Por Raúl
Dellatorre
Hay que investigar bien
quién está realmente atrás de Navarro (...). Vamos
a demostrar que lo de Ocasa fue una autocompra. Las frases le pertenecen
a la diputada Elisa Carrió, que conmovió al espectro político
y empresario con sus acusaciones sobre lavado de dinero y evasión
a través de dinero oculto. La persona a la que alude
es Juan Navarro, titular del Exxel Group, administrador de fondos de inversión
que creció en forma espectacular durante la década del 90
mediante la incorporación de empresas de diferentes ramos, y cuya
declinación coincidió con el abandono del poder por el menemismo.
La empresa mencionada, Ocasa, es una de las adquiridas por el Exxel, pero
con una particularidad: integraba, junto a Oca, Edcadassa, Intercargo
y otras, una cadena de firmas pertenecientes a Alfredo Yabrán,
y todas pasaron a manos del Exxel. Me da la impresión de
que Navarro es el instrumento, o por lo menos fue utilizado, para la autocompra
de las empresas de Yabrán por la misma organización,
afirmó ayer Elisa Carrió a Página/12, ampliando sus
anteriores dichos. ¿Cuál es la vinculación entre
Navarro y Yabrán? Mi línea de investigación
es ahora ver si lo de Ocasa fue una autocompra, y pasa por la firma Valle
Alto, sigue con Latin American Fund Capital y de esta última a
Casirier, atribuida a Kashogi.
¿Por qué cree Carrió que la transferencia de Ocasa
fue una autocompra? En el informe que presentó en la Cámara
de Diputados, señala que los autopréstamos (llamados operaciones
back to back) fueron una herramienta de evasión del
impuesto a las ganancias que, desde comienzos de 1998, el gobierno venía
investigando. La descripción que hacía el equipo económico
de Roque Fernández sobre las estrategias de algunas empresas que
evadían el pago de Ganancias reflejaba, en gran medida, los procedimientos
que utilizaba el Exxel Group en sus operaciones de compras, apunta.
Por otro lado, diversas líneas de investigación que se abren
a partir de la documentación sobre operaciones en la banca offshore
(las famosas cajas) darían cuenta de ciertas vinculaciones
entre el Exxel y empresas de origen árabe de las que, a su vez,
Yabrán no habría sido ajeno. Es una misma organización,
aventura la diputada.
¿Qué elementos hay para vincular a Juan Navarro con
sectores o maniobras sospechosas?
Todavía lo tengo que chequear, lo digo bajo inmunidad, pero
hay una empresa, Valle Alto, que figura en las cajas por movimientos de
fondos en la banca offshore, con la que existe cierta vinculación
y es la punta de una nueva investigación. Cuando yo pido la composición
de esta empresa a un banco de datos internacional, me da que está
conformada por el Exxel Group y por Latin American Fund Capital. En otra
investigación, buscando vinculaciones con el caso AMIA, pedí
antecedentes de Casirier, una empresa vinculada a Kashogi. Cuando pregunto,
me dicen que Casirier es Latin American Fund. Con lo cual mi línea
de investigación es ver ahora si todo esto se integra en una sola
organización, y si la transferencia de Ocasa al Exxel no fue una
operación de autocompra dentro de la misma organización.
¿De qué manera puede llegar a determinarse si lo de
Ocasa fue una autocompra?
Acá lo que hay que investigar es Latin American Fund, porque
es la que me puede explicar la autocompra de Ocasa y por qué (Héctor)
Colella sigue (como ejecutivo de Oca pese a la venta de la empresa). A
mí me da la impresión de que Juan Navarro y lo repito,
lo digo bajo inmunidad es el instrumento o al menos fue utilizado
para la autocompra de las empresas de Yabrán por vía de
la misma organización.
¿Cuál es esta organización?
Kashogi es Monzer Al Kassar. Gaith Pharaon lavaba (dinero) para
ellos. Yabrán (Alfredo) era un tipo de esta organización,
pero un empleado, no el dueño de las empresas. Todo se vincula,
es una gran organización del MedioOriente que viene ya de antes.
Fíjese que lo de (Rodolfo) Clutterbuck es muy parecido a lo de
Yabrán.
¿En qué se vinculan una desaparición y otra?
Porque el que trae a Gaith Pharaon a la Argentina es Clutterbuck,
que fue vicepresidente del Banco Central entre julio y septiembre de 1982,
cuando Domingo Cavallo era el presidente, y Aldo Ducler, hoy vinculado
a las operaciones de lavado de Mercado Abierto y el Cartel de Juárez,
era secretario de Hacienda. Cuando se arma todo el despelote (sic) del
lavado de dinero, Clutterbuck desaparece, pero incluso posteriormente
sigue muy ligado a todo el expediente que se abre (por operaciones de
lavado) por el BCCI (el banco de Pharaon). Así que Clutterbuck
fue el primer desaparecido de la organización. Yabrán fue
el segundo.
Fuera de la compra de las empresas que se le atribuían a
Yabrán por el Exxel (Ocasa, Oca, Intercargo, Interbaires, Skycab,
etc), ¿existe algún otro elemento que señale una
vinculación previa de Navarro con esta supuesta organización?
Hay una punta muy importante, que es la relación de Juncadella
con Navarro. El fue la persona del Citibank en el primer directorio del
Citibank Capital Investors (lo que después sería el CEI),
en el que también está Carlos Sergi, que aparece como traficante
de armas en (la guerra de) Malvinas, y Juncadella (Roberto, hermano de
Amadeo, el titular de la firma hasta su venta). Y la vinculación
con Juncadella venía por Navarro. Juncadella había sido
la firma a la que Alfredo Yabrán le compró, en 1976, camiones
usados para formar Ocasa. El CCI, con Navarro como presidente, le compró
a Juncadella el 48 por ciento de la firma, que años después
éste recompró. Carlos Sergi era un empresario rosarino amigo
de Carlos Menem. Y según surge de las agendas de Lourdes Di Natale,
Sergi tuvo una enorme vinculación con Emir Yoma (Lourdes era su
secretaria, Emir está actualmente detenido en la causa por contrabando
de armas).
Apoyo de Farinello
El padre Luis Farinello, candidato a senador nacional por la provincia
de Buenos Aires, dijo ayer que hay que apoyar el trabajo
que realiza la diputada Elisa Carrió en la investigación
por lavado de dinero y dijo que le parece formidable
la valentía, aventurando para el futuro una alianza con otros
sectores. Es importante lo que está haciendo Lilita,
me parece formidable y hay que apoyarla, dijo el sacerdote
al asegurar que es necesario saber la verdad de lo que pasó.
Los responsables tienen que estar presos y devolver lo que han robado,
en referencia a los imputados por el trabajo de Carrió.
El padre, quien piensa hacer de la lucha contra la corrupción
uno de los ejes de su campaña en el Polo Social, afirmó
que un corrupto es un asesino. Esa plata que han robado le
corresponde a los pobres y me molesta que hayan jurado sobre la
Biblia, en una clara embestida contra la clase política.
Farinello se encuentra en el Chaco apoyando a los candidatos locales
del Polo Social, que en esta provincia se conformó con dirigentes
de la Democracia Cristiana y Movimiento de Bases.
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Las metamorfosis del
pan de molde
El informe a la comisión investigadora del lavado de dinero
y ocultamiento de dinero de Elisa Carrió, Graciela Ocaña,
Gustavo Gutiérrez y José Vitar describe en los siguientes
términos la operatoria del Exxel Group:
Cuando el Grupo Exxel se dispone a comprar una empresa, se
asegura fundamentalmente dos cosas: conseguir que inversionistas
del exterior aporten capital y que algún banco le adelante
una parte del precio de compra en forma de un crédito de
corto plazo, llamado crédito puente. Una vez reunido el dinero,
tanto en forma de capital como de deuda, realizan la oferta de compra
y concretan la adquisición (...).
Una vez con la compañía en su poder, el Exxel
emite bonos (de deuda) a nombre de la empresa por una cantidad sustancial,
que la súper endeuda, e hipoteca todos sus bienes como garantía
del pago del bono. Con el dinero obtenido de la emisión de
estos bonos a largo plazo, el Exxel cancela el crédito puente
que le adelanta un banco para la compra.
Mediante el flujo de fondos de la empresa adquirida, se pagan
no sólo los intereses del bono, sino también las comisiones
y honorarios del banco que organiza la emisión. En síntesis,
compran una empresa, en gran parte, con el propio dinero de ella
(...).
Eso es lo que ocurrió con Fargo, empresa líder
en la fabricación y venta de pan de molde, por la cual Exxel
pagó en octubre de 1997 más de 220 millones de dólares
por el 84,3 por ciento del capital. Su deuda financiera era de menos
de 12 millones de dólares. Su pasivo total era de 34,5 millones
de dólares, contra activos por 74 millones. Al 30 de septiembre
de 1998, casi un año después que la adquiriera el
Exxel, el pasivo subió a 145 millones de dólares,
producto de un endeudamiento adicional de 120 millones (...).
El bono de Fargo no ofrecía garantías reales,
debido a que el monto de la emisión superaba ampliamente
el valor de sus activos hipotecables. Por eso, la tasa del 13,25
por ciento apuntaba a seducir a inversionistas de riesgo. El 5 por
ciento fue adquirido por AFJP argentinas (...).
Los activos, que eran de 74 millones de dólares antes
de ser comprada por Exxel, subieron a 256 millones un año
después. Esa magia contable se justificó con la súbita
aparición de 168 millones de dólares de activos intangibles,
que eran el propio valor llave de Fargo. La práctica que
ejercita el Exxel de inflar activos para justificar pasivos se repite
en casi todas las empresas que adquiere.
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EL
AUGE Y EL DERRUMBE, AL COMPAS DEL MENEMISMO
En el Exxel no todo es grupo
Por Claudio Scaletta
No aceptó responder a
las consultas ni hacer aclaraciones con respecto a las denuncias de Elisa
Carrió. Pese a la insistencia de Página/12, la cúpula
del Exxel optó por el silencio. Fundado en 1991, el Exxel Group,
el fondo de inversión que conduce Juan Navarro, acumuló
más de 60 empresas. Entre las que todavía conserva se encuentran
Musimundo, Havanna, Fargo, Freddo, IBG, Interbaires, Blaistein, Bodegas
López y Oca, esta última adquirida (junto a la ya transferida
Edcadassa) al fallecido empresario Alfredo Yabrán. Cuando aún
conservaba la cadena de supermercados Norte-Tía, hoy propiedad
de la francesa Carrefour, el grupo llegó a facturar cerca de 3800
millones de dólares anuales y a ocupar más de 20.000 personas.
Estos resultados, obtenidos en menos de una década dedicada a la
compraventa de empresas, llevaron al Exxel a convertirse en el tercer
grupo nacional, detrás de Pérez Companc y Techint. Pero
a diferencia de los primeros de la lista, que con matices tienen un mayor
grado de vinculación productiva con el mercado externo, las firmas
del grupo de Juan Navarro fueron afectadas fuertemente por la contracción
de la economía local, que ya lleva más de 3 años.
Sin embargo, no faltan quienes encuentran en la mala performance de estas
empresas otrora muy rentables -Musimundo, Havanna y Freddo son los casos
paradigmáticos la consecuencia necesaria de una estrategia
de expansión basada en el endeudamiento de las propias firmas,
dinámica a la que se habría sumado una gestión ineficiente.
Así, en los primeros meses de 2001, la nueva realidad del grupo
impulsó una fuerte reestructuración. El 50 por ciento de
los ejecutivos altos y medios (alrededor de 100 profesionales) fueron
despedidos y la administración se concentró en tres áreas
de negocios: comercial, alimentaria y de servicios. La expulsión
de la mayor parte de la gerencia media consiguió una reducción
de costos operativos de más de 50 millones de pesos anuales. El
Exxel pasó de adquirir nuevas empresas a un intento desesperado
por conservar las que ya tenía.
Durante el 2000, debido a las restricciones impuestas por la Secretaría
de Defensa de la Competencia, Juan Navarro debió renunciar a cumplir
el sueño de Alfredo Yabrán: la fusión de Oca con
el Correo Argentino. A este revés se sumaron los magros resultados
generados por las empresas del grupo, los que incidieron negativamente
en la obtención de nuevos recursos. El Exxel todavía no
pudo completar el fondo de 1000 millones lanzado el año pasado.
Incluso la venta de empresas perdió la dinámica de otros
tiempos. Luego de haberse desprendido de Norte y de Edcadassa, que pasó
a manos de Eduardo Eurnekian, Navarro intenta infructuosamente, desde
hace más de un año, transferir Mastercard a un grupo de
bancos.
Así como la estrella de Carlos Menem acompañó el
crecimiento acelerado del grupo, que se convirtió en un fuerte
intermediario de inversión extranjera, el fin de la era menemista
parece coincidir con el ocaso del ímpetu expansivo del Exxel. Pero
al margen de la voluntad, el freno de una historia de compras financiada
con deudas, fusiones, autopréstamos y deducciones impositivas,
señala también el contraste entre las diferentes capacidades
que se necesitan para llevar adelante ingenierías financieras de
aquellas requeridas para impulsar el desarrollo de empresas productivas.
Tal vez sean estas últimas las que Juan Navarro no aprendió
en su experiencia en el Citibank durante los años 80.
El misterio de
Galimberti
En los últimos tiempos se dio un curioso cruce entre Exxel
Group, el grupo económico que más creció durante
el menemismo, y varios protagonistas centrales de esa época.
El gran pase del año 2000 en materia de seguridad fue que
el Exxel le quitó la custodia de todos sus negocios a la
multinacional Kroll y, supuestamente, se la dio a otra empresa norteamericana,
Universal Control. Sin embargo, más allá de la apariencia,
Universal Control resultó más argentina que el dulce
de leche: detrás estaban, entre otros, el ex montonero Rodolfo
Galimberti íntimamente relacionado con la Side menemista,
el marido de Susana Jiménez, Jorge Corcho Rodríguez,
y Oscar Salvi, casualmente actual defensor de Carlos Menem. Se argumentó
entonces que los argentinos habían dejado Universal para
dar paso a los gringos, pero lo cierto es que Galimberti sigue instalado
como gran jefe en el bunker de la empresa en Panamericana y San
Martín. También resulta llamativa la presencia de
Raúl Delgado, ex secretario de Comunicación del gobierno
de Carlos Menem, en el equipo de comunicación del Exxel Group.
Lo de Delgado es curioso: no sólo realizó tareas de
comunicación para el Exxel, sino también lo hizo para
el banquero preferido del ex presidente, Raúl Moneta, y hoy
revista como coordinador y supervisor en América TV, propiedad
de un hombre que hizo fortuna con Menem, Carlos Avila. En América
está a punto de desembarcar Mauro Viale, periodista predilecto
del inquilino de Don Torcuato.
En principio, el pase de la seguridad del Exxel depósitos
de Ezeiza, los free shops, Musimundo, heladerías Freddo y
OCA se mantuvo casi en secreto. Después se intentó
instalar la idea de que el pase era entre dos empresas norteamericanas
y la supuesta razón era que la custodia brindada por Kroll,
encabezada por el ex de la Fuerza Aérea de Estados Unidos,
Frank Holder, tenía graves fallas y se le adjudicaría
el inmenso negocio de la seguridad del grupo a otra empresa norteamericana,
Universal Control, llena de ex espías de la CIA que garantizarían
ahora sí la seguridad. La realidad era muy otra: el principal
accionista de Universal era Galimberti, que tenía 46.200
acciones del total de 70.000 de la empresa. Sus compañeros
accionistas eran Corchito Rodríguez, dos empresarios
y hermanos, Norberto y Davi Seri y el actual defensor de Menem,
Oscar Salvi. Falta un nombre no menos llamativo: Armando Franchi,
funcionario de máximo nivel de la Secretaría de Seguridad,
cuando era titular otro menemista, Miguel Angel Toma. La empresa
fue fundada el 28 de junio de 1999, tal cual se consigna en el libro
Galimberti, de Marcello Larraquy y Roberto Caballero. Recién
un año más tarde, el 20 de junio de 2000 hubo un traspaso
de un modesto 10 por ciento de la empresa a David Manners y en ese
momento se firmó el contrato con el Exxel. Después
hubo más transferencias a norteamericanos y entre los accionistas
quedó borrado el nombre de Galimberti. En la vida real no
ocurrió lo mismo, Universal -que no es filial de ninguna
empresa norteamericana ni existe en ningún otro lado
sigue teniendo a Galimberti como ejecutivo top, con poder, oficina
y lugar para estacionar su inmensa camioneta.
En un principio, el Exxel trató de explicar la entrega de
su seguridad a Universal con un argumento notable: la embajada
de Estados Unidos nos dijo que contratemos con Universal. Nosotros,
que nos quedamos con las cosas de Alfredo Yabrán, necesitábamos
un visto bueno del gobierno norteamericano. Lo fundamental no es
el hombre de uniforme que custodia un depósito en Ezeiza
sino todo el trabajo de inteligencia, que no nos metan droga o contrabando,
explicó un vocero del Exxel. Lo extraño resultó
que dejaban a una empresa de Estados Unidos para aliarse con la
de Galimberti.
En forma paralela funcionó la figura de Raúl Delgado,
quien en la época final del gobierno de Carlos Menem fue
casi el hombre de mayor confianza del ex presidente. En varios momentos
hasta se lo mencionó con posibilidades de acceder a la Jefatura
de Gabinete. De su despacho como secretario de Estado, Delgado llegó
sin escalas a realizar trabajos de comunicación para el Exxel
Group y Raúl Moneta, en momentos en que el banquero menemista
ya no andaba exhibiendo sus caballos sino que se escondía
de la justicia. Sin embargo, Delgado tampoco dejó de estar
a cargo de la comunicación del propio Menem, con quien siguió
manteniendo la relación de jefe-subordinado que tenía
en la Casa Rosada.
El último desembarco de Delgado no es menos sorprendente:
entre sus múltiples actividades acumuló la de coordinador
de noticias o supervisor de todos los programas de actualidad de
América TV, hoy en manos de Carlos Avila. El Negro, como
le dicen a Avila es a su vez socio de Ambito Financiero tiene
el 30 por ciento con opción de compra del resto, el
diario que defiende a Menem a ultranza. En América revistan
algunas de las figuras más caras al riojano, como Gerardo
Sofovich y Daniel Hadad, pero desde que llegó Delgado al
cargo recién ahora se va a producir una incorporación
de nota: volverá a la TV, todos los días al mediodía,
Mauro Viale, uno de los periodistas más claramente alineados
con Menem. Mauro debuta el 27, pero mientras tanto aparece en Radio
Colonia, una de las dos radios a las que el ex mandatario le concedió
una entrevista desde su prisión de Don Torcuato. La otra,
es la 10, de Daniel Hadad.
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