tensión con el Frepaso. En este sentido, no parecen casuales las declaraciones que el Presidente formuló después de conversar con Alfonsín. �Yo no podía actuar ahí (en el Senado) porque estaba el vicepresidente. Ahora me parece que tendré que actuar. Trataré de hacer algo para que el Senado recupere su imagen�, señaló.
Claro que, mientras cavila sus próximos pasos, De la Rúa ya diseñó una estrategia para contrarrestar en gestos y discursos la debilidad en la que lo puso la renuncia de Chacho. La idea básica es demostrar que el Gobierno está armado y en movimiento. Esto explica la sorprendente rapidez con la que designó a Carlos Becerra como reemplazante de Alberto Flamarique en la secretaria general de la Presidencia, la reunión que mantuvo ayer con Crhystian Colombo para apurar algunos temas de gestión y la decisión de adelantar al lunes la reunión de Gabinete.
El segundo objetivo es correr el eje de discusión de la crisis política a la economía, aprovechando el fortalecimiento de José Luis Machinea que produjeron los cambios en el Gabinete. Y, finalmente, intentar por todos los medios que Alvarez no monopolice las banderas de la ética. �Es uno de los ejes de la Alianza, quizás el único que nos queda. No podemos dejar que quede sólo para el Frepaso�, resumían ayer muy cerca de De la Rúa.
El Frepaso
La renuncia de Chacho cambió la realidad de un golpe, pero el Frepaso mantiene algunos enclaves estratégicos claves para garantizar la continuidad de la Alianza. Los más importantes, los 36 diputados y el Gobierno de la Ciudad. Por el momento, prevalece en los dos ámbitos la voluntad de preservar la coalición. Ayer, el jefe del bloque de diputados de la Alianza, el frepasista Darío Alessandro, ratificó esta línea en una conversación que mantuvo con el titular de la Cámara de Diputados, el delarruista Rafael Pascual. En cuanto a Ibarra, si bien se encolumnó con Alvarez desde un principio, decidió acompañar a De la Rúa en los primeros actos tras la renuncia y ha dicho que en la administración porteña seguirán conviviendo ambos partidos.
El futuro, sin embargo, está abierto. En el Frepaso enumeran hipotecas que deberían levantarse como condición para la continuidad de la sociedad con la UCR (y con el Gobierno). La primera, la más evidente, pasa por los gestos. O, más concretamente, por la renuncia de Genoud y de Fernando de Santibañes. Aunque el primer caso estaría cerca de definirse, la permanencia del ex banquero parece asegurada, por lo menos hasta que se aclare la relación de los fondos reservados de la SIDE con los sobornos en el Senado.
Atado a este problema hay otro, que podría agravarse en el futuro y cuyo protagonista es uno de los archienemigos de Chacho: Enrique �Coti� Nosiglia. La permanencia de De Santibañes y el encumbramiento de Colombo, un antiguo amigo de Nosiglia, profundizaron las hipótesis del Frepaso sobre su influencia en las últimas movidas del Presidente. Un último dato completó aquellos temores: el nuevo secretario general de la Presidencia, Carlos Becerra, suele definirse como �alfonsinista�. Sin embargo, su relación con el operador porteño es innegable: una foto que adorna su despacho en la Rosada lo muestra sonriendo junto a �Coti�.
El otro tema es la economía. Cuando se conoció la renuncia de Chacho, el delarruismo más puro recordó los últimos cuestionamientos de Alvarez a Machinea y comenzó a preguntarse si el Frepaso encararía una estrategia de diferenciación paulatina respecto de la política económica oficial.
�Es evidente que esta receta superortodoxa no camina�, se animaban a decir ayer algunos frepasistas, después de muchos meses de silencio forzado. Sin embargo, agregaban que la idea no es simplemente objetar la política económica del Gobierno, sino discutirla desde adentro, en un ejercicio que resultará difícil. �Vamos a formar un equipo técnico que genere ideas�, señaló un importante dirigente del Frepaso.
En conclusión: De la Rúa y el radicalismo tienen más para perder en caso de un quiebre definitivo que el Frepaso, que se debate entre la tentación de diferenciarse y los riesgos de una ruptura. Ayer, radicales y frepasistas explicaban en los mismos términos el complicado panorama que se presentaría si se concreta el divorcio. �Si se rompe la Alianza le regalamos al PJ el triunfo del año que viene�, coincidían.
opinion
Por Martín Granovsky |
La disputa en el Congreso
Controlada la Capital Federal por Aníbal Ibarra, los dos escenarios inmediatos de la crisis se jugarán en el Parlamento.
El primer escenario es la Asamblea Legislativa que debe tratar la renuncia de Carlos Chacho Alvarez a la vicepresidencia. El segundo, la relación que tejan los diputados de la UCR y el Frepaso entre sí y cada bloque con el Presidente.
La Asamblea tiene un problema simbólico. Si se realiza el martes, por ejemplo, sin cambios previos, José Genoud como presidente provisional del Senado y Mario Pontaquarto como secretario parlamentario coordinarán la sesión donde los legisladores desmenuzarán una renuncia que involucra a muchos de ellos. El viernes, Alvarez dijo sentir �vergüenza por que se sigan promocionando figuras responsables de que la gente asocie la política al delito�.
Si Fernando de la Rúa no quisiera sumar otro fastidio a su ex vicepresidente, debería sugerir primero el cambio de presidente provisional del Senado. Como se informa en la página 7, Genoud tendría los días contados. Pero días no son horas. Si además De la Rúa quisiera acelerar los tiempos, tendría que impulsar una sesión del Senado para cambiar autoridades a lo sumo el miércoles. El jueves es difícil porque la Asamblea se reunirá para escuchar al presidente de Colombia. Antes, podrían irse Genoud y Pontaquarto. Como también se va Ricardo Mitre, a quien nadie cuestionó pero fue designado como secretario administrativo por Alvarez, los senadores contarían con tres vacantes nuevas de altos funcionarios: la de presidente, para la que dirigentes de la Alianza mencionaban anoche a Luis Molinari Romero, y las de ambos secretarios.
Esas movidas despejarían el camino para que una Asamblea Legislativa con mandos renovados apruebe la renuncia de Alvarez.
Claro que las cosas también podrían quedar a mitad de camino. Genoud podría excusarse con algún argumento al paso, lo mismo que Pontaquarto, y Rafael Pascual presidiría la ceremonia. Una solución chirle. Y explosiva.
El escenario en Diputados abre dos preguntas:
¿El sub-bloque del Frepaso se hará cada vez autónomo del bloque de la Alianza y, sobre todo, de la Presidencia? En estas páginas, Darío Alessandro, presidente del bloque aliancista, asegura que el sub-bloque de su partido examinará medida por medida �sin prejuzgar� y que le gustaría no perder la relación actual con el sub-bloque radical. O sea, más autonomía respecto del Presidente, pero no ruptura aliancista.
Y los radicales, ¿que harán? Si siguen la tradición, cerrarán filas y se alinearán con De la Rúa. Lo critica la mayoría de los diputados pero es, al fin y al cabo, un radical. Si la tradición se rompe, podría producirse lo que algunos radicales susurraban anoche con pedido de reserva de identidad: que se acerquen a los frepasistas, con quienes tejieron en estos meses excelentes relaciones hasta porque pertenecen a la misma generación política, y juntos hagan la vida un poco más difícil a De la Rúa. �Usted vio que hasta ahora fuimos muy permeables al Gobierno, ¿no?�, dijo uno de ellos. �Bueno, fíjese qué pasa desde el lunes�, desafió. Habrá que fijarse. |
�Hay menos Alianza que la semana
pasada, pero igual debe seguir�
Reportaje a Darío Alessandro, presidente del estratégico bloque de diputados de la Alianza y el político más cercano a Carlos �Chacho� Alvarez. |
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Por M. G.
Como les ocurría ayer a todos los dirigentes de la Alianza, Darío Alessandro parecía estar reponiéndose de un tremendo shock. Pero el político de mayor confianza de Carlos Chacho Alvarez aceptó contar detalles de la historia de los últimos días y explicar su planteo para el futuro de la Alianza.
�¿Se rompe la Alianza?
�No. Y debe seguir.
�¿Está todo igual?
�Tampoco. Con la salida de Chacho del Gobierno y en las últimas semanas el camino de la Alianza indudablemente se ha angostado, lo que implica un desafío más fuerte que el que teníamos hasta acá.
�¿La Alianza debe seguir?
�La Alianza debe sobrevivir y gobernar la Argentina. Pero exige un camino y un plan político para que la Alianza no se destruya, porque hay una inercia que pueda llevar a esa situación.
�¿Cuál plan?
�Debe haber lugares de elaboración que hasta acá prácticamente no han existido. Todos confiaban en que la presencia de Chacho en el gobierno garantizaba que la Alianza existiera: estaba él. Por eso ahora la idea que lanzó (Raúl) Alfonsín sobre la constitución de una mesa política de la Alianza me parece muy importante. El Gobierno debe ampliar su base de sustentación porque en el propio Gobierno se achicó la presencia de la Alianza.
�Se achicó la presencia del Frepaso.
�También de la UCR, por lo menos en cuanto a símbolos: se fueron radicales importantes como Ricardo Gil Lavedra y el propio Rodolfo Terragno. Y hubo toma de decisiones por fuera de ambos partidos. El Gobierno debe rectificar esa actitud y consultar cotidianamente a los partidos.
�Escuchándolo me parece estar oyendo a los radicales a comienzos del Gobierno cuando estaban irritados con De la Rúa.
�Es que tenemos menos Alianza que la semana pasada. Y ahora, si no amplía la base, el Gobierno corre el riesgo de aislamiento de votantes y partidos.
�¿De aislarse o de ir en sentido contrario?
�Después de renuncia debe haber capacidad de hacer una lectura más ajustada de lo que pasa en el país.
�Pero si uno se guía por el discurso de Alvarez, no hubo solo un problema entre partidos. El Gobierno habría flaqueado en la lucha contra la corrupción.
�Sí, la Alianza transgredió uno de los puntos programáticos fuertes.
En el Senado no hubo una respuesta fuerte y nítida del Gobierno y ése fue un error.
�¿El error es el Senado?
�El Senado y los ministros designados.
�El Gobierno dice que Alvarez conocía el nuevo gabinete y no protestó en su momento. ¿Los conocía?
�No conocía acabadamente la conformación final. Y además, De la Rúa no debería haber llegado al punto de haber necesitado o no la aprobación o la reprobación. El gabinete que el Presidente elaboraba tenía que dar respuestas por sí solo.
�¿Usted critica la permanencia de Fernando de Santibañes en la SIDE?
�Cambiarlo hubiera sido una respuesta positiva.
�De Santibañes sigue.
�Insisto: el Frepaso veía que una de las respuestas era un cambio en la conducción de la SIDE.
�¿El Frepaso quería a Juan Pablo Cafiero en lugar de Patricia Bullrich?
�No hacíamos cuestión de nombres, pero ante la situación de crisis como la que vivíamos lo que importaba era la consolidación de la Alianza y mantener los equilibrios previos a la crisis.
�¿Bullrich no fue del Frepaso?
�Nunca. Es de la Alianza, pero no del Frepaso.
�¿Y el caso de Alberto Flamarique?
�Es una situación que debemos considerar. Es evidente que Alberto en los últimos tiempos estuvo más cerca de las estrategias y las políticas que conversaba con el presidente que las que conversaba con Chacho y los dirigentes del Frepaso.
�¿Y eso no es normal? Después de todo, un ministro es empleado del Presidente.
�En cuestiones de gobierno es normal. Pero en definiciones y estrategias políticas cuenta la pertenencia a su fuerza.
�¿Qué cosa no compartió Flamarique con el Frepaso?
�La resolución de la crisis.
�¿No los consultó cuando aceptó la Secretaría General?
�Va mucho más allá de consultar. En los últimos 15 o 20 días estaba claro que Chacho marcaba con nitidez una posición y la de él era otra.
�¿Ustedes quieren ahora un recambio de gabinete?
�El gabinete ya está. El Gobierno ahora debe recoger la demanda que se le plantea. Por ejemplo, no debe pasar de esta semana una respuesta en el Senado. Y lo mejor es que los cambios se hayan producido antes de la Asamblea Legislativa que trate la renuncia del vicepresidente.
�¿La ida de José Genoud?
�Entre otras. También la salida de los senadores más cuestionados, como Emilio Cantarero, para quien los senadores votaron solo una suspensión y no la separación del cuerpo.
�¿El Frepaso tiene un candidato para reemplazar a Genoud?
�No. Debe ser una elaboración conjunta de la Alianza que exceda al Senado. Tiene que dar cuenta de la situación general.
�Hay dos visiones sobre el Frepaso y Alvarez. Una es favorable: dejó un espacio cuando nadie en política resigna nada. Otra es crítica: dice que al Frepaso le gusta más oponerse que gobernar.
�Ni nosotros ni la Alianza queremos quedarnos solo con el gesto ético ni solo con la gobernabilidad pragmática a secas. Y a la vez creo que la Alianza todavía puede dar respuestas, cuando el peronismo ya demostró que no podía y un partido transversal me parece remoto.
�Domingo Cavallo felicitó a Chacho. ¿Ese es el partido transversal?
�No. Por un lado puede haber un reconocimiento real a la actitud ética de Chacho, pero en muchos hay la especulación política de que la Alianza se rompa.
�¿El sub-bloque del Frepaso dentro del bloque de la Alianza en Diputados será más independiente del Ejecutivo que antes?
�Daremos una respuesta ante cuestiones parlamentarias concretas. Si no, sería juzgar o prejuzgar. Y me gustaría que este análisis pudiéramos hacerlo junto con el sub-bloque radical.
�¿Cuándo se enteró de que Chacho renunciaría?
�En la mañana de ayer (por el viernes).
�¿Y estuvo de acuerdo con él?
�Comprendí las razones, con mucho dolor. Sé que se abre un camino más angosto para la Alianza.
�¿Comprendió pero no estuvo de acuerdo?
�Terminé entendiendo cómo las circunstancias lo fueron llevando por este camino. Había que tomar actitudes muy profundas como las que tomó. Y lo hizo. Y lo hizo no solo por el combate a la corrupción en el aspecto más político. Miremos las cosas desde otro lado: este tema desplazó a otros en el plano económico y social y tuvo la preponderancia que tuvo también porque en economía la situación no es buena. Eso nos obliga a mostrar medidas concretas para que la reactivación sea más fuerte, quizásdejando de lado algunos presupuestos muy ortodoxos que tal vez no hayan surtido el efecto que se decía que iban a traer. Si no, no habrá largo plazo. Ni mediano.
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