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A Repsol-YPF le llovió petróleo
en una protesta de los mapuches

Las comunidades aborígenes denunciaron que la empresa hace explotaciones sin control. Enchastraron con petróleo la sede neuquina.

Los mapuches pertenecen a las comunidades Paynemil y Kaxipayiñ.
La petrolera lamentó ayer la protesta
y negó las acusaciones.

Se vistieron de mapuches, porque lo son, bajaron hasta la ciudad de Neuquén y, como quien paga con la misma moneda, enchastraron de petróleo el frente de las oficinas de Repsol-YPF: protestaban porque –según aseguraron– esa firma “desconoce la comisión de Control y Vigilancia” creada para evitar la contaminación ambiental en los yacimientos de Loma de la Lata, que funcionan en tierras de esa comunidad. Y denunciaron que el gobierno neuquino dispuso, en beneficio de esa empresa, la “ocupación policial” de sus tierras. La empresa, por su parte, negó que realice explotaciones sin control.
Los aborígenes, que llegaron vestidos con sus trajes típicos, pertenecen a las comunidades Paynemil y Kaxipayiñ, que abarcan unas 300 personas y habitan a unos 70 kilómetros de la capital provincial. Ayer a mediodía, por sorpresa, se presentaron ante las oficinas de Repsol-YPF, en el centro de la ciudad, y echaron sobre las puertas, ventanas y paredes el contenido de bidones y también bombitas de luz cargadas con petróleo.
La joven Elba Paynemil leyó un comunicado denunciando que, “en forma unilateral”, la empresa decidió desconocer la comisión de Control y Vigilancia creada “para que se respeten las condiciones acordadas para regular la explotación de hidrocarburos y evitar muertes y accidentes”. Las comunidades señalaron que la empresa construyó nuevas picadas y obras sin discusión previa, y destacaron la perforación de “pozos a cielo abierto” efectuada “sin importar nuestra vida y nuestro futuro”. Los mapuches afirmaron que Repsol no habría cumplido con un compromiso asumido tiempo atrás que era el de consultar a la comunidad para la realización de nuevas obras en su territorio.
Por su parte, la empresa Repsol-YPF aseguró anoche que “no es cierto que se realicen explotaciones sin control”, como denunciaron las comunidades mapuches. A través de un comunicado de prensa, la petrolera indicó que “sólo después de haber producido los daños (los manifestantes) pidieron dialogar y se retiraron sin siquiera escuchar la respuesta”, que según la firma ya les había sido adelantada por carta documento: que se les ofrecía el diálogo y se les pedía que acordaran temario y lugar.
Ya los mapuches se habían movilizado ante la sede de la empresa en Loma de la Lata, a raíz de derrames de hidrocarburos y la reciente explosión de un tanque de combustible. Ante la Justicia y organismos internacionales habían denunciado la contaminación de sus fuentes de agua potable.
En su comunicado, los mapuches denunciaron al gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, de ser “cómplice” de la situación y de “financiar su campaña partidaria con nuestra muerte”. El gobierno provincial habría dispuesto la “ocupación policial” de las tierras para facilitar la continuación de las obras encaradas por Repsol-YPF: “Sólo nos sentaremos a negociar con la empresa cuando la empresa sea retirada del lugar”, declararon. Ayer, cuando los mapuches se retiraban en un colectivo, varios patrulleros policiales los interceptaron, secuestraron el vehículo y pretendieron identificar a los manifestantes, quienes no lo aceptaron y se fueron a pie.

 


 

UN NUEVO TEMPORAL EN MAR DEL PLATA
Sin clases por la lluvia

La furia del viento llegó con las primeras horas del martes a Mar del Plata y no se detuvo hasta el mediodía: la tormenta, que incluyó lluvias y ráfagas de hasta 105 kilómetros por hora, provocó la voladura de varios carteles y arrancó árboles de cuajo, aunque no hubo vecinos evacuados. Preventivamente, se suspendieron las operaciones en el puerto de la ciudad y no hubo clases en las escuelas dependientes de la Municipalidad de General Pueyrredón. Si bien la intensidad de las ráfagas y de los chaparrones disminuyó al comenzar la tarde, el Servicio Meteorológico Nacional recomendó a la delegación zonal de Defensa Civil mantener el alerta.
El temporal se desató poco después de la 1.30 de ayer, con vientos que alcanzaron los 95 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 105, soplando desde el sudeste. Semejante ímpetu desprendió con facilidad las chapas de algunos tinglados de la zona costanera y derribó varios postes de luz, lo que dejó sin energía a casi 600 familias. La lluvia también hizo lo suyo: las calles de tierra de los barrios Autódromo, Libertad, Las Heras y Jorge Newbery quedaron completamente cubiertas por el agua, con lo que fue imposible el tránsito de peatones y de vehículos.
Los que estuvieron de parabienes fueron los alumnos de las escuelas primarias y secundarias municipales, por lo menos los del turno mañana: “para evitar mayores inconvenientes”, Defensa Civil de Mar del Plata aconsejó suspender las clases, para proteger a los chicos y a los maestros de posibles accidentes.
Martín Migliorini, miembro del Consejo Escolar marplatense, explicó que la intención de la suspensión fue “evitar que algún alumno se convirtiera en víctima del temporal, por encontrarse dentro del colegio o en el trayecto al mismo, por la caída de algún árbol, de algún cable suelto, posibles techos rotos o aulas con agua”. Tampoco en la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata se dictaron clases durante la mañana.
El puerto marplatense estuvo cerrado durante toda la madrugada, y a partir de las 8 Prefectura Naval permitió reanudar las operaciones, pero reforzó el patrullaje para prevenir posibles accidentes.

 

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