Por
Cecilia Hopkins
Mientras
Buenos Aires espera en pocos días más despedirse de su festival
internacional hasta dentro de dos años, Córdoba se apresta
a comenzar la segunda edición del Festival Internacional del Mercosur.
Este evento, que comenzará hoy y se extenderá hasta el 7
de octubre, costará al gobierno provincial unos 600.000 pesos.
El esfuerzo económico le devuelve a la capital cordobesa parte
de una historia interrumpida en 1995, cuando por falta de presupuesto
dejó de celebrarse el primer festival internacional que tuvo el
país: El año pasado el encuentro sirvió para
refundar una historia, señaló Graciela Ayame, su directora
artística. Porque desde el vamos, la nueva muestra no ha sido planeada
solamente como una forma de intercambio cultural destinado a los países
pertenecientes o asociados al Mercosur (como es el caso de Chile y Bolivia),
sino que han sido invitados grupos teatrales de todos los continentes.
Además de los espectáculos argentinos (18 en total, ver
recuadro) volverá a presentarse el chileno Andrés Pérez
Araya, director del Gran Circo Teatro, esta vez con dos espectáculos:
Visitando
el Principito y La huida. También se espera la llegada del grupo
boliviano Teatro Duende, con Alias Don Quijote, y la Compañía
de Danza Verve, de Brasil, con su obra Truveja para nois chorá.
La uruguaya Mariana Peicovich está desde hace varias semanas trabajando
con actores y músicos cordobeses para montar su Proyecto Feria,
una performance callejera a presentarse en un mercado de la capital mediterránea.
Como éste, habrá otros espectáculos en coproducción
con la Agencia Córdoba Cultura y otras instituciones, que se estrenarán
durante el evento: el director alemán Roland Bras está preparando
desde hace más de un mes su puesta de Cuarteto, un espectáculo
que homenajea al tradicional género musical cordobés. También
en coproducción con el Instituto Goethe y con actores de la provincia
anfitriona, el alemán Stheffen Kueai dirigirá Torero el
Portero y en coproducción con el ICI, se estrenarán textos
de José Sanchís Sinisterra en la modalidad de teatro semimontado.
También la fiesta inaugural, a cargo del grupo santafesino Puja,
Teatro de Altura, se llevará a cabo conjuntamente con artistas
cordobeses, unidos en una performance sobre el puente del río Suquía,
con fuegos artificiales y música ejecutada en vivo.
Del resto de Latinoamérica, llegarán los venezolanos del
grupo Tempo, conducidos por Eduardo di Mauro, con Los tres pelos de oro,
versión en teatro de títeres de un cuento de los hermanos
Grimm; de Perú, el grupo La Tarumba, con Maroma, un festivo acto
que mixtura procedimientos teatrales y circenses y el paraguayo Agustín
Núñez con su obra Hombres. La canadiense Isabelle Choiniere,
por su parte, estrenará La transmutación del ángel,
obra que narra la historia de un vínculo afectivo que nace a través
de Internet y que, según su creadora cuestiona los conceptos
de tiempo, límites corporales, percepción de la realidad,
lo sagrado, lo natural y lo artificial.
De España volverá el grupo Atalaya, que dirige Ricardo Iniesta,
uno de los más aplaudidos en la edición anterior del festival,
esta vez con Exiliadas, una obra que aborda el tema de las luchas de la
mujer en el siglo XX. También se espera al grupo catalán
Sémola Teatre, con ¿Bailamos?, una propuesta de danza-teatro,
y el grupo Provisional Danza, con Lo que los perros dejarán, coreografía
de Carmen Werner y Guillaume Trontin. De Dinamarca, el Odin Teatret que
dirige Eugenio Barba se hará presente con tres espectáculos
(Mythos, Oda al progreso e Itsi Bitsi), todos ya estrenados en Buenos
Aires en distintas oportunidades, y de Alemania llegará Riss un
Riss, de Christina Clupke y Gisela Dilchert, obra en que une danza y proyección
de fotografías. El italiano Leo Bassi, por su parte, estrenará
el unipersonal Instintos ocultos y los franceses de La Salamandre presentarán
Le Feu, un espectáculo de calle con el fuego como protagonista.
Además del espectáculo iraní Moisés y el pastor,
de Kazem Nazari, otra de las rarezas que promete este festival es Caesar,
sobre Julio César, de Shakespeare, una coproducción entre
los países que formaban la ex Yugoslavia que reunirá a un
vestuarista macedonio, un escenógrafo esloveno, y un director croata.
El capítulo dedicado a Asia y a Africa también promete lo
suyo: de la India vendrá una trouppe de danza Kathakali, de Indonesia
un conjunto de danza balinesa, de Mozambique el grupo Gungu, con un espectáculo
de teatro, danza y música, y de Egipto La caja de nuestras vidas,
con dirección de Nora Amin. La lista de actividades incluye conferencias
y foros de discusión sobre temas teatrales, además de talleres
sobre dramaturgia, dirección y técnicas actorales, dictados
por Guillermo Heras, José Monleón, Eugenio Barba, Osvaldo
Pellettieri y Sanchís Sinisterra, entre otros.
La
avanzada argentina
El
Festival del Mercosur tendrá una nutrida agenda en lo que respecta
a espectáculos nacionales. Además de los doce espectáculos
cordobeses (entre ellos, una puesta de Las troyanas, por la Comedia
Cordobesa, dirigida por Claudio Hochman), otras obras representarán
a la Argentina: El Periférico de Objetos llevará Zooedipus,
su anteúltimo espectáculo, los actores Ingrid Pelicori
y Horacio Peña, por su parte, repondrán Decadencia,
del dramaturgo Steven Berkoff, dirigidos en esta ocasión por
Rubén Szuchmacher. Del joven director Federico León,
también cineasta, y con sólido prestigio obtenido en
festivales internacionales, se verá Cachetazo de campo. De
Omar Pacheco, director del Grupo Teatro Libre, se presentará
Cinco puertas, ambas puestas estrenadas en 1997. Para los chicos,
el grupo Libertablas reestrenará Pinocho, Olkar Ramírez
presentará Juegos de juglar y el grupo neuquino Atacados por
el Arte, ¿Podés silbar? |
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