Por José Natanson
Ayer, luego de que Ricardo López
Murphy anunciara un ajuste de 1962 millones de pesos, el Frepaso decidió
retirar a sus funcionarios del gabinete. Aunque todos aguardan la posición
oficial, que Raúl Alfonsín expresará el lunes, en
el radicalismo la situación era parecida: el ministro del Interior,
Federico Storani, y el de Educación, Hugo Juri, renunciaron a sus
cargos y la Franja Morada anunció su virtual pase a la oposición.
Como ninguno quiere que le tiren la ruptura por la cabeza, radicales y
frepasistas insistirán en que la Alianza está viva y que
fue el Gobierno el que se apartó del rumbo. Una forma elegante
de decir que Fernando de la Rúa ha perdido los retazos de respaldo
político que aún le quedaban y que de ahora en más
deberá optar entre gobernar en el aislamiento o buscar un nuevo
sistema político que lo sostenga.
La situación puede resumirse en una frase. Ayer, antes de ingresar
a la Casa del Frente, le preguntaron a Darío Alessandro qué
sucedería con la coalición. La Alianza está
firme. El problema es el Gobierno, definió.
Desde temprano, la versión definitiva del paquete de medidas circuló
por los despachos oficiales. Finalmente, López Murphy honró
su tradición ultraortodoxa y anunció un recorte de 1962
millones de pesos que, anualizado, llega a los 2500 millones. Del total,
1100 millones de corresponden al área educativa.
El paper de Economía precipitó las discusiones de un larguísimo
día lleno de versiones, reuniones y contactos. Curiosamente, mirados
con atención, los movimientos de ayer son una especie de adelanto
del reordenamiento político que se viene a partir del lunes.
Hermético, De la Rúa estuvo encerrado en su despacho junto
a sus funcionarios más cercanos, los mismos con los que deberá
gobernar exclusivamente a partir de hoy: el jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo; la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich; y el equipo económico
de López Murphy. A ellos se sumó el recientemente reaparecido
Nicolás Gallo.
Mientras, Juri analizaba la magnitud del recorte y llegaba a la conclusión
de que implica la virtual desaparición del ministerio. Decidió
presentar su renuncia indeclinable (ver págs. 8 y 9). Aunque no
hay ninguna certeza, una versión indicaba que su reemplazante podría
ser el actual viceministro, Andrés Delich. Ex dirigente de Franja
Morada, Delich es amigo de Antonio de la Rúa y ayer pasó
buena parte de la tarde en la oficina presidencial.
También atricherado en su despacho, Storani rumiaba bronca. Había
presionado para morigerar el recorte y fue derrotado. Ya había
decidido pegar un portazo cuando comenzó a hablar con la cúpula
del Frepaso, que se encontraba reunida en la Casa del Frente. Si
van a hacer algo, avísenme antes, le dijo Fredi a Chacho
Alvarez. Esperó un rato más, conversó con sus colaboradores
y pidió una audiencia con De la Rúa.
Me voy. No puedo firmar eso le dijo al Presidente.
Pero estamos en una situación delicada... quiso explicar
De la Rúa.
Además continuó Fredi estoy seguro de
que es inviable social y políticamente. Vas a perder el poco apoyo
político que nos queda.
Espero que te equivoques. Pero no puedo retroceder concluyó
el Presidente. Después, algunas versiones indicaban que su reemplazante
sería el diputado Raúl Baglini, que se encontraba de gira
por Chile. Otros rumores señalaban a la titular de Trabajo, Patricia
Bullrich, que cuenta con la confianza del Presidente y de su entorno más
cercano.
Pero la rapidez de los acontecimientos no le dio respiro a De la Rúa.
A las siete y media de la tarde, apareció sorpresivamente para
leer un discurso. Con cara de poker, el Presidente justificó el
recorte en la situación difícil y crítica que
vive el país. Y, como si su gobierno no se estuviera partiendo
en pedazos, anunció que convocará a un acuerdo para
trabajar en una mesa de diálogo por el crecimiento y el trabajo.
Luego de escuchar el discurso, Chacho Alvarez reunido con la cúpula
de su partido pidió que lo comunicaran con Raúl Alfonsín.
Aunque elobjetivo era redactar un comunicado conjunto que expresara la
vitalidad de la Alianza y una crítica a las últimas medidas,
sólo quedaron en que conversarán el lunes, cuando el ex
presidente vuelva de Estados Unidos.
A las ocho y cuarto, con cara de sargento, López Murphy apareció
en televisión y leyó el discurso. Todos conocían
el contenido, pero la aparición del ministro aceleró las
cosas. Es demasiado. Nos vamos, concluyó Alvarez. El
ministro de Desarrollo Social, Marcos Makón, y el secretario general
de la Presidencia, Ricardo Mitre, que habían jurado el lunes pasado,
fueron hasta la Rosada para anunciarle a De la Rúa la decisión
del Frepaso de retirar a todos sus funcionarios del Gobierno.
Así, la Alianza quedó dividida en tres ejes de poder distintos:
El Frepaso. Su pase
a la oposición quedó virtualmente confirmado. Sin un solo
funcionario en el Gobierno, con todos sus legisladores en contra de la
política oficial, la preocupación pasaba por la responsabilidad
política de la crisis. No queremos que nos achaquen la ruptura
de la Alianza. No queremos ser los responsables del default, explicaban.
La UCR. Todo depende
de la actitud que asuma Alfonsín el lunes, cuando aterrice en la
Argentina, reúna a la mesa del Comité Nacional y defina
formalmente la postura del partido. Ayer, uno de sus voceros explicaba
que estaba preocupado y furioso con la situación. Le
va a costar contener al partido. Si es que quiere hacerlo, agregaba.
Y enumeraba los sectores que se opondrán a la gestión delarruista:
los estudiantes de Franja Morada, los gobernadores, muchos legisladores,
casi todo el poderoso radicalismo bonaerense y un sector indeterminado
del alfonsinismo. Sólo quedarían junto a De la Rúa
sus dirigentes más cercanos, su familia y algunos seguidores de
Enrique Nosiglia.
El Gobierno. Anoche,
De la Rúa se encontraba en Olivos con algunos funcionarios, analizando
los próximos pasos y buscando nuevos ministros. Una tarea complicada,
que revela el estado de aislamiento en el que quedó después
de los anuncios. A partir de ahora, el Presidente deberá gobernar
con el grupo de funcionarios más fieles y apoyándose en
la ultraortodoxia del equipo económico. Pero no será sencillo:
deberá hacerlo a contramo de la opinión del Frepaso y de,
por lo menos, un sector importante de la UCR. Es complicado: por
más que tengamos voluntad para aplicar recortes, el establishment
y los mercados huelen la debilidad y atacan, decía anoche,
preocupado, un funcionario cercano a De la Rúa. Y agregaba: La
reconstrucción del respaldo de la Alianza al gobierno parece imposible.
O gobernamos solos o buscamos un nuevo andamiaje para apoyarnos,
concluía.
OPINION
Por Martín Granovsky
|
Me duele y te agradezco el trabajo realizado, pero entiendo tus
razones: vos ves que está el problema de los estudiantes, ¿no?,
dijo Fernando de la Rúa.
Entonces Federico Storani creyó necesario insistir en su argumento:
Fernando, lo mío no es fubismo dijo para aclarar
que no aspiraba a representar a la Federación Universitaria
de Buenos Aires. Es algo más profundo. Si hay un plan
para cambiar las alianzas, te quiero decir que ese nunca fue nuestro
planteo cuando se formó la Alianza.
Fredi, hay que ser prudentes. Si no hacíamos esto se
venía el défault argumentó De la Rúa.
Pero este plan es inviable política y socialmente. Por
eso me voy.
Así fue, ayer a las siete de la tarde, la conversación
entre el Presidente y su hasta entonces ministro del Interior. A esa
hora todos los dirigentes del Frepaso menos Graciela Fernández
Meijide con gripe en su casa estaban reunidos rumiando
su respuesta a las medidas que ya conocían por boca de funcionarios
del mismo gobierno. Después de las ocho, cuando la renuncia
de Storani quedó confirmada públicamente, no lo dudaron.
Sabían que era segura, aunque no había sido oficializada
aún, la salida del ministro de Educación Hugo Juri,
y entonces también Ricardo Mitre y Marcos Makón viajaron
hasta Olivos. Su argumento ante De la Rúa y el jefe de Gabinete
Chrystian Colombo fue similar:
No compartimos el plan, que está concebido como un todo.
No tiene viabilidad legislativa, ni política, ni parlamentaria
ni institucional.
Sean prudentes pidió De la Rúa.
Había alternativas distintas, y las discutimos desde
adentro en el propio gabinete, pero ahora te dejamos en libertad.
En un momento Colombo reclamó patriotismo.
No es momento de posiciones ideológicas dijo el
hombre que en un primer momento se candidateó para suceder
a José Luis Machinea.
Es que simplemente no coincidimos con los instrumentos de López
Murphy cerraron Mitre y Makón, que así no firmarían
los decretos de necesidad y urgencia. Y este no es un problema
del Frepaso sino de toda la Alianza.
Cuando los dos ministros del Frepaso dejaron su renuncia llevaban
solo cinco días en el cargo. En el caso de Mitre, superaba
las 24 horas de Alberto Flamarique pero era superado incluso por la
fugacidad de Carlos Becerra en la Secretaría General. Makón
y Mitre habían jurado el lunes y ya el viernes, en una tarde
oscura de diluvio y granizo, un golpe de mercado quitaba a los partidos
de la Alianza cualquier otro espacio que no sea el de discurrir sobre
sexología angelical mientras el equipo de hombres de negro
que ocupó el Ministerio de Economía decide la reorganización
nacional de la Argentina utilizando, como dijo Ricardo López
Murphy en su sombrío discurso, hasta la última
fuerza que quede en el cuerpo.
Tanto Juri como Storani y los frepasistas compartieron ayer, en momentos
distintos, la misma lectura inicial del paquete económico:
Casi el cien por ciento
del recorte 1800 millones sobre 1962 se realizará
por decretos de necesidad y urgencia.
Como mínimo 1100
de esos 1800 surgen del recorte inmediato del presupuesto universitario
y de la transferencia del pago del incentivo docente para forzar a
las provincias empobrecidas que algunas también sean
enñoquecidas es algo francamente irritante pero no definitorio
en términos de presupuesto a cambiar su estructura de
presupuesto.
Con esos datos, estaba claro que el escenario inmediato sería
muy parecido al de 1997 o 1998, con estudiantes en la calle en defensa
de la educación pública, otra vez la Carpa Blanca en
el Congreso, solo que sin Carlos Menem en la Casa Rosada y con una
recesión profundizada.
Este equipo es muy ideológico, muy fundamentalista,
comentó ayer Storani a su segunda línea. El plan
lleva a un alto nivel de conflicto social, y yo no quiero ser el encargado
de la Policía Federal que ordene la represión,
explicó antes de hablar con De la Rúa. Tanto Storani
como los dirigentes del Frepaso acuñaron rápidamente
una fórmula de traducción difícil: No somos
nosotros los que nos vamos de la Alianza, es el Gobierno el que no
cumplió con los principios que le dieron origen. La apuesta
de fondo es que los dos partidos, el radicalismo y el Frepaso, dejen
sin sustento político a De la Rúa hasta obligarlo a
optar, como si no lo hubiera hecho ya, entre la sociedad de ambas
fuerzas y su permeabilidad sin límites ante el sector financiero.
Anoche, desde los Estados Unidos, donde piensa quedarse hasta el lunes,
Raúl Alfonsín seguía recibiendo información
desde la Argentina pero prefería no adelantar una definición.
Las renuncias de Storani y Juri no fueron orden suya en su carácter
de jefe de la UCR. En cambio dio instrucciones a su ex vocero Federico
Polak de que no renunciara al PAMI. Como el PAMI no figuraba en la
lista de sectores a recortar, la salida de Polak sí sería
interpretada sin duda como la obediencia a una orden de Alfonsín.
¿Alfonsín condenará el fundamentalismo de mercado
y dará orden de resistir a los bloques de senadores y diputados?
¿Participará en los actos contra el recorte educativo?
¿O hará su condena y dejará todo en un acto de
testimonio ideológico? Y Carlos Ruckauf, que ayer criticó
a los cruzados de FIEL, ¿obstaculizará su marcha o caerá
manso, disciplinado por los hombres de negro? En cuanto al Frepaso,
el lunes debe decidir si ordena que renuncien también todos
los segundos, entre ellos Fernández Meijide y Adriana Puiggrós.
La duda que carcomía ayer a todos era si, al margen de los
deseos de los dirigentes políticos, el golpe de mercado ha
llegado para quedarse y entonces López Murphy, que fue el más
regresivo de los ministros de Defensa de los últimos años
por su compromiso con el rearme político del Partido Militar,
será un regresivo y duradero ministro de Economía. ¿Y
si no aguanta y en unos días más De la Rúa se
ve obligado a echarlo? Esa era, anoche, una esperanza recóndita
de dirigentes del Frepaso y la UCR. El problema es que solo coinciden,
hasta ahora, en la amargura de la derrota y en la lejanía de
su esperanza. Puestos a imaginar un relevo de López Murphy
si hay incendio, no todos están de acuerdo en que la única
alternativa, como imagina por ejemplo Chacho Alvarez, será
incorporar a Domingo Felipe Cavallo como el hombre que puede persuadir
a los organismos multilaterales de crédito de mostrarse indulgentes
con un país en bancarrota. |
�De
la Rúa se quedará gobernando con Bullrich�
Chacho Alvarez le dijo a Alfonsín que el de López Murphy no
es el programa de la Alianza y vaticinó que el Presidente quedará
aislado. Tras una reunión del Frepaso pronosticó �una conflictividad
social importante�.
Ricardo
Mitre y Marcos Makón,
en marcha hacia la renuncia.
|
|
Por
Eduardo Tagliaferro
Raúl,
la Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación no puede
tolerar que se recorten 1130 millones en Educación.
Te aseguro Chacho que yo le recomendé al Gobierno no aplicar
estas medidas.
Bueno, De la Rúa se quedará gobernando con Patricia
Bullrich y sus amigos, porque éste no es el programa original de
la Alianza.
El diálogo formó parte de la conversación telefónica
que mantuvieron ayer el titular del radicalismo, Raúl Alfonsín,
y el líder frepasista Carlos Chacho Alvarez. La charla
refleja el mensaje que quieren transmitir los líderes de los dos
partidos de la coalición: De la Rúa se fue de la Alianza.
La conversación se produjo en medio de la deliberación que
mantuvieron durante toda la tarde de ayer los frentistas para discutir
la estrategia que asumirían cuando se conocieran públicamente
las medidas del ministro de Economía, Ricardo López Murphy.
Después de la medianoche, cuando Alvarez dejó la Casa del
Frente, cerca del Congreso, dio explicaciones sobre sus diferencias con
el Gobierno:
Tenemos una visión crítica de las medidas dijo.
Conllevan un nivel de conflictividad social importante. Sobre eso actuaremos
conjuntamente con nuestros amigos de la Alianza, con la Unión Cívica
Radical.
¿No se fueron de la Alianza? preguntaron los periodistas.
Es lo mismo que pasa con los funcionarios de la UCR. Renunciaron
(Federico) Storani y (Hugo) Juri y no creo que digan que se van de la
Alianza.
¿No imaginaban unas medidas así?
Estamos en una situación muy delicada. El lunes van a tener
la decisión oficial de nuestra fuerza.
¿Habló con el Presidente?
Planteé cuál era mi visión sobre las medidas.
Le dije que iban a crear un rechazo muy fuerte en distintos sectores de
la sociedad respondió el ex vicepresidente antes de subir
a un taxi.
De las reuniones de ayer participaron, entre otros, Marcos Makón,
los diputados Darío Alessandro, Juan Pablo Cafiero, Rodolfo Rodil,
José Vitar, Ricardo Mitre y Nilda Garré. También
el jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra y su secretario
de Gobierno, Raúl Fernández.
En principio el líder frentista reclamó a los suyos esperar
hasta el lunes para realizar cualquier tipo de pronunciamiento drástico,
ya que había programado una reunión de la mesa nacional
del Frepaso para esa fecha. En el fondo del pensamiento de Alvarez se
escondía un temor que lo persigue desde el día que renunció
a la vicepresidencia: no ser culpado por una corrida económica
o un défault.
Simultáneamente 27 legisladores nacionales de la Capital
Federal y la provincia de Buenos Aires habían emitido un
documento en el que expresaban su rechazo a las medidas anunciadas.
Entre otros lo firmaban, Marcela Bordenave, Jorge Giles, Fernando Melillo,
Eduardo Macaluse, Ramón Torres Molina, Horacio Piemonte, Eduardo
Sigal y Delia Bisutti.
Desde Santa Cruz, horas antes de que se difundieran los anuncios, el diputado
Rafael Flores manifestaba que el Frepaso no se puede quedar en el
gobierno ni un minuto más porque las medidas que se van a anunciar
destruirán la educación pública.
La renuncia de Federico Storani imprimió otra dinámica a
las reuniones, y Makón y Mitre se trasladaron a la Casa Rosada
para llevarle la renuncia al Presidente. También llevaban la renuncia
de Garré. Desde Estados Unidos, Alfonsín le comentaba a
Alvarez que adelantaría su retorno al país para el próximo
lunes, aunque el regreso estaba originalmente pensado para el miércoles.
Ambos líderes coincidieron en que De la Rúa abandonó
los lineamientos que dieron vida a la Alianza y que era imprescindible
volver a levantar los postulados de la Carta a los Argentinos.
Por el momento ni el radicalismo ni el Frepaso rompieron la Alianza y
es solo una hipótesis que las dos agrupaciones le retiren institucionalmente
su apoyo al Gobierno. La crisis política comenzó el mismo
día que se anunció que Ricardo López Murphy sería
ministro de Economía y tendrá su máxima expresión
cuando los partidos que llevaron al gobierno al poder engruesen la vereda
de la oposición. Tanto Alfonsín como Alvarez coinciden en
que probablemente ese escenario no se cumpla, ya que especulan con que
el paso de López Murphy por la cartera económica no superará
los cinco días. Ese será el momento en que ambos líderes
partidarios tratarán de imponerle a De la Rúa el retorno
al programa aliancista.
Para el lunes está previsto que la conducción nacional del
Partido Socialista Popular delibere en el Hotel Savoy. Un posible retiro
del PSP de la Alianza sumaría presión al gobierno nacional,
ya que Hermes Binner gobierna la estratégica ciudad de Rosario.
Había caído la noche y aunque Alvarez sugirió a las
segundas líneas frentistas que no oficializaran su renuncia hasta
el próximo lunes, la titular de Ciencia y Técnica, Adriana
Puiggrós, dimitía. Fernández Meijide señalaba
que lo haría el lunes y aunque no lo hicieron público es
seguro que Diana Conti y Horacio Viqueira abandonarán el gabinete.
No así el secretario de Pymes, Enrique Martínez, quien según
trascendidos no se iría del gobierno.
No pertenezco más al bloque de la Alianza, dijo a última
hora de ayer la diputada Alicia Castro por televisión ante Nelson
Castro, después de escuchar al viceministro de economía
Daniel Artana. Para la legisladora la Alianza está muerta
porque se rompió en el corazón de la gente. En el
mismo momento el bloque parlamentario hacía suya la declaración
que había impulsado el grupo de diputados. No es cierto que
hay un solo camino posible. No es cierto que frente al curso neoconservador
carezcamos de otro camino que la protesta y el testimonio, dice
el comunicado escrito por el propio Alessandro.
OPINION
Por Mario Wainfeld
|
A cara de perro
¿Qué nos pasa a los argentinos?, decía
uno de los personajes de Todo por dos pesos, protagonizado
por Fabio Alberti. Con menos vis cómica, Ricardo López
Murphy se formuló casi textualmente la misma pregunta y se
la respondió, asegurando que iba a ser original.
Ciertamente no logró esto último pues recurrió
a lugares comunes sobre el ser nacional (abundancia de recursos
naturales, falta de conflictos raciales, capital humano) francamente
rancios y poco precisos. A los que agregó una serie de tópicos
del discurso económico que sin mayor esfuerzo
se remontan a 1975 y fueron enunciados, palabra más, furcio
menos por Celestino Rodrigo, Emilio Mondelli, José Alfredo
Martínez de Hoz, Lorenzo Sigaut, Roberto Alemann, Juan Vital
Sourrouille, Domingo Cavallo, Roque Fernández y José
Luis Machinea, cuando ocupaban el sillón que vaya a
saberse por cuánto tiempo más fatiga hoy LM.
Pero LM no intentó ser simpático, no sonrió,
no mencionó el vocablo Alianza ni una vez y cuando
quiso hablar de un molesto temita se trabucó primero y luego
acudió a la expresión cuestión social,
que dormía el sueño de los justos desde 1891, fecha
en que fue acuñada por la Iglesia de Roma para poner un dique
al naciente socialismo.
Al final intentó improvisar y le salió flojito. No
acertaba a encontrar palabras y en un momento se tildó. Fue
cuando prometió perseverar hasta la última...
y se dio cuenta de que iba rumbo a decir gota de sangre.
Un exceso que tardó segundos (una eternidad por TV o radio)
en corregir cerrando la frase sin mayor sentido.
Si su intención fue convencer a la gente del común
no hace falta esperar a los sondeos gubernamentales para saber que
fracasó miserablemente. Tal vez su presentación autoritaria,
a cara de perro, cuasi castrense haya satisfecho a los voraces
mercados. Sólo tal vez... porque esos animal spirits son
insaciables y todavía no terminó de darles el Banco
Nación.
El Presidente tampoco estuvo convincente. Algunas fuentes del Gobierno
aseguran que rezó durante toda la tarde. El tiempo dirá
si Dios lo orientó en orden a las medidas que impulsó.
Ciertamente no le dio una mano para transmitir fe a quienes le dieron
mandato. Cabe reconocer que de su parte no puso mucho. Leyó
continuamente, privilegió mirar a su corbata antes que a
la cámara y abolió cualquier énfasis.
De la Rúa habló menos de cinco minutos; LM, tres cuartos
de hora. La asimetría entre los tiempos que se tomaron es
una buena metáfora de la que media entre el poder de los
gobernantes elegidos por el pueblo y el de los mercados.
Ayer, una mala alquimia entre ambos parió un plan propio
de una dictadura militar, carente de mínimos apoyos sociales
y políticos, que en la precariedad del análisis
de las primeras horas parece abrir sólo dos escenarios:
a) el de un fracaso en semanas o en días; o b) el recurso
a la represión para mantener un programa huérfano
de consensos.
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