Por Maximiliano Montenegro

Para Guillermo Mondino, jefe de asesores de Domingo Cavallo, el salvataje financiero para Argentina proveniente del Fondo Monetario se demora por “un problema de la alta política internacional”, y lamenta que los tiempos de los organismos internacionales no coincidan con “las necesidades de los argentinos”. “Cuanto más rápido se resuelva el paquete financiero, más rápido llegará el punto de inflexión”, sostiene y, en cambio, no se atreve a decir que la economía haya tocado fondo en julio.
En este reportaje con Página/12, el funcionario reconoce que en el equipo de Cavallo no cayó bien que justo el viernes pasado el Fondo anunciara un crédito de 15.000 millones para Brasil, porque –afirma– fue interpretado por los inversores como que en Washington están más interesados en formar un “cordón sanitario” para evitar el contagio de una caída de Argentina que por detenerla. Más aún, revela que Cavallo intentó frenar el comunicado del Fondo anunciando la decisión, pero no tuvo éxito. Mondino dice, además, que el paquete financiero servirá para que “tapemos todos los huecos de una buena vez y se recreen las condiciones de confianza”. Concretamente, en Economía quieren detener el drenaje de depósitos de los bancos que, según admite el propio funcionario, se ubica en un promedio de 200 millones de diarios. Y asegura que “con 5000 millones alcanza, pero si podemos conseguir más que eso, mucho mejor”.
–¿Está cerrado el salvataje financiero del FMI?
–No, no está cerrado. Se está negociando, todavía no hay una definición.
–¿A qué responde la demora? ¿A la burocracia del Fondo Monetario?
–Es un problema más bien de la alta política internacional. Hay condiciones nuevas en el escenario internacional, en Europa, una nueva administración en Estados Unidos, que está revisando su posición en el FMI, la salida de Stanley Fisher (el número dos del Fondo) del organismo.
No es un problema de nuevas demandas por reformas estructurales, condicionalidades, ni nada por el estilo. Pero, lamentablemente, los tiempos de los organismos internacionales no coinciden con los tiempos de las necesidades de los argentinos.
–¿Para qué necesitan el paquete financiero?
–Nosotros fuimos atacando diferentes focos de preocupación: el fiscal, el de la competitividad, el del refinanciamiento de la deuda. Hemos cerrado el foco del déficit fiscal con el déficit cero, pero ahora los mercados nos dicen: ¿van a poder cumplir con el déficit cero?
–Ahí entraron en un círculo vicioso: con estas tasas de interés, la recaudación se cae y, al mismo tiempo, las tasas no bajan porque si la recaudación sigue así nadie cree que vayan a cumplir con el déficit cero, a menos que anuncien otro ajuste, lo que luce inviable política y socialmente.
–Exactamente. Por eso hay que atacar el problema de la tasa de interés. Por otro lado, con estos niveles de riesgo país, de rumores, la desconfianza se trasladó a los ahorristas. Y acá hay otro foco de preocupación. En verdad la tasa de salida diaria de los depósitos no es muy importante en relación a los depósitos totales. Hay un drenaje de 200 millones diarios en promedio, que insisto es un nivel relativamente bajo. Pero si se suman 200 más 200 más 200..., en esta situación los bancos empiezan a restringir liquidez, sube la tasa interbancaria, se corta al crédito al sector privado y se disparan las tasas de interés. Entonces, la solución pasa por conseguir un paquete de financiamiento suficiente para intervenir. ¿Qué significa intervenir? Demostrar que tengo suficiente cantidad de recursos para darle a los bancos si la tasa de call (interbancaria) se dispara, que tengo recursos para darle a la gente si la gente está saliendo del sistema bancario, que tengo recursos para terminar de tapar el hueco potencial de financiamiento del gobierno. Es necesarioel paquete para que tapemos todos los huecos de una buena vez, se recreen las condiciones de confianza y bajen las tasas.
–¿Cuánto sería necesario para tapar todos esos huecos?
–Yo creo que con 5000 millones alcanza. Si podemos conseguir más que eso mucho mejor. Cuanto más plata consigamos, mejor. Pero con 5000 millones alcanza. Con un par de buenas señales y un poquito de tranquilidad que ofrezca el paquete financiero, los depósitos vuelven enseguida al sistema. A la gente no le gusta tener la plata en el colchón.
–Supongamos que consiguen el salvataje del Fondo y que logran frenar la fuga de depósitos. Aún así, Argentina seguiría con el mismo problema que había después del “blindaje” y del “megacanje”: cómo se hace para volver a crecer, la única forma de sacar la cabeza de la guillotina.
–La economía esta varada porque tenemos una tasa de interés elevadísima.
–Con Machinea el riesgo país estaba en 700 u 800 puntos y aún así la economía no arrancaba.
–Pero Machinea tenía el problema de los precios relativos, de los impuestos distorsivos, de los precios internacionales. Hoy la economía está en condiciones mucho mejores para arrancar.
–Al contrario, da la impresión que hay un problema mayor de expectativas y de falta de dinero en el bolsillo de la gente.
–Efectivamente se ha agravado el temor de a gente, la incertidumbre producto que la economía se ha ido deteriorando. Pero cuando la situación se vaya normalizando también van a cambiar las expectativas. Yo no digo que en diciembre vayamos a recuperar el nivel de actividad que había en diciembre del ‘97. Lo que digo es que paulatinamente podemos ir recuperándonos en relación al mes anterior. En diciembre puede haber más actividad que en noviembre, en noviembre que en octubre.
–¿Tocamos fondo en julio?
–No. Espero que las cosas empiecen a mejorar. Si la ayuda financiera llega más cerca de fines de agosto que de comienzos, entonces claramente va a haber un impacto negativo sobre agosto. Y lo mismo sobre septiembre, si se demora aún más. Cuando más rápido se resuelva el paquete financiero, más rápido llegará el punto de inflexión.

EL HOMBRE FUERTE DEL FMI DESTRABO LA NEGOCIACION
Fischer, el amigo de Argentina

Stanley Fischer, quien en noviembre de este año dejará su cargo de vicedirector gerente en el Fondo Monetario Internacional (FMI), se convirtió en las últimas horas en una pieza clave en la negociación que mantiene el Gobierno argentino con ese organismo. Fue él quien dio el visto bueno para que la delegación del Ministerio de Economía viajara hacia Washington para cerrar el paquete de asistencia financiera.
“Fischer fue quien más énfasis puso en definir la situación de la Argentina lo antes posible, ya que hoy por el hoy el factor tiempo es fundamental”, afirmó anoche una calificada fuente del Palacio de Hacienda. El funcionario aclaró, sin embargo, que hubo “una muy buena predisposición” del actual titular del organismo, Horst Köhler, quien también está muy preocupado por resolver el caso Argentina “cuanto antes”.
Si bien el colaborador de Cavallo no quiso hablar de cifras, reconoció que “no cayó muy bien en el Fondo que Daniel Marx y Jorge Baldrich, hablaran de cifras”, en referencia a las declaraciones de esos dos funcionarios acerca de que la ayuda del FMI oscilaría entre los 6000 y 9000 millones de dólares.
En cuanto a las negociaciones con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la fuente reveló que “la capitanean Marx y John Taylor (subsecretario del Tesoro) está muy empapado de la situación de la Argentina”. Al respecto, los departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos salieron ayer a reafirmar que “siguen de cerca” la situación financiera de Argentina y adelantaron que “adoptarán todas las medidas destinadas” a mejorar la situación del país, aunque deslindaron hacer comentarios acerca de informes sobre la posibilidad de una ayuda financiera adicional.
Por un lado, Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado, aseguró que “estamos trabajando con Argentina muy cerca, con otros departamentos del Gobierno estadounidense y con las organizaciones internacionales para enfrentar las dificultades financieras que hay allí”. A esos dichos se sumaron los vertidos por Michele Davis, vocera del Tesoro estadounidense, quien afirmó que “estamos enfocados en lo que sea el mejor interés de Argentina y de la economía mundial”.
En tanto, el ministro de Hacienda de Brasil, Pedro Malán, expresó ayer su confianza en que la Argentina podrá superar la crisis económica con ayuda financiera internacional, mientras que el presidente chileno Ricardo Lagos definió a la situación actual como “zona de peligro”. En declaraciones a una radio brasileña, Malán afirmó que “nuestro vecino, Argentina, acabará encontrando una solución” a la crisis financiera “con la ayuda internacional”. “No tenemos ningún escenario de catástrofe en el horizonte, el resto del mundo está buscando una solución para Argentina”, expresó Malán.

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