Por
Gustavo Veiga
Las
oportunidades de negocios que ofrece el mercado en países como
la Argentina, a menudo pueden ser tan inexplicables como reprochables.
Gama S.A, una empresa constructora con sede en Córdoba, no sólo
se dedica a edificar departamentos; también adquiere futbolistas
y, en esta cartera, ya cuenta con más de medio plantel de Belgrano
y algunos jugadores de Talleres, los dos clubes más importantes
de la provincia. Pero así como se la conoce por el alto perfil
de su dueño, Jorge Petrone, y por las frecuentes campañas
publicitarias que realiza, desde hace unos días su imagen su vio
salpicada por una denuncia que la involucra en una operación inmobiliaria
efectuada con el documento de identidad de un estudiante desaparecido
en 1977. Se trata de un caso macabro que ha sido denunciado ante la justicia
federal por la hermana de Fernando Manuel Degregorio, un joven secuestrado
en la Capital Federal durante la última dictadura y cuyo DNI apareció
en Córdoba nueve años después.
Resulta intrigante el origen y posterior desarrollo de Gama S.A. La firma
que hoy posee la totalidad o considerables porcentajes de catorce futbolistas
de Belgrano y un puñado de Talleres deberá explicar ante
la doctora Graciela Garzón de Lazcano, titular del Juzgado Federal
N 3 de Córdoba, cómo tomó posesión de un amplio
terreno ubicado en el barrio Alberdi que, en el Registro de la Propiedad
de la provincia, está a nombre de un desaparecido.
La constructora Gama, como empresa vinculada, aparece desde un principio;
y también el presidente de Talleres, Carlos Dossetti, como contador
de esa firma. Nuestra situación tomó relevancia ahora porque
esta gente es conocida en el ambiente futbolístico cordobés.
Gama, por ejemplo, desconoce la existencia de Fernando Degregorio, pero
sí afirma que el terreno es de su propiedad y que se lo habrían
comprado a la empresa Konstrucciones S.A., afirma Alicia Degregorio,
la hermana menor del estudiante que un grupo de tareas secuestró
de su casa en el barrio de Caballito, el 30 de marzo de 1977.
Konstrucciones S.A. presentó su quiebra el 3 de octubre de 1984
y, desde ese momento, Petrone habría comenzado a adquirir la mayoría
de sus propiedades. Quien era su presidente, Abraham León Kuschnir,
en la actualidad se encuentra prófugo y, uno de sus ex directores,
Héctor Hugo Huergo, tiene algunas causas abiertas en la Justicia.
El doctor Jorge Héctor Bertona, aquel que mantuvo un serio conflicto
con la AFA ampliamente difundido por los medios cuando era asesor letrado
de Talleres, fue el síndico de la empresa entre 1978 y 1984 (y
hoy es concejal en la ciudad de Córdoba). Dos años después,
el 14 de noviembre de 1986, Konstrucciones S.A vendió el terreno
de 3000 metros cuadrados que luego se escrituró a nombre de Degregorio.
La familia del joven desaparecido se enteró de que había
existido esta operación cuando en febrero de 2000, recibió
una intimación de la Dirección General de Rentas por el
pago de impuestos atrasados. Desde entonces, la doctora María Elva
Martínez, del Serpaj, como Alicia Degregorio, empezaron una investigación
y pudieron atar los primeros cabos sueltos.
Así llegaron hasta Gama S.A., el constructor Petrone y el contador
Dossetti. Ahora bien, ¿cómo arribó la propiedad a
manos de esta gente? La reconstrucción de las sucesivas ventas
está en manos de la juez Garzón de Lazcano, quien ya determinó
un allanamiento en el domicilio del presidente de Talleres y otro en el
Registro de la Propiedad. El dirigente niega cualquier relación
con el caso del estudiante, pero no puede ocultar que asesoró en
temas contables a Petrone, por lo menos hasta octubre de 1999. Este vínculo
explica en parte por qué el acaudalado empresario cordobés
asistió con fondos frescos al club que preside Dossetti. Dinero
que, por otra parte, le ha costado recuperar, aunque quedó a cubierto
con la cesión en garantía de los pases correspondientes
al arquero Mario Cuenca y al defensor Julián Maidana. Además,
es propietario del 100 por ciento del volante Adrián Avalos.
El particular estilo de Petrone para hacer negocios heterogéneos,
también lo ha llevado a colocar sus fichas en el otro club grande
del fútbol cordobés: Belgrano. Con la misma dinámica
con que efectúa operaciones inmobiliarias, el empresario inyectó
capitales en las empobrecidas arcas de la institución donde es
ídolo Luis Fabián Artime y, a cambio, se quedó con
un equipo completo y tres suplentes. Este versátil constructor
posee hoy el 100 por ciento de los derechos económicos de Julio
López, Darío Zárate, Esteban González, Gastón
Martina, Marcelo Amaya, Heber DAssise, Sebastián Jarast,
Walter Roldán, Juan Cortés y Marcelo Iglesias. Además,
tiene el 65 por ciento de Gustavo Bordicio, Franco Amaya, Julio Mugnaini
y Franco Peppino. Sus primeros réditos ya los había obtenido
cuando Leonardo Torres fue transferido a un club coreano a fines del año
pasado. El pase del mejor futbolista que jugaba en Belgrano también
le pertenecía a Gama S.A, o sea, a Petrone. Un personaje que ya
se ha vuelto omnipresente como nadie en territorio cordobés.
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