Por Julián
Gorodischer
veces suceden cosas extrañas
en la televisión argentina. Un programa nace con el perfil bajo
que acompaña a los productos menores y, después de unas
semanas, se convierte en un tema obligado de conversación. Virginia,
Ivonne, Lisa, Lourdes y Valeria se supo anoche son las cinco
Popstars que, en breve, se convertirán en el puntal de los rankings
de discos más vendidos. Su producción, que se llama Bandana
(como el nombre del flamante grupo), comienza a distribuirse hoy con la
expectativa que da el antecedente internacional: donde hubo un grupo de
Popstars, al menos por un tiempo, su hit fue bombardeado por decenas de
radios FM, tal como sucederá aquí con Maldita noche. Su
verso más popular dice: Yo no renuncio nunca, fiel a este universo
de chicas cariñosas que triunfan por persistencia, como si esta
no fuera la Argentina que decae sino otro país en el cual si se
canta bien se obtendrá un merecido. O se habrá tenido la
oportunidad de conseguirlo. El programa se convirtió, por otra
parte, en el más visto de Azul Televisión, acaso por el
notable poder de síntesis de su edición, parte central del
efecto emotivo que causa en los espectadores.
Popstars instala una cierta idea de justicia. Tal vez, lo más notable
sea la inversión de una idolatría. El primer día
del casting, hace unos meses, la cancha de Ferro se llenó de fanáticas
de Christina Aguilera, Britney Spears y, en su vertiente rioplatense,
Natalia Oreiro o en todo caso Marcela Morello. Cuando cantaron, las postulantes
expusieron, en todos los casos, una adoración por un otro mejor,
que se merece el sacrificio de los seres comunes. Unas semanas después,
las cinco Popstars de aquí en más Bandana, a secas
ya no reverencian a su objeto de deseo y admiración, sino que declaran:
Yo no renuncio nunca, como el estribillo de su tema pegadizo.
Ahora dicen, como Ivonne o la colombiana o La colo: Mi
sueño de ser estrella se hizo realidad. Y el locutor describe
a la primera seleccionada como .un ejemplo de humildad, con las
mismas palabras que antes se habrían dedicado a Britney, su modelo.
Ya convertida en una de las Bandana, Ivonne no se acuerda de Britney,
y por debajo de la pantalla, se construye una rivalidad: Britney,
tus días están contados, dice la leyenda sobreimpresa.
Sentí que en un país que no da oportunidades, era
interesante plantear un casting como éste, en el que todas iban
a ser evaluadas en forma transparente, dice Afo Verde, uno de los
jurados, director artístico de la discográfica BMG y ex
músico del grupo La Zimbabwe. No nos importaba el aspecto,
sino lo que transmitía cada chica. Y el resultado es increíble:
el disco no es de plástico, es mugriento. Y ellas no son las ganadoras
de un concurso; son diez artistas ingobernables. Afo es ambicioso,
e imagina una larga y sólida carrera para cada una de las elegidas.
Sin tradición local ni latinoamericana, el grupo de chicas podría
convertir al tema Guapas en el más difundido de los
últimos años. Magalí Bachor, su compañera
en la selección, también imagina una fundación: El
programa aportó un cambio en la música pop creada en la
Argentina. Hasta ahora no entraba mucho en el gusto, y ahora se está
generando un movimiento.
En Inglaterra, el hit de las Popstars fue un récord de ventas y
circulación, aunque solamente mientras el programa duró
en pantalla. Aquí nadie pide más que eso: una buena racha
que se mantenga por un par de meses en una Argentina depresiva que no
asiste a éxitos masivos desde hace tiempo. La primera función
casi agotada y el lanzamiento resonante del disco ya podrían merecer
la categoría de milagro comercial, si se encuadra en el contexto
de crisis económica. Afo Verde tiene su personal explicación
para el fenómeno: Popstars es la demostración de que todavíase
puede avanzar con talento, dice. Es una oportunidad de lucirse
en un momento muy depresivo del país, agrega Bachor.
Sólo Virginia, entre las afortunadas, responde al modelo.rubia
para vender, pero el jurado asegura que también canta y baila
muy bien. Ivonne, en cambio, tiene aparatos en los dientes; Lourdes se
merece el sobrenombre que muchas le asignaron (la peti) por su baja estatura.
No son modelos de belleza tradicionales, como tampoco lo fue Daniela,
que sobrevivió hasta las últimas diez finalistas. A la
más gordita del grupo (según la definió su
mamá) la consideraron una candidata fija hasta que perdió
su lugar en la final. En los días previos, la gordita se convirtió
en una estrella por un día a quien la cámara acompañó
mientras esquiaba, descansaba en el hotel de lujo o meditaba a solas en
la montaña. Daniela pudo haber sido una Popstar, y su inclusión
habría sido una verdadera intervención política de
parte del reality de moda. Nos moríamos de ganas de ejercer
esa demagogia se sincera Afo Verde pero Daniela se nos cayó
a último momento porque no rindió bien en el simulacro de
show.
Hoy, con el grupo conformado y el disco en las bateas, se inicia una nueva
etapa del ciclo, la que dicen subirá los actuales 18
puntos de rating promedio. Se podrá ver a las chicas conviviendo
en la casa de las Popstars, y luego preparando su disco y su show teatral.
En la intimidad develada, elegirán el nombre Bandana para bautizar
al grupo y se ganarán el adjetivo de ingobernable que utilizó
Afo Verde. Se extrañarán las largas sesiones del casting
donde Afo el galán joven las seducía, Magalí
el hada madrina las contenía y Pablo Ramírez
el villano demoraba cada revelación. A este productor
le tocaba dar malas noticias. No vas a formar parte, fue la
frase más temida, un equivalente del Estás nominado
de Gran Hermano. Todo eso quedó atrás, ahora que las Bandana
comienzan a ser famosas y llenarán un teatro. Del esmerado pasaje
de fan a ídolo trató la primera parte. Hoy comienza otro
turno: Pasen y vean la glamorosa vida privada de una estrella.
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