El
de ayer no fue precisamente el mejor de los días para el Mesías
Cosmoplanetario de la Síntesis, Gran Maestre de la Orden de los
Caballeros de la Vajra Triunfante, Instigador del Templo Piramidal de
la Unidad y Amo de la Selección de las Almas. Durante más
de una década, los 33 metros de la efigie monumental de Gilbert
Bourdin, también conocido como Patriarca Fundador del Omismo, Su
Santidad el Señor Hamsah Manarah, Pontífice de la Orden
del Diamante Cósmico y Constructor de la Ciudad Sagrada de Mandarom
Shambhasale, se erguían sobre el pequeño villorrio de Castellane,
en el sur de Francia. Pero ayer la policía francesa empezó
a colocar las cargas explosivas que finalmente harán volar por
los aires la estatua, en una decisión que los fieles de la religión
del Loto Dorado (o secta del Mandarom) equipararon a la destrucción
de las estatuas greco-budistas de Bamiyan por el régimen talibán
afgano. Según las autoridades locales, la estatua fue construida
sin permiso municipal.
Ya pasaron 30 años desde que Bourdin llegó a Castellane
para predicar los beneficios del Omismo, al que describió, con
característico triunfalismo, como una revolución espiritual
que representa en la síntesis del sonido Om el ideal de la unidad
de la evolución de la humanidad y la preservación de la
Edad de Oro. La extraña Ciudad Sagrada de templos y altares
construida en Castellane por sus 1200 seguidores se convirtió en
algo así como una atracción turística local, que
atraía unos 7000 visitantes al año. Bourdin hizo levantar
la estatua, como gloria mayor de la Ciudad Santa, en 1990.
Para Christine Amory, presidenta de la secta del Mandarom, derribar la
estatua conllevará inevitablemente el que a partir de ahora,
Francia viva bajo un mal karma. La orden definitiva de destrucción
fue ratificada por el tribunal de Aix hace ya más de un año,
pero los sectarios se negaban a hacerlo. De ahí que ayer entrasen
en el recinto más de cien policías para proteger a los técnicos
encargados de triturar las 1100 toneladas de cemento armado representando
a Bourdin en toda su majestad.
Aparentemente, la modestia nunca fue la principal cualidad de Bourdin,
antiguo funcionario de Finanzas fallecido en 1998, que quiso que su estatua
fuera más alta que la de Buda, Jesucristo o la Virgen. Al margen
de su condición de verruga en medio de un paisaje idílico,
los 33 metros se habían erigido sin permiso y sin tener en cuenta
que la zona presenta un alto riesgo de terremoto. Mientras la presidenta
del Mandarom atendía a la prensa y exponía las razones de
su indignación, un grupo de sectarios, con espejos alrededor del
cráneo y armados de campanillas repetían incansables el
sonido om porque ése fue el primero que pronunció
Dios y porque eso era lo único que les dejaba decir Bourdin cuando
estaban en su presencia, que era la de la encarnación de
Dios, algo que en Francia molesta, según el resumen de la
situación elaborado por la señora Amory. A lo largo de su
breve historia la ciudad santa del Mandarom Shabhasalem (montaña
sagrada en sánscrito) ha conocido todo tipo de problemas,
desde la detención del propio Bourdin al que ex sectarios
lo acusaron de que los había violado hasta una reciente denuncia
del fisco por impago de impuestos y doble contabilidad. Bourdin, hasta
que se decidió a abandonar su vehículo de carne humana,
se preocupaba mucho por dar satisfacción a esa carne, dijo uno
de sus acusadores. La ciudad santa era su harén, su burdel
particular, definió otra ex omista.
La primera denuncia contra Bourdin se formuló en 1993, pero el
hecho es que el alcalde de Castellane le había extendido permisos
de construcción. Y no era el único político que le
hizo favores. Un concejal liberal respaldaba la implantación del
Mandarom porque él suministraba el cemento, un consejero regional
gaullista también defendía a Bourdin porque él tenía
los camiones que transportaban piedras, hierro y otros materiales, otro
había votado a favor de que el departamento pagase el 50 por ciento
del presupuesto de la carretera hasta el recinto porque era una empresa
de su propiedad la que la asfaltó y un senador socialista,necesitado
de votos, contacto a los sectarios para manifestar que él creía
positiva la implantación de vuestro centro de piedad en nuestra
región.
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