La
escena era extraña y llamativa: ayer al mediodía, profesionales
de diversas expresiones del arte y la cultura se autoconvocaron ante el
Cabildo porteño portando paraguas que desmentían el sol
radiante. Con la idea de recrear el espíritu de la Semana de Mayo,
los artistas proclamaron su disconformidad con el desabastecimiento
cultural que conlleva la política económica, y el deterioro
de los símbolos de identidad cultural que trae aparejado.
Pero la protesta no es una idea aislada, ya que el plan es que, todos
los jueves a la misma hora, se reúnan allí a debatir personalidades
claves de la cultura argentina. Ayer estuvieron, entre otros, Alejandra
Boero, David Viñas, León Gieco, Lito Vitale, Oscar Barney
Finn, Roberto Cossa, José Pablo Feinmann, Oscar Ferrigno, Norma
Aleandro, Elba Soto y Pepe Novoa, entre otros.
La cita semanal de los manifestantes con paraguas culminará con
un congreso a realizarse a fines de octubre, en base a una amplia convocatoria
a los hacedores de todas las ramas de la cultura y el arte y a los espectadores.
En la reunión de ayer, los artistas repartieron un documento que
lleva los nombres de un centenar de figuras y se pregunta ¿Qué
podemos hacer los profesionales de la cultura, artistas, pensadores, investigadores,
productores?. El documento expresa como prioridades 1: Unirnos,
2: Escucharnos, 3: Pensar el país que queremos para nuestros hijos,
4: Establecer una estrategia propia, compatible con nuestra profesión,
que ayude a construirlo, 5: Reinvindicar a la cultura como parte esencial
de los derechos del hombre.
Afortunadamente hay un sol espléndido, porque si lloviera
la gente pensaría que nos protegemos del agua, comentó
Pepe Novoa. Pero lo que pasa es que nos estamos cubriendo del despropósito
con que nos tiran desde el Gobierno en materia de cultura. El actor
subrayó que ante lo que consideró incumplimiento de las
leyes y constante recorte de los bienes culturales, nos estamos
cansando y empezamos a rebelarnos desde nuestra profesión. Llevaremos
nuestra postura al Congreso de la Cultura. Por su parte, la actriz
Luisa Kuliok confesó que vivo con mucha tristeza este desabastecimiento
constante de la cultura en pos de nada. La actriz televisiva recordó
los esfuerzos de su familia por mejorar económicamente, cuando
ajustarse el cinturón, como decía su padre,
daba un sentido al sacrificio porque permitía trazar proyectos
posibles. En este momento todo es peor, para caer más en
la miseria de todo tipo, sin comida para sobrevivir y sin pan espiritual,
indicó Kuliok. Entre la creciente curiosidad de las personas que
pasaban por Plaza de Mayo y la inmediata adhesión de muchas de
ellos a los reclamos de los manifestantes, el grupo se trasladó
luego a la sala Andamio 90, en la calle Paraná, para comenzar
una jornada de reflexión sobre la problemática que los llevó
a la protesta.
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