Por Carlos Rodríguez
El estallido, que se produjo
a las 5.45, quebró la calma del amanecer del sábado en San
Nicolás 674, una zona tranquila del barrio de Floresta donde las
calles son de adoquines. La bomba había sido arrojada desde una
moto en movimiento, por dos jóvenes que escaparon antes de que
el custodio de la mezquita At-Tauhid, el sargento primero de la Policía
Federal Rodolfo Mercado, tuviera tiempo de reaccionar. El estallido lo
dejó aturdido y con traumatismos que horas después obligaron
a su internación preventiva, pero Mercado llegó a realizar
dos disparos de advertencia hacia los desconocidos, que rápidamente
se perdieron de vista. El atentado, que fue repudiado por el Gobierno
y por representantes de distintas comunidades, fue cometido con un explosivo
de baja potencia, que estalló cuando tocó el portón
de la cochera del templo. La bomba provocó destrozos en el frente
de la librería At Tauhid y el único ejemplar exhibido en
la vidriera que soportó el impacto sin sufrir daño fue una
edición de lujo de El Corán.
Repudiamos el atentado, dijo el Gobierno a través de
un comunicado con la firma del ministro del Interior, Federico Storani.
Si bien fue de menor envergadura, no deja de preocuparnos el hecho,
expresó el parte oficial, que condenó toda manifestación
de intolerancia racial, religiosa y política y reafirmó
que la Argentina es una tierra de encuentro y de paz. Storani
subrayó que bajo el sistema democrático se garantiza
el pluralismo religioso, político y de tolerancia racial.
Como consecuencia de lo ocurrido, el Gobierno resolvió intensificar
la vigilancia y los patrullajes sobre los templos de las distintas comunidades
religiosas. Tanto Storani como el presidente Fernando de la Rúa
se comunicaron con las autoridades islámicas en el país
para expresarle su solidaridad. Luego de exhortar a la tranquilidad, el
comunicado oficial ratificó que garantiza la libertad de
culto, la tolerancia y la seguridad de todos los habitantes.
Fuentes de la Casa Rosada confirmaron que Abdul Karim Paz, director de
la mezquita At-Tauhid, será recibido el lunes por el presidente
De la Rúa y por el ministro Storani. En la entrevista estará
presente el segundo jefe de la Policía Federal, comisario Osvaldo
Canizzaro, quien ese día brindará al visitante información
detallada sobre la investigación del atentado, que es dirigida
por la jueza federal María Servini de Cubría.
No era un explosivo de alta potencia ni tenía mecanismo de
relojería, informaron fuentes del Gobierno respecto de la
bomba utilizada, que estaba dentro de un paquete. El estallido destruyó
la vidriera de la librería, provocó la caída de un
sector de la mampostería de la mezquita y abrió un hueco
en las rejas de color verde. La explosión se escuchó varias
cuadras a la redonda y los bomberos de la Policía Federal encontraron
restos del artefacto que podrían servir para establecer su composición.
En cuanto al sargento Mercado, los médicos del Hospital Churruca
dijeron que sufrió traumatismo de cráneo sin pérdida
de conocimiento. De todos modos, seguirá internado en el
hospital policial, en observación, aunque se afirmó que
está fuera de peligro. Sobre los atacantes, apenas
se dijo que se movilizaban en una moto de alta cilindrada, de color negro
con el tanque pintado de rojo. El conductor llevaba puesto un casco de
color verde. Hasta anoche, ninguna agrupación política ni
religiosa se había adjudicado el hecho. La jueza Servini interrogará
al custodio de la mezquita, una vez que se recupere del impacto sufrido
y que le produjo problemas de visión y en el oído
por los que está siendo sometido a diversos estudios.
La comunidad islámica, al repudiar el atentado, recordó
que está asentada en el país desde hace un siglo y que éste
no es el primer atentado sufrido. El anterior había
ocurrido a fines de noviembre, cuando desconocidos apedrearon y destruyeron
los vidrios de la fachada de la Mutual Islámica ubicada en Jujuy
1028.
Repudios y reclamos
El rabino Daniel Goldman, de la comunidad Bet-El, y el embajador
de la Autoridad Palestina en Buenos Aires, Akiel Suhail, expresaron
su repudio al atentado. También lo hizo el periodista Herman
Schiller, en nombre del Movimiento Judío por los Derechos
Humanos. Goldman se solidarizó con las autoridades de la
mezquita y lamentó que no se puedan evitar estos hechos
en un país donde se invierte tanto dinero en inteligencia.
Goldman interpretó que si estas cosas no se pueden
evitar, hay que empezar a investigar a la inteligencia para ver
si aparecen las respuestas.
Akiel Suhail, por su parte, consideró que el atentado afecta
a la comunidad musulmana en particular, pero sobre todo a la República
Argentina en general y a todos los hombres de buena voluntad comprometidos
con Dios. Consideró que se trata de hechos que no
benefician a nadie y que reiteran situaciones de gravedad como las
vividas anteriormente por la comunidad judía. El representante
palestino insistió en que cuando ocurren cosas como
éstas todos somos víctimas y todos debemos trabajar
para que no vuelvan a repetirse.
|
BOLIVIANOS
Un
quintero boliviano fue asesinado en otro asalto en la zona norte.
En la madrugada de ayer, tres hombres armados con una escopeta,
un revólver y un puñal entraron en un dormitorio de
la finca de Saavedra al 1300, en Matheu, donde dormían Víctor
Achura Sardina y su hermano. Los asaltantes los amenazaron y les
sacaron una billetera con 50 pesos. Fue entonces que Víctor
tomó un revólver y recibió un escopetazo a
quemarropa en el pecho. Los padres de la víctima lo llevaron
al hospital de Escobar, donde falleció. El caso fue caratulado
por el fiscal de la Unidad Funcional de Investigaciones 2 de Zárate-Campana,
Juan José Maraggi, como homicidio y robo calificado.
La oleada de asaltos contra quinteros inmigrantes comenzó
el 23 de mayo de 2000 y tuvo un pico el 16 de agosto, cuando una
familia fue salvajemente torturada.
|
LA
INTERPRETACION DEL LIDER DE LA MEZQUITA ATACADA
Pueden ser los mismos de la AMIA
No me extrañaría
que los agentes del terror que actuaron contra la AMIA estén detrás
de este atentado. El sheik Abdul Karim Paz, director de la mezquita
atacada en el barrio de Floresta, declaró ayer que los agresores
del templo árabe podrían ser los mismos que pusieron
la bomba que destruyó, el 18 de julio de 1994, el edificio
de la mutual judía. Y en relación a la causa judicial de
la AMIA, el religioso musulmán exigió a la Justicia que
investigue a posibles autores fuera de la comunidad. Entre
nosotros, jamás han encontrado un pelo subrayó.
Pero está Israel, está Estados Unidos. Investiguen un poco
hacia allí, aunque duela, aunque sean grandotes y poderosos,
aconsejó.
Ayer a la tarde, la calle San Nicolás al 600 fue ocupada por unas
treinta personas que se habían dado cita frente a la mezquita,
para repudiar la bomba. Portaban dos banderas que decían: Musulmanes
víctimas del terrorismo y ¿Esto no es terrorismo?.
Las mujeres lucían el tradicional chador, los hombres, en su mayoría,
vestían con formalidad. Enfrente, en la puerta del templo, las
autoridades de la Comunidad Islámica Argentina se preparaban para
comenzar la conferencia de prensa. A poco de comenzar su discurso, el
imán Paz calificó de terroristas a los dos motociclistas
que arrojaron la bomba que destruyó una vidriera e hirió
a un sargento de la policía. A su izquierda, la librería
Al-Tahuid mostraba los rastros de la explosión: astillas, hierros
retorcidos y pedazos de vidrio esparcidos entre los libros.
El religioso primero destacó, con alarma, que ayer era un
día de concurrencia de los niños. Y luego exigió
que se deje de encasillar a los islámicos. Espero que ahora
dejen de perseguirnos, que dejen de considerarnos responsables de la violencia.
Los presentes escuchaban con rostros serios y asentían en silencio.
Karim Paz, entonces, se refirió de nuevo al atentado contra la
AMIA: cuestionó a la pista iraní e insistió en que
hay que apuntar hacia otro lado. Cuando fue lo de la AMIA, muchos
se llenaron la boca contra los musulmanes, contra Irán y contra
el Líbano, se quejó. Luego, destacó que si
pretenden que nosotros abandonemos nuestro apoyo a la República
de Irán, que es inocente, se equivocan.
En otro momento, Karim Paz agradeció y destacó los llamados
realizados por el presidente Fernando de la Rúa y por el ministro
del Interior, Federico Storani, quienes pusieron a nuestro servicio
todo su apoyo.
Escoltado por otros miembros del culto musulmán, como el sheik
Abul Mohsem Alí, el director de la mezquita de Floresta expresó
su molestia por los prejuicios y las actitudes discriminatorias que sufren
en el país sus hermanos de Irán y Líbano.
Se les niega la visa a personas que están casadas con ciudadanos
argentinos, aseguró. Después, completó que
el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) tiene en
su haber una denuncia sobre ese asunto.
El templo Al-Tauhid es una vieja casona blanca de dos plantas, típica
de los barrios de casas bajas. Allí se dictan clases de árabe,
inglés y francés, además de idioma persa y un curso
sobre la civilización del Islam, que incluye temas
de ciencia, arte, historia y mística. El Corán,
libro sagrado de los musulmanes, es también materia de estudio.
Los miembros de la comunidad estudian, por ejemplo, doctrina, ética
y exégesis del Sagrado Corán. En la librería
semidestrozada por la bomba, en tanto, se venden libros de culto y publicaciones
especializadas.
Los árabes no tenemos que ver con una prédica de odio
concluyó Karim Paz. Todas las calumnias que se vienen
volcando sobre nuestra comunidad son el caldo de cultuivo para que hoy
suframos estos ataques. Minutos después, los asistentes pronunciaban
una oración del Corán.
|