Por Nora Veiras
En la Casa Rosada empezó
a circular ayer la propuesta del equipo económico para encauzar
el eufemismo del ministro Ricardo López Murphy los
recursos del sector educativo: eliminación de la partida de 550
millones de pesos para pagar el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid),
recorte de 360 millones de los 1800 previstos para la universidad y supresión
del financiamiento para los institutos de formación docente y la
infraestructura escolar. Así se llegará a 1120 millones
de pesos menos para la educación. En el Palacio Sarmiento se refugiaron
en el hermetismo. Nosotros no vamos a permitir ningún recorte
ni encubierto ni ostensible sobre los salarios de los trabajadores ni
de los presupuestos, advirtió en diálogo con Página/12
la titular de CTERA, Marta Maffei, y adelantó que si se confirman
esas medidas confrontaremos. Sólo la decisión
del presidente Fernando de la Rúa, quien eligió a estos
economistas, podría modificar el recetario que le quitaría
sentido a la cartera educativa.
¿Volverá la Carpa Blanca? le preguntó
este diario a Maffei.
La carpa tiene como característica ser un poco más
lenta. Estuvimos más de 1000 días para conseguir el incentivo.
No tenemos tanto tiempo frente a ese ajuste.
La garantía del Tesoro Nacional para financiar el pago del incentivo
docente, incorporada a una ley específica, fue la llave que le
permitió al gobierno aliancista conseguir el levantamiento de la
Carpa Blanca. Un logro para muchos el único que el
presidente Fernando de la Rúa reivindicó en cada uno de
sus discursos. El pasado 26 de febrero, el ministro de Educación,
Hugo Juri; el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y Marta Maffei firmaron
un acta compromiso para que el pago del plus salarial de 60 pesos se realice,
a partir de marzo, en forma mensual. Al límite del inicio de clases,
la Nación giró 110 millones de pesos a las provincias para
ponerse al día con el pago de enero y febrero. Restan 550 millones
para afrontar esos pagos. Esa partida es la que quiere eliminar López
Murphy.
El argumento de Economía es que no se dejará de abonar el
pago sino que serán las provincias las que tendrán que financiarlo
porque tienen partidas no específicas que pueden usar para
ese fin teniendo en cuenta que los salarios docentes son su responsabilidad.
En rigor, la Ley de Incentivo Docente prevé que tendrá una
vigencia hasta el 2003 pero que sólo hasta fines de este año
será el Tesoro Nacional el responsable del financiamiento. A partir
del año próximo entraría en vigencia un nuevo acuerdo
de coparticipación que permitiría cambiar la fuente de los
recursos. El secretario adjunto de CTERA, Hugo Yasky, dijo que el
argumento que lo tendrían que pagar las provincias es falso porque
las provincias al firmar el Pacto Fiscal aceptaron el congelamiento del
gasto primario. Decir eso es como decir que lo pague Dios. Si esto se
hace vamos a vivir un estado de sitio aplicado sobre la educación
pública. Están desconociendo leyes vigentes como el presupuesto,
el incentivo y los estatutos docentes.
El gremio docente convocó ayer de urgencia a un plenario extraordinario
de secretarios generales que se reunirá hoy para esperar el discurso
de López Murphy. De forma inmediata, anunciarán un plan
de lucha nacional si el ministro ratifica la poda. Si pensaron que
educación es un área que tribute a la locura de la reducción,
vamos a confrontar muy fuertemente todas las organizaciones gremiales
y estudiantiles. El sábado, la CTERA se reunirá con
los docentes universitarios de CONADU y los estudiantes de la FUA para
coordinar una protesta común (ver aparte).
¿Habló con el ministro Juri de este posible recorte?
le preguntó Página/12 a Maffei.
Estuve en el Ministerio anteayer (por el martes) y los vi muy preocupados.
Presiento que si avanza el recorte, las autoridades del Ministerio no
se pueden quedar. Defensores de la educación pública y ex
militantes de Franja Morada no pueden aceptar un recorte presupuestario.
El recorte en la universidad elaborado por los hombres de FIEL no es menos
sanguinario. Para este año prevé una poda de 360 millones
de pesos, equivalente al 20 por ciento de los 1800 millones asignados
en la Ley de Presupuesto. La previsión para el 2002 es recortar
otros 650 millones de pesos, con lo cual las 37 casas de altos estudios
estatales tendrían que conformarse con 790 millones de pesos. Un
tijeretazo de esa magnitud torna innecesario un anuncio de arancelamiento:
para subsistir las universidades tendrían que apelar no sólo
al cobro de cuotas.
En el caso de los institutos de formación docente, la reducción
de alrededor de 100 millones de pesos afecta principalmente a los privados
que reciben subsidio del Estado para pagar los sueldos docentes. De los
1700 establecimientos dedicados a formar maestros y profesores unos 700
pertenecen a la Iglesia Católica. Esa relación le podría
abrir otro frente de conflicto con los prelados. La propuesta educativa
de FIEL promueve que sólo queden en pie 240 institutos. Otros poco
más de 100 millones serían eliminados en el rubro infraestructura
escolar. De esa forma, la construcción y reparación de escuelas
que la Nación mantiene como parte de las políticas compensatorias
se convertiría en otra promesa incumplida.
Voy a cumplir con todos los compromisos, dijo Ricardo López
Murphy cuando el presidente Fernando de la Rúa lo presentó
hace apenas diez días como ministro de Economía. Olvidó
precisar que hablaba sólo de los compromisos externos.
LA
UNIVERSIDAD PROPONE ALTERNATIVAS AL AJUSTE
Esperando una guadaña afilada
Por Cecilia Sosa
El reloj marcó la hora
y las universidades nacionales se preparan para enfrentar lo que, a esta
altura, parecía indetenible: un recorte de 360 millones de pesos,
que se elevaría a 650 el año próximo. Anoche, las
contrapropuestas esgrimidas por la comunidad universitaria, amenazaban
con quedar sepultadas bajos los lápices ávidos del equipo
de Ricardo López Murphy. Sólo nos queda desear que
los pronósticos no se cumplan. De lo contrario, correría
riesgo la viabilidad institucional de las universidades públicas,
advirtió Mario Barletta, rector radical de la Universidad del Litoral
a Página/12. Como último recurso, la comunidad universitaria
amenaza con descubrir su última carta: su poder en la calle, que
en el 99 logró hacer retroceder un recorte de 100 millones.
Es un límite que no podemos tolerar. La Alianza se votó
por la educación y vamos a dar batalla, anunció Hernán
Rossi, secretario general de la Mesa Nacional de Franja Morada. Un
recorte así es irrealizable. Las universidades gastan más
del 80 por ciento del presupuesto en sueldos. Directamente habría
que dejar de pagarlos se indignó Aníbal Jozami, rector
de la Universidad de Tres de Febrero. El Congreso creó universidades
nacionales y es responsable de dotarlas de los fondos necesarios, no las
puede dejar extinguir.
Anoche, los intentos del Ministro de Educación, Hugo Juri y de
Juan Carlos Gottifredi, respaldados por Federico Storani, parecían
no lograr detener un recorte, que desbordaba, incluso, el programa de
FIEL. La poda de 360 millones de pesos sobre un total de 1800, se englobaba
en un marco de 1120 millones para toda la cartera educativa.
Es una locura que tecnócratas de FIEL logren imponer el recorte.
Pensábamos que la Alianza era otra cosa, dijo Raúl
Sánchez, del Frepaso universitario. La mano viene muy dura,
casi no estamos participando en las negociaciones. Los únicos que
pudieron presentar algo fueron Juri y Shuberoff, se lamentó
un rector del bloque peronista. Pero al bloque de la Alianza no le iba
mejor, los intentos de ser recibidos por De la Rúa, habían
fracasado. El objetivo era discutir la propuesta presentada por Shuberoff,
que tal como informó este diario, pretende obtener de la AFIP una
reducción de los aportes patronales para las universidades, similar
al que gozan las instituciones privadas. Así, se ofrecería
un ahorro cercano a los 100 millones. Otra de las ofertas
es compensar el recorte con la subejecución de partidas presupuestarias
que se arrastran desde el 99 y que trepan a 120 millones en todo
el país.
La idea es buscar algún esquema que permita al Estado recaudar
más pero mitigando un poco el peso sobre las universidades, que
nos eximan de los aportes patronales confirmó Barletta.
Ya el año pasado, el Gobierno nacional no estaba recibiendo este
dinero. Al no ejecutarse las partidas completas, las universidades tuvieron
que usar los aportes para llegar a fin de año, argumentó.
Los plazos se acortan y no hay tiempo ya de presentar una propuesta
más elaborada, confesaba con desasosiego un rector peronista
a este diario. El bloque aceptaría la inclusión de aranceles,
tal como ya se hace en algunas universidades del conurbano bonaerense.
Mientras que Juri, ofrecería, además, el impuesto a los
graduados o una suerte de impuesto a las ganancias a los padres de los
estudiantes universitarios para crear un fondo que conforme a la podadora.
La juventud universitaria ya se prepara para emularse a sí misma,
cuando en el 99 logró frenar un recorte de 100 millones.
Conformaremos un frente de disputa dentro de la propia Alianza,
aseguró Rossi de Franja Morada. Mañana, a las 16, se realizará
un Foro Nacional por la Educación Pública, a la que se sumarán
rectores y legisladores. El lunes empezamos las clases con cortes
de calles y asambleas, no vamos a dejar que pase el ajuste. Lo vamos a
parar, confió Rodolfo Kempf, de la Corriente Estudiantil
Antiimperialista, segunda fuerza de la FUA. La FederaciónNacional
de Docentes Universitarios (Conadu) se declaró en estado de alerta
y movilización y amenazó con iniciar un paro por tiempo
indeterminado.
El ahorro no justifica el quilombo que se va armar, era la
promesa que se escuchaba anoche.
Plan
de ajuste y promesa de fin de semana movido
El recorte al gasto público alcanzaría a 2000 millones de
pesos. Se descuenta una favorable reacción de los mercados,
salvo que haya un cisma político. Las cartas del Gobierno para
evitarlo.
Daniel
Artana, secretario de Hacienda. Según dirigentes de la Alianza,
uno de los �talibanes� de Economía.
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Por
Raúl Dellatorre
El paquete de medidas
que anunciará esta noche el ministro de Economía de la Alianza
ya recibió anticipadamente duras críticas de sectores del
radicalismo y el Frepaso, incluidos los gobernadores de la coalición
que verán temblar sus economías provinciales por el fuerte
recorte en las partidas que le gira la Nación. El ajuste contemplará
una rebaja de aproximadamente 1000 millones de pesos en los fondos que
la administración nacional gira en distintos conceptos al interior,
una cifra similar a la que se prevé ahorrar en reducciones de fondos
asignados a distintas reparticiones del gobierno nacional.
El problema no es el ajuste, sino cómo se lo plantea,
reflexionaba anoche ante Página/12 un funcionario del Ejecutivo
luego de una jornada cargada de roces, pulseadas y cortocircuitos en el
oficialismo. Hay algo que está claro: mientras que el justicialismo
adoptó una postura moderada frente al ajuste económico,
la Alianza juega a una política antitalibán,
término que hace referencia al fundamentalismo que se les atribuye
a Ricardo López Murphy y a sus dos principales espadas, Daniel
Artana (secretario de Hacienda) y Manuel Solanet (secretario para la Modernización
del Estado).
El recorte a las transferencias que reciben las provincias no afectará
el acuerdo fiscal firmado en noviembre último, por el cual el gobierno
central se comprometió a girar por coparticipación de impuestos
nacionales un mínimo de 1360 millones al año. En cambio,
la poda alcanzará a los Aportes del Tesoro Nacional (150 millones),
el Fondo Especial del Tabaco (190 millones) y el Fondo de Incentivo Docente
(660 millones). Economía también apunta a recortar los subsidios
(exención de impuestos) a la venta de combustibles y al consumo
de gas domiciliario en la zona patagónica. Con las reducciones
totales o parciales en estos rubros llegaría a redondear un ahorro
anualizado de 1000 millones de pesos.
Los mayores ajustes en la administración pública nacional
se ejecutarían en la AFIP y en la Anses. En el ente recaudador,
a través de la eliminación de áreas y la tercerización
de algunas de sus tareas, como la gestión judicial y el cobro de
deudas impositivas. En la Anses, por medio de la eliminación de
gerencias. Pero también habrá recortes a los beneficiarios,
en asignaciones familiares y en jubilaciones superiores a los 3100 pesos.
También se afectarán partidas asignadas al área educativa
y a otras reparticiones, que deberán reducir sus gastos en insumos,
contrataciones de obras y servicios, y serán obligadas a fusionar
secretarías y reparticiones de menor rango. Paralelamente, se anunciará
la elaboración de una serie de medidas a aplicar en el mediano
plazo, como una reforma integral en la estructura del Estado. Esta incluirá
un plan de retiro voluntario para empleados de planta, a los cuales se
les seguirá pagando el sueldo durante 18 meses. También
se planteará la intención de extender el IVA y el impuesto
a las ganancias a actividades actualmente exentas.
Las metas presupuestarias del primer trimestre quedarían excedidas
en 700 millones de pesos, de acuerdo a los cálculos del Ministerio
de Economía. Este desfasaje se compensaría en los trimestres
siguientes para mantener el objetivo de un déficit fiscal de 6500
millones de pesos en el año. Este desvío ya habría
sido convalidado por la misión técnica del Fondo Monetario
actualmente en el país, encabezada por Tomás Raichmann.
El Ejecutivo descarta que las medidas serán bien recibidas en los
mercados, salvo que las mismas provoquen un cisma político en la
coalición de gobierno. Anoche se llegó a especular con la
renuncia del secretario de Hacienda, debido a su intransigencia en una
reforma del Estado que supondría despidos masivos en el Estado.
Medida que era resistida en distintos ámbitos de la Alianza y que
la cúpula del gobierno no estaría dispuesta a convalidar.
Esta carta la cabeza de Solanet y otras que el jefe de Gabinete,
Chrystian Colombo, tendría en la manga podrían llegar ajugarse
durante el fin de semana para restañar las heridas que dejarán
los anuncios en la Alianza. El objetivo, ahora, es llegar al crucial día
lunes con un gobierno que no evidencie signos de resquebrajamiento.
El Congreso también
achica
Hay toda una serie de requisitos presupuestarios que el
Congreso nunca cumplió, manifestó la diputada
radical Silvia Vázquez, que ayer le acercó, como titular
de la Comisión de Modernización de la Cámara
baja, una propuesta de reforma del Congreso a Manuel Solanet, secretario
para la Modernización del Estado del nuevo equipo económico.
Solanet trabaja en un proyecto de Reforma del Estado que incluye
al Congreso, así que nuestra visita fue muy oportuna, porque
si lo planteaba desde afuera sin consultarnos hubiera generado un
conflicto, comentó Vázquez a Página/12.
La Reforma del Estado sería uno de los aspectos más
resistidos del paquete que se anuncie hoy, en tanto impliquen reducción
de planteles en la administración pública. Por
más que se plantee en la forma de retiros voluntarios, sin
una malla de contención social y en esta situación
económica, es imposible aceptarlo, señaló
la diputada Vázquez ante este diario, al referirse a la postura
que llevaron ante el funcionario de Economía.
La propuesta elaborada por la comisión parlamentaria plantea
la reducción a una tercera parte en el número de comisiones
del Congreso de 45 a 15 y una disminución proporcional
en la cantidad de asesores y en los montos de gastos de funcionamiento.
Solanet, que confesó tener conocimiento de la existencia
del proyecto pero no de su contenido, aceptó tomarlo en cuenta
antes de enviar el suyo al Congreso.
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